Esta ruta no se desarrolla concretamente por zonas de montaña, aunque no le faltan atractivos al transcurrir por un bonito entorno natural, muy cercano a la capital leonesa, y que de realizarla en primavera u otoño sorprenderá gratamente, ofreciendo un recorrido variado por caminos rurales y sendas que transcurren a través de praderas, robles, encinas, castaños y un matorral mixto de escobas, brezos y piornos, que cobran intensidad con la floración primaveral, al tiempo que se van a encontrar fuentes y manantiales que invitarán a detenerse y a escuchar y observar una avifauna singular, como jilgueros, herrerillos, mirlos, abubillas, o los cucos, cuyo canto es continuo en la eclosión primaveral. También es fácil distinguir varias rapaces, como milanos, ratoneros, gavilanes, cernícalos o el águila calzada, que tiene en los abundantes conejos su principal fuente de alimentación.
De hacer la ruta temprano y en silencio no es difícil sorprender a los corzos pastando en las camperas, y siempre se encuentran rastros de jabalís, tejones, zorros, o incluso alguna huella del paso del lobo. En una iniciativa municipal se diseñó una ruta de senderismo en cada uno de los cuatro pueblos del municipio, Carbajal de la Legua, Pobladura del Bernesga, Azadinos y Sariegos, siendo en la última de esas localidades, la del mismo nombre que el municipio, donde se va a encontrar una de las más atractivas, aunque es interesante siempre conocer cualquiera de ellas, ya que plantean distancias diferentes y transcurren siempre por un entorno natural que garantiza un agradable recorrido.
La Ruta de Las Fuentes de Sariegos plantea un trazado circular de 12 kilómetros, con escaso desnivel positivo (170 m), cuyo punto de salida se sitúa en la explanada que hay frente al pabellón de deportes y donde también se encuentra el panel descriptivo de la ruta.
Es conveniente auxiliarse de algún dispositivo GPS en el que previamente se haya descargado el recorrido, se puede descargar desde la web del ayuntamiento de Sariegos (también el díptico de la ruta con información de utilidad) o a través del código QR que se encuentrar en el panel explicativo del punto de inicio, ya que en algunos puntos han desaparecido alguna de las señales de madera originales. En caso de pérdida no debería tener ésta mayores consecuencias, ya que se intuye con facilidad la dirección a la que apuntan cualquiera de sus caminos, pero portar algún elemento de orientación ahorrará retrasos y evitará sustraer de la visita de alguno de los puntos de interés.
El recorrido transcurrirá por anchos caminos, sendas y veredas, lo que unido al escaso desnivel que presenta, simplificará la tarea de los encargados de conducir las sillas todoterreno adaptadas, que discurrirán sin dificultad por todo el trazado, y si acompañan personas con discapacidad visual podrían hacerlo simplemente agarradas a sus guías, de forma más autónoma, por tanto, sin el uso de la barra direccional, ya que no se va a encontrar ningún tramo muy técnico ni peligroso. También se puede realizar en bicicleta de montaña o realizando marcha nórdica, modalidad esta última que cada vez cobra más adeptos, que utilizan los montes de Sariegos como escenario de su práctica deportiva. En el caso de querer ir con perros, sería conveniente que fuesen atados para no interferir con las tareas de pastoreo.
Desarrollo de la ruta
Partiendo de la plaza frente al pabellón de deportes se sale en dirección norte por la calle de La Requejada, en el lateral del campo de fútbol que se observa desde el punto del inicio, hasta llegar a la calle Real, la calle principal del Pueblo, donde también se halla un cruce que sale en dirección oeste a través de la calle de Valdepegos, que es precisamente el nombre del valle que se encuentra al final de esa calle, y que se va a remontar en su totalidad, comenzando a través de un camino rural y atentos a una variante que permitirá cambiar a una senda estrecha que circula por la parte derecha del camino y paralelo al mismo.
A unos dos kilómetros del punto de salida, se puede ver la primera fuente, a la izquierda del camino, denominada Viña Cerrada. Se sigue el camino y se va a ignorar otro que sale a la izquierda, continuando por el más estrecho que continúa a través del valle de Valdepegos, por el itinerario más sugerente. Se van a encontrar por todo el valle algunas pequeñas casetas pintadas de blanco, que dan servicio a la captación de aguas del pueblo, y allí se debe buscar la fuente Huerta Gabino, que indica un cartel, que resulta ser un manantial escondido entre la pradera y el pinar.
Algunos de los parajes que se recorren cuentan con su nombre escrito en carteles de madera, una encomiable iniciativa vecinal que sirve para no se pierdan las denominaciones toponímicas de los distintos lugares, y que servían para identificar un punto concreto dentro de un extenso término. Se pasa después por una charca que se encuentra a la sombra de un pino, alimentándose de las aguas de la inmediata fuente de La Tía María. Continùa el camino remontando el valle en el que se van a encontrar tres fuentes más y otra para la que hay que tomar un pequeño desvío, la fuente de Verdules, cuyo sendero de acceso lo marca una vereda que sale en dirección norte, a la derecha de un pequeño banco de madera que se asienta sobre un roble.
Acabado el valle de Valdepegos, el camino seguirá en dirección sur por un cortafuegos que bordea un pinar y que cruza posteriormente un ancho camino rural (el punto más elevado de la ruta), antes de seguir bordeando el límite del pinar hasta llegar a un cruce en el que se percibe una senda estrecha que parte a la derecha y desciende entre los árboles hasta el fondo de un valle en el que hay encinas y robles de buen porte, para luego transcurrir por su vaguada, en tranquilo descenso, hasta convertirse después en un camino rural más ancho entre la arboleda, que llevará a la fuente de La Abejera o de La Vejera, a cuya vera hay una mesa y unos bancos de hormigón y donde bien se puede descansar un rato para comer algo. Desde allí se puede acortar la ruta descendiendo por el valle de la Cotada Vieja, lo que constituye un atajo. De no ser así, se debe continuar por la ruta señalizada hasta el ancho valle de la Cotada Nueva, bajando por la única senda que se encuentra, en dirección este, una senda que tras dejar a la derecha un pinar, irá mejorando su firme y tendrá ya la consideración de camino rural y que se sigue en la misma dirección, hasta una bifurcación en la que se opta por el camino de Las Coronas, a la izquierda, aunque de haber confusión también la otra opción conducirá de regreso al pueblo de Sariegos sin haber hecho mayor distancia. La entrada al pueblo por el camino de regreso lleva directamente a la zona del pabellón de deportes, punto de salida de la ruta.