La cal era y es un producto muy utilizado para la construcción y otras muchas actividades. Aunque ahora su procesamiento se realiza por medios industriales, en tiempos antiguos se llevaba a cabo en los llamados caleros. Para su elaboración se necesita la caliza de la montaña y el calor de la leña, por ello son necesarios tanto la piedra como la madera y es algo que abunda en esta sierra.
La ruta va a consistir en un rodeo a la mencionada sierra, comenzando en el cauce del arroyo de la Prida, que desemboca en el Esla a la altura de Valdoré, para subir por el valle del Oeste de la sierra de los Caleros y descender hacia Corniero por el valle del arroyo de las Janezas pasando por el alto de Villarente. Desde Corniero se va por la carretera paralela al arroyo del Riochín que desemboca en el Esla a la altura de Crémenes, para subir por el lado Este de la Sierra de los Caleros hasta la collada de Aviao (o Aviau), descendiendo de nuevo hacia la Velilla de Valdoré por el valle del arroyo de las Cortinas.
El ayuntamiento de Crémenes tiene un entorno excepcional de paisajes y lugares de especial belleza. Conscientes de ello han elaborado un listado de rutas clásicas y conocidas, aunque en estas mismas páginas han salido recorridos que no aparecen en esa relación.
Desarrollo de la ruta
Comienza la ruta en la localidad de Velilla de Valdoré, concretamente en la amplia plaza cercana a la iglesia y a la casa del pueblo, donde existe un mapa de rutas de la zona, una fuente y bancos para prepararse para la ruta. Se sube calle arriba en dirección Oeste, que luego sigue al Norte, saliendo de las calles recién asfaltadas a un buen camino. Poco después existe una bifurcación y se debe seguir por la izquierda, paralelos al arroyo de la Prida, pasando entre árboles y terrenos rocosos, cruzando el arroyo por un puente hasta llegar al cruce con otro arroyo menor que baja del collado de Villarente al que se va a subir.
Tras vadear el arroyo pequeño se continúa unos metros por el valle de la Prida hasta encontrar un camino que sale hacia la derecha y ahí comienza la subida al collado. El camino gana altura sin demasiada pendiente, hasta llegar a una zona donde pierde su anchura y la vegetación sólo deja espacio para un sendero que va al arroyo, lo vadea y continúa subiendo por el lado contrario, siempre como trocha para el ganado, hasta salir a unas praderas que finalizan en el collado Villarente.
Desde el collado se baja por un buen camino aunque, si presenta demasiado barro y los prados no están con hierba para segar, se puede bajar directamente por el valle hasta llegar al lado del cauce del arroyo de las Janezas para volver al camino que ya se va a seguir correctamente. En la bajada se pueden ver las Pintas y el Gilbo en determinados momentos y siempre se camina con el hayedo a la derecha.
Al final se alcanza la localidad de Corniero, donde se puede dar una vuelta hasta el tele club, para salir después por la carretera de Crémenes, que se sigue hasta el área recreativa, continuando por la carretera hasta encontrar el cruce con el señalizado camino que viene del collado de la Trébede y se debe tomar en dirección contraria, hacia la derecha hacia la Velilla, cruzando el puente sobre el arroyo de Riochín para comenzar una subida entre el bosque y bajo el pinar. Más tarde el camino se encaja bajo la sierra de los Caleros, que queda al Oeste con fuertes murallones rocosos formando la Hoz del Palomar. Se pasa un portillo de madera y el camino sigue subiendo con el hayedo a la izquierda y la roca de los Caleros en dirección derecha.
El camino asciende y, casi al final, hace una fuerte revuelta, que también se puede tomar a derecho, para llegar al collado de Aviao, desde el que hay una vista excelente, que se lleva contemplando a lo largo de la subida, de las Pintas, el Pico Montemor y la collada de la Trébede al fondo formando un hermoso paisaje de montañas, bosques y valles.
Pasado el collado, el camino continúa hasta encontrar el cauce del arroyo de las Cortinas, y solamente hay que bajar por ese buen camino dando vista al alto de la Camperona al fondo.
Casi al final de la bajada se encuentra una fuente con abrevadero, cuyo agua sale de una cueva, para pasar después por una hoz y cruzar a continuación el puente sobre el arroyo de la Prida, tras la unión del de las Cortinas con La Prida. Siguiendo el camino se enlaza con el recorrido de ida, para entrar en la Velilla y continuar hasta la plaza donde se inició la ruta, dándola así, por finalizada.
