La revista ‘Isis’ y María Sánchez Miñambres

Por Marta Prieto Sarro

31/08/2024
 Actualizado a 31/08/2024
Portada de la revista 'Isis'.
Portada de la revista 'Isis'.

En su obra ‘Historia de la Literatura Leonesa’ (1982), Francisco Martínez García analizó varias revistas de carácter literario publicadas en León en el primer cuarto del siglo XX. De algunas apenas pudo ofrecer su nombre o año de publicación. De otras ni siquiera supo de su existencia porque no tuvo acceso a los ejemplares que pudieran conservarse de ellas. Citó, por ejemplo, la revista fundada por José Díaz Monar en 1907 que llevaba por título ‘Literatura y Arte’ y era el órgano de la Sociedad Leonesa de Excursiones. Y dejó simple constancia de ‘Isis’ que, por varias razones, merece ser recordada. La más importante de ellas es el haber incorporado la firma de una mujer: María Sánchez Miñambres (1889-1977).


La revista ‘Isis’ (a cuyo título acompañaba la apostilla «revista hebdomadaria de la juventud leonesa») salió a la calle el día 1 de enero de 1910. Se editaba en la Imprenta y Librería de Mariano Garzo y su redacción estaba domiciliada en la calle del Pozo, 15. La correspondencia se dirigía a Mariano Andrés Lescún quien probablemente fue su inspirador y director (además del perejil de todas las salsas de ese momento). Fue una revista de buena factura hermosamente ilustrada en la que tampoco nadie firmó su diseño.  


Como su propio nombre indicaba, se trataba de una publicación semanal. Con un formato apaisado de 31x21 cm y en blanco y negro, pretendía financiarse con suscripciones (1,25 pesetas el trimestre; 2,5 el semestre y 6 el año) y anuncios (una plana, media, cuarto, octavo, dieciseisavo). Cada ejemplar tenía 8 páginas encuadernadas y grapadas: la portada y la contraportada estaban elaboradas con el mismo papel sepia del interior, pero de un gramaje ligeramente superior. Resulta curioso que la paginación fuese correlativa desde el principio: el primer número termina en la página 8 y el segundo empieza en la página 9 y así sucesivamente. Todos los ejemplares incluyeron un sumario que recogía el nombre de los autores y el título de los artículos que contenían. En la portada y la contraportada se insertaba la publicidad. Mariano Andrés Lescún, de quien se ha dicho que era probablemente el alma de ‘Isis’, colaboraba también económicamente porque, salvo en el primer número, siempre pagó la publicidad de su negocio de banca y tejidos instalado en Botines. Era el único anuncio que incorporaba una ilustración de las dependencias del negocio que había sido fundado en 1814.

 

Imagen EL ÚLTIMO HÉROE (002)
Artículo 'El último héroe' de María Sánchez Miñambres.

Como se ha dicho, ‘Isis’ fue la primera revista que aceptó publicar colaboraciones de María Sánchez Miñambres quien por entonces tenía 21 años y unas notables inquietudes culturales que conservaría toda la vida y probablemente la hacían singular dentro de la encorsetada sociedad de su época. Esos intereses, que tal vez otras mujeres también tuvieron, pero no manifestaron, la empujaron a tratar de establecer una relación de igualdad con los varones con quienes compartía aficiones e inquietudes. El artículo con que María se estrenó en el segundo número la revista ‘Isis’ en enero de 1910 fue ‘El último héroe’ y para él escogió un asunto de actualidad: el regreso de las tropas de África. Desde 1894 se encontraba instalado en León el Regimiento de Burgos nº. 36, varias de cuyas compañías fueron movilizadas en agosto de 1909 tras el ataque contra los trabajadores de la Compañía Española de Minas del Rif. Acampados en Rostrogordo y Aguadú, en el mes de enero de 1910 se hablaba ya en León del regreso de las tropas. Tanto y con tanta inminencia que es entonces cuando María escribe su artículo aludiendo al dolor de las madres de quienes no volverán, entre ellas la del cabo Noval, el soldado asturiano cuya heroicidad era bien conocida a través de la prensa. Finalmente, los soldados no regresaron hasta el mes de junio a la ciudad donde se les ofreció una calurosa bienvenida en la que un grupo de «señoritas» –al decir de la prensa– tendrían un papel protagonista. 


 En la revista ‘Isis’ María realizó otras tres colaboraciones. Apareció la siguiente en el número 7, que salió el 5 de febrero, y llevó por título ‘Contestación’, que es lo que realmente era: la réplica a un amable artículo (‘Crónica’) que Publio Suárez Uriarte había escrito citando expresamente a María y valorando la presencia femenina en las letras leonesas. Ambos son textos interesantes por sus planteamientos sobre el papel de la mujer y es interesante de manera especial el de María porque en él no expresa ningún argumento feminista sino que postula contundentemente un estatus de igualdad dentro de la feminidad y, por supuesto, esto implica la clara asunción (y no la renuncia) de las tareas propias del sexo y la condición femeninas. Tanto es así, que no encuentra cómo alinearse con autoras como ‘Colombine’ (pseudónimo de Carmen de Burgos), Blanca de los Ríos y Pardo Bazán –las tres escritoras más preclaras de su tiempo– pero sí con Pepita Vidal. Que conociese la obra de las tres primeras no resulta nada particular pero sí resulta sorprendente la cita de Josefina Vidal (1883-1908), autora cordobesa de vida efímera con cuyo arquetipo parece identificarse. Solamente se explica si se tiene en cuenta que uno de sus tres libros publicados fue prologado por Vital Aza, padre del que prontamente sería su cuñado. El alejamiento del feminismo de María Sánchez Miñambres es perfectamente visible en este artículo («que no se nos confunda con esas porta-estandartes del feminismo») en el que incluso cae en la trampa de usar los manidos epítetos con que los hombres de su tiempo califican a las mujeres. E insiste en la idea que por entonces plasmará en numerosas ocasiones: la emancipación de la mujer como único medio para no ver el matrimonio como negocio o única solución.

 

Imagen CONTRAPORTADA DE ISIS
Contraportada de la revista 'Isis'.

De febrero de ese mismo año, casi coincidente con la publicación de ese artículo, data un episodio de difícil documentación que tiene como protagonista a María, insultada de manera grosera e infamante en unos versos aparecidos en ‘La Democracia’. Nada extraño en una sociedad provinciana, machista y un tanto misógina en la que no encajan los intereses y aspiraciones de María cuyas pequeñas publicaciones se abrían paso con cierta condescendencia por parte de los varones –aun los jóvenes– y la infame sospecha de que muy probablemente sus escritos no eran de ella o estaban arreglados por otros.


Otro de sus artículos de Isis, titulado ‘Errantes’ apareció en el número 7 y gracias a sus anotaciones sabemos con precisión que lo escribió el 10 de enero de 1910. Se trató de un artículo poco afortunado y un tanto confuso, cuyas claves muy probablemente los lectores no llegaron a encontrar, en el que recordaba a varios personajes que, abandonados por la sociedad, habían huido física o metafóricamente: Lord Byron, Madame Steinheil o Frederik Albert Cook. 


En el número 13 salió el último artículo de María, ‘Balbina Valverde’, un obituario de la actriz fallecida en febrero de ese año a quien había conocido en su propia casa en Madrid en algún momento indeterminado. La cordialidad y familiaridad con que parece haber sido recibida en su domicilio solamente se explica, de nuevo, teniendo en cuenta a Vital Aza, de quien fue actriz favorita. 


De ‘Isis’ solamente tengo constancia de 13 números, el último de ellos correspondiente al 26 de marzo de 1910. En cualquier caso, la revista ya no se publicaba en el mes de mayo. La fecha es indudable porque María Sánchez Miñambres recibió un ejemplar dedicado de la obra ‘Deuda Fatal’ de Lionel Dalsace en traducción directa del francés realizada por Joaquín Sánchez Pujol. Acompañaba al ejemplar una nota manuscrita de José del Busto del siguiente tenor: «León, 16 de mayo de 1910. Srta. María S. Miñambres. Mi distinguida amiga. El traductor de la novela ‘Deuda Fatal’, de Lionel Dalsace, ha dedicado el ejemplar adjunto, indicando que tiene interés en que sea leído por las colaboradoras de la difunta ‘Isis’. Siendo V. la única colaboradora que vive en León y habiéndome dado el encargo de hacerla llegar a manos de V. lo cumplo muy gustoso, aprovechando esta ocasión para reiterarle el testimonio de mi consideración más distinguida». Hay que recordar que Lionel Dalsace es el seudónimo de la escritora francesa Aimée Blech y ‘Deuda Fatal’ se considera una joya de la literatura teosófica. La traducción fue publicada por la Librería de Pueyo y el volumen lleva en la tapa posterior un anagrama diseñado por Juan Gris.


‘Isis’ fue el comienzo de una interesante colaboración de María Sánchez Miñambres en la prensa leonesa que alcanzaría su mejor momento años después con su participación en’ Vida Leonesa’.
 

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