Carande es uno de los lugares que no quedó bajo las aguas del pantano, debido a su mayor altitud, lo que sí ocurrió con la localidad próxima de Salio. Entre las rutas de pequeño recorrido, señalizadas en la provincia leonesa, la del valle de Salio fue una de las programadas, aunque en estos momentos en algunos puntos se encuentra algo descuidada. El camino que se va a hacer coincide en algún tramo con esa ruta y es un sendero local con el nombre de SL-LE 7.
La ruta de la mitología leonesa ha partido de una serie de personas de la localidad interesadas en atraer visitantes a este entorno tan hermoso y han contado con la colaboración de profesionales que han trabajado en la elaboración de las figuras, la señalización del trazado y el diseño de los paneles de cada uno de los puntos destacados en el recorrido. Además el Grupo de Acción local de Riaño ha financiado el proyecto. El mantenimiento correrá a cargo del ayuntamiento de Riaño que ha colaborado en el desbroce y acondicionamiento del mirador del Reñoberu y ha colocado un banco rústico de roble en el lugar.La ruta es circular y se puede realizar en cualquiera de las dos direcciones posibles, aunque la que aquí se propone es porque se considera una subida suave y prolongada y un descenso más rápido, lo que la hace más cómoda. Es importante no salirse del recorrido ni internarse en los hayedos, porque además de las posibles pérdidas se atenta contra la integridad del bosque.No es una ruta ni larga ni complicada por lo que muchas familias con niños la pueden realizar con el aliciente además de encontrar una serie de personajes mitológicos leoneses explicados en los paneles informativos.Debemos agradecer la información recibida de las personas de la localidad, en especial de Camino Gutiérrez que la aconseja a quienes deseen realizarla, la cuida y difunde entre los interesados.La ruta comienza en la localidad de Carande, y si se accede con vehículos, es preciso dejarlos a la entrada, donde hay un espacioso aparcamiento, y no entrar con los coches en la localidad.Sin pasar por el casco urbano se toma un camino que va por la izquierda en dirección suroeste hasta llegar a un arroyo que se cruza y tras el puente se encuentra una fuente con abrevadero, donde se puede aprovisionar el caminante de agua. A continuación hay un panel informativo con el plano y características de la ruta.
Luego solamente queda seguir el camino que asciende ligeramente con vistas al embalse y a la localidad del nuevo Riaño con la ermita de Quintanilla en primer término y las montañas que lo rodean al fondo, los bordes del camino son de matorral con algún árbol entre las escobas y el de la izquierda, durante un buen trecho, desciende hacia el pantano. Tras algo más de un kilómetro, se enfila una cuesta para llegar a una colladina desde donde se ve enfrente el cueto de Valdecolina. El camino finaliza en unas hermosas praderas y hay que descender por una senda hasta casi la base de dicho cueto, hermoso en otoño por su hayedo, y seguir por el arroyo del mismo nombre en dirección ascendente, ir entre unos prados para vadearlo bajo las hayas e internarse en el hayedo encontrando poco después la primera figura talada en motosierra, la vieja del monte, que se encuentra en una ladera con su panel explicativo. Continuando por las inmediaciones del reguero Valdecolina se cruza para tomar el ramal que baja por la izquierda, que es el que hay que seguir, donde poco después se encuentra la figura del trasgo sobre una peña al lado de un grupo de hayas.
A continuación se sube entre las hayas por la cuesta de Pelencinos, arroyo arriba hasta llegar a la collada de Riosol ¿o tal vez Risol?, donde finaliza el hayedo y se baja por unas praderas para enlazar con el camino que va al valle de Salio, localidad que está hoy bajo el pantano. Se puede bajar un poco si se desea hasta la fuente, pero hay que seguir el camino hacia arriba, ascendiendo por una cuesta que se vuelve a internar en el hayedo hasta llegar a una zona más alta donde hay un desvío que, va a la siguiente parada la de la mora después de 100 metros de bajada, y en estos momentos se encuentra al lado de una pequeña laguna rodeada de hayas, colocada sobre una roca que domina el espacio.Volviendo por el mismo sendero hasta el camino se sigue para llegar a la siguiente parada, la del diablo o diañe, el desvío es mucho más corto que el anterior y se encuentra en una ladera bajo el camino. Volviendo al mismo, se sigue en continuo y suave ascenso hasta llegar a un alto desde donde se puede contemplar una excelente panorámica si el tiempo está bueno y el caminante se desvía un poco a la derecha, hacia la Colladina del Medio para llegar al mirador del Reñoberu. Se pueden ver las montañas de las Pintas, el Gilbo, el Yordas, el Pandián y los montes de alrededor.Volviendo al camino comienza la bajada hasta llegar a un cruce con el camino que sube a las antenas del Canto de la Cerra. Hay que bajar y pronto se encuentra una portilla que estos días está abierta, pero conviene dejarla como se encuentre.A continuación se baja por un camino bastante abierto desde el que, en un punto determinado, se ve perfectamente el paisaje con las montañas que envuelven la zona y abajo el punto de inicio a donde se llega tras descender por ese camino, pasando por una zona de praderas y después entrando en la localidad de Carande donde finaliza la ruta.
Ruta de la mitología leonesa
La ruta ha partido de una serie de personas de la localidad de Carande interesadas en atraer visitantes a este entorno tan hermoso y han contado con la colaboración de profesionales
30/10/2020
Actualizado a
16/05/2022
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