Lo que parecía una mesa redonda entre mineros, y así se había convocado, fue convirtiéndose poco a poco en una trampa que terminó por hacer protagonista a quien, parafraseando sus propias palabras, más bien parafraseando las de uno de los personajes que él nos ha descubierto al resto, «nunca malició que sería el principal». Nuestro compañero Fulgencio Fernández recibió este sábado en el Museo de la Minería y la Siderurgia de Sabero un merecidísimo homenaje.
Su director, Roberto Fernández, fue el artífice de esta iniciativa, con un razonamiento de lógica aplastante: «Durante años, aquí venían siempre a ayudarnos con las actividades culturales Lolo, Juárez y Fulgencio, y hoy de ellos sólo queda vivo Fulgencio. Si algo aprendí de todo aquello, es que los homenajes mejor no sólo en vida, sino en activo, como está Ful, que aún le queda mucho por trabajar y a nosotros por leerle. Lo hemos hecho desde el cariño y desde la amistad, una reunión de amigos a lo grande».

Era complicada la misión. No porque falten amigos de Fulgencio, precisamente, que todos se alegraban tanto del homenaje como de haber sido avisados para participar en él, sino porque son tantos, por tantos rincones de la provincia, que era imposible contar con todos: siempre se iba a olvidar alguno. Desde aquí, perdón a los que les hubiera gustado estar pero no se enteraron, pero el planteamiento del Museo fue desde el primer momento que se tratase de un acto ‘sorpresa’ ya que, de otro modo, el protagonista se hubiera escurrido... Diego Gutiérrez y Antonio Manilla fueron los encargados de abrir y cerrar el acto, llevando al escenario una canción tradicional de Cármenes para abrir boca y cerrando con el clásico himno de la montaña.
El caso es que la misión era complicada por la cantidad de temas que Fulgencio Fernández, a lo largo de su trayectoria, ha abarcado en sus singulares crónicas, artículos, reportajes... Lo que sea, porque escriba lo que escriba, y le queda mucho por escribir, lo hace con un estilo personal, cercano, comprensible, sensible. Por mucho que cambie el periodismo, los temas de Fulgencio siempre son los más leídos. Precisamente en torno periodismo giró el primero de los ‘capítulos’ del evento celebrado este sábado, con la presencia de Chechu Gómez, de la Cadena Ser, Carlos J. Domínguez, de Ileon, y de quien ha sido durante décadas su compañero en muchos de los viajes por la provincia,el fotógrafo Mauricio Peña, a quien el Ayuntamiento de León concedió esta misma semana la Insignia de Oro de la ciudad en reconocimiento a su trayectoria.
Tras el periodismo, llegó el turno de la literatura, y allí estaba presentes numerosos escritores, varios de ellos también de Cármenes, como José AntonioLlamas, Ángel Fierro o Antonio Manilla, además del gran Paco Flecha. No pudieron acudir pero enviaron vídeos con cariñosos saludos para él José María Merino, Luis MateoDiez, JuanPedro Aparicio y Julio Llamazares.

Después llegó el turno para el deporte, así, en general, porque a lo largo de su trayectoria Fulgencio Fernández ha hecho mucho más que crónicas de lucha leonesa, aunque sin sus crónicas este deporte no sería lo mismo. El escenario se llenó de leyendas. Participaron, entre otros, Juanín García y Clemente Fuertes, y Antonio Barreñada le hizo entrega de un cinto en reconocimiento a su apoyo a los aluches. La mina, como no podía ser de otra manera, fue el siguiente de los temas, y de ello hablaron algunos de los que caminaron con él en la Marcha Negra del 92. Más tarde, el relevo lo tomaron los representantes de lo que se podría definir como cultura tradicional, con la presencia de Mario el Jilguerín de Casares, ManoloFerrero, Gary Ferrero y Manuel Fresno, cura de Olleros y promotor de su semana cultural.

Las biografías de mujeres que Fulgencio ha recuperado no podía faltar, y sobre el escenario estuvo la profesora y escaladora Ana Isabel Martínez de Paz, para presentar un precioso documental realizado junto a Isidoro Rodríguez Cubillas y César de Prado Malagón, en el que se destaca esa faceta suya recuperando a leonesas y pioneras. Isabel, de Casetas, y Carmen Mallo, de Murias de Paredes, también estuvieron representadas en este apartado, que dio paso en el micrófono a Borja Grant, uno de los que en su día fuera protagonista de uno de sus reportajes y con quien le une una complicidad muy especial, además de un vídeo de inclasificable Miguel Yuma. La entrega de diferentes regalos por parte de su mujer y sus tres hijos cerró un acto hecho por amigos para un amigo de infinita generosidad.