"Queridos amigos de la Revista Comarcal, ha llegado la hora de la verdad. Este número que tienes en tus manos será clave para el futuro inmediato de la revista. Como queda dicho, nuestro deseo no es terminar, pero la decisión final queda en vuestras manos. Vosotros sois los verdaderos dueños de la revista y vosotros seréis quienes dictéis sentencia sobre el futuro inmediato de la misma. Nuestro próximo número sería en julio. ¿Estaremos? De vosotros depende, queridos lectores".
Las palabras anteriores son las últimas lineas del editorial del número 84 de la Revista Comarcal Montaña de Riaño que, como se ve, corre serio peligro de desaparición.
No se trata de cualquier pérdida, si se produjera, ojalá no; ni solo para aquella comarca. La Revista Comarcal es seguramente la publicación provincial más emblemática. En el enunciado de la noticia está otra noticia, es su número 84, es decir, camino de 25 años de vida y presencia continuada en los puntos de venta, lo que la convierte en la publicación no institucional más veterana, a lo que habría que añadir el cuidado de los reportajes, la variedad, la calidad del papel y las imágenes, la gacetilla central de noticias locales, el foro para el debate, la incuestionable calidad de las firmas... no se podría perder cualquier cosa; "no es asunto menor", que diría un expresidente.
El hecho de que un colaborador lo apuntara en un artículo del número 83 ‘obligó’ a sus responsables a abordar esta realidad que les rondaba en el editorial del número de reciente aparición: "El involuntario anuncio provocó un auténtico tsunami en redes sociales. Hasta los que nunca han leído nuestra publicación protestaban por el cierre. Y es que puede cumplirse una vez más ese dicho de que las cosas solo se valoran cuando nos faltan. Pues queridos amigos lectores, patrocinadores incansables que habéis apoyado y financiado el proyecto desde su nacimiento allá por el verano de 2001, a todos los que os habéis unido más tarde y seguís apoyando, a todos los abonados que reciben la revista en su casa, a todos los que puntualmente la compráis, a los coleccionistas, a todos los colaboradores que distribuyen la revista en sus establecimientos comerciales queremos deciros alto y claro que la voluntad de los que hacemos posible la revista es no cerrar. Pero las circunstancias y la realidad mandan".
Y desgranan ‘las circunstancias’. De un lado el cansancio de los que ya peinan canas o no tienen pelo sin relevo; además de tener que hacer de todo en la revista: escribir, diseñar, maquetar, distribuir, llevar los números y afrontar subidas brutales del papel, por ejemplo, y siempre ‘por amor al arte’ (a las letras en este caso) de manera altruista. "Hay que renoverse o morir" por más que sean conscientes de la valía del actual equipo: "Somos mayoritariamente por gente que ha dedicado su vida a la enseñanza, profesores y catedráticos de universidad... pero". Y ponen un ejemplo muy esclarecedor de esas dificultades: "Hemos pedido a gritos colaboración femenina. Pero quizás gritamos poco, o no se nos oye".
Ahí esté el SOS que es un órdago. No está claro que en julio la Revista Comarcal esté en los puntos habituales de venta, después de 23 años sin fallar. La revista ya es un tesoro en sí misma. Los artículos, personajes, noticias, reportajes, opiniones, fotografías, hallazgos, leyendas, canciones, reseñas de libros y autores de la comarca, las fotografías antiguas y actuales, los obituarios de quienes se nos van... son una impagable hemeroteca pero seguir ampliando todas estas secciones en el tiempo sería una inmejorable noticia para el patrimonio de esta rica comarca, en la que parece un contrasentido decir que está de moda, que todo en ella crece, mientras se muere quien lleva todo el siglo XXI resistiendo las embestidas de todo tipo de enemigos, incluidos los que sí la leen pero no la compra.
Es el momento de la respuesta. En el SOS sugieren la necesidad de voces de mujer, no es fácil creer que no las haya.
Sería una enorme pérdida; si algo se puede hacer... díganlo.