Que Romeo y Julieta, los tristemente célebres amantes de Verona, recuperen la conciencia después de un prolongado letargo de 50 años y al despertar ni siquiera se reconozcan y se vean en la obligación de enamorarse de nuevo es un hermoso punto de partida para esta secuela tardía del clásico shakesperiano, cuya autoría corresponde al autor austriaco Eberhard Petschinka y que da pie al montaje que este jueves a las 20:30 horas con entradas a 20 euros recala en el Auditorio Ciudad de León, de la mano de dos intérpretes tan experimentados como Ana Belén y Jesús Noguero, quien sustituyó a José Luis Gómez en la última semana de representación de ‘Romeo y Julieta despiertan’ en la Sala Principal del Teatro Español. De la dirección de este original montaje, que parte de una premisa no muy alejada de la que sustenta la cinta de Richard Lester ‘Robin y Marian’, se ha hecho cargo Rafael Sánchez, interviniendo igualmente sobre el escenario un reducido grupo de músicos, que además de tocar en directo incorporan a personajes secundarios de la inmortal obra del bardo de Stratford.
Con motivo del estreno en Madrid, el equipo de ‘Romeo y Julieta despiertan’ mantuvo un encuentro con los medios en el que la actriz y cantante Ana Belén comentó, en declaraciones recogidas por Europa Press, que no se trata de ‘reivindicar’ la edad en la interpretación y sí de entender la ‘profundidad’ de los personajes de la obra de Shakespeare. «No estoy reivindicando que desde nuestra edad hagamos a Romeo y Julieta jovencitos pero es tan difícil entender la profundidad de los personajes siendo jóvenes. Se necesita un poso de vida», ha indicado la actriz, que interpreta varias canciones en la función con el acompañamiento del piano de David San José, el violonchelo de Irene Rouco y la guitarra de José Luis Torrijo, quien además interpreta al ama y al señor Capuleto en la obra.
Para el director Rafael Sánchez, la obra del autor austriaco Eberhard Petschinka habla de cómo el amor apasionado no es algo exclusivo de la juventud. «En nuestra versión la edad no pone límites a Romeo y Julieta y contamos que solo es un número abstracto que no nos debe preocupar, bueno quizás les frena un poquito la memoria o la agilidad, pero no las emociones y las ganas de vivir», sostiene Sánchez, para quien los amantes de Verona «son personajes que cada uno de nosotros llevamos dentro y que hace muchos años envenenamos y metimos en una tumba húmeda y oscura. Ellos nos enseñarán cómo despertarlos y salvarlos de la oscuridad. Porque el amor y la inspiración no están reservados a la juventud», reitera el director, reflexión que también quiere trasladar a la profesión del actor. «Vale mucho esta obra porque, como sabemos, para todos los actores y actrices, especialmente para ellas, a partir de cierta edad ya no se dan papeles interesantes. Y con esta idea tenemos la posibilidad de poner esta generación en la escena y aprovecharnos de todo lo que saben y dan».