San Juan de Dios pone en marcha el 'Programa de refugio creativo'

El Programa de Protección Internacional de la entidad presentó las 'Residencias artísticas Ana Mendieta' de la mano de la dinamizadora sociocomunitaria Ánxela Blanco

11/11/2024
 Actualizado a 11/11/2024
El cartel de la iniciativa y la dinamizadora sociocomunitaria, Ánxela Blanco. | L.N.C.
El cartel de la iniciativa y la dinamizadora sociocomunitaria, Ánxela Blanco. | L.N.C.

El Programa de Protección Internacional (PPI) de San Juan de Dios de León, con sede en La Fontana, en el barrio de Armunia, ha impulsado un camino de innovación en el ámbito de la intervención como resultado de la sinergia entre atención social, las artes y sus herramientas artísticas. En este sentido, ha puesto en marcha el ‘Programa de refugio creativo. Residencias artísticas Ana Mendieta’ en el marco de una “línea experimental” que, en palabras de Ánxela Blanco, dinamizadora sociocomunitaria del PPI, “pretende abrir la mirada sobre los procesos migratorios transformando situaciones críticas en oportunidades de crecimiento conjunto: de la comunidad, la institución y el territorio de acogida, de la persona o familia en tránsito”. “Y del artista”, según ha reflexionado.

En el año 2023 el PPI acompañó a 279 personas en fase de acogida y a otras 87 en fase de autonomía, personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional de una veintena de nacionalidades distintas. Personas refugiadas por conflictos armados, políticos y económicos o por cuestiones de orientación sexual. En la antigua residencia universitaria de La Fontana viven 76 de ellas, de todas las edades, colores de piel, idiomas, niveles educativos y confesiones religiosas. Principalmente, familias y adultos jóvenes que esperan el permiso de trabajo para poder tener su primer contrato laboral y una casa propia.

La Fontana, con su teatro de 146 butacas, ha levantado el telón a la creación con un ‘Programa de Refugio Creativo’ que fue presentado el 7 de noviembre en las 16ª Jornadas de Inclusión en las Artes Escénicas del INAEM, que este año se celebraron en Tarragona. Bajo el lema ‘Del ensayo al acto’, esta edición asume el reto de reforzar la idea de que la participación ciudadana en las artes es un derecho más –también para las personas y colectivos en riesgo de exclusión social-, que debe ser fomentado por quienes tienen la responsabilidad de hacerlo.

 

‘En búsqueda del origen’ como fuente de inspiración

Según ha explicado Ánxela Blanco, el pasado mes de mayo un grupo de mujeres del PPI y del barrio de Armunia (“muchas de ellas nunca habían pisado un museo”) disfrutaron, en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), de una visita guiada a la exposición ‘En búsqueda del origen’, dedicada a Ana Mendieta (1948-1985), una artista multidisciplinar estadounidense de origen cubano que hizo de su cuerpo un campo de batalla. “Ella, que también fue refugiada, consiguió en el contacto con la tierra, con la naturaleza, curar el duelo migratorio y hacerse parte del nuevo territorio”, ha precisado la dinamizadora sociocomunitaria del PPI en relación a la inspiración del programa de residencias artísticas.


Experiencia piloto en 2023

El presente ‘Programa de refugio creativo’, que tuvo una experiencia piloto en el verano de 2023 de la mano de la compañía de danza gallega Disiden.cía, busca dar impulso a investigaciones sensibles. “Necesitamos alegría, sabiduría colectiva y creatividad en esta titánica y compleja tarea de acompañar al que llega y también al que recibe. Y, para ello, disponemos los medios que tenemos a nuestro alcance”, ha señalado Ánxela Blanco esperanzada en dar abrigo a “proyectos con sensibilidad social que trabajen contenidos clave como la inclusión, la integración, la aculturación respetuosa, la diversidad, la sostenibilidad social, la paz, la tolerancia, la riqueza de la pluralidad y la convivencia democrática”.

Investigaciones y creaciones escénicas, audiovisuales, musicales, plásticas, filosóficas o literarias, en cualquiera de sus fases, tendrán cabida en este ‘Programa de refugio creativo’. Procesos que “agradezcan ser atravesados de esta intensa experiencia, a cambio de hacernos parte de alguna manera”. Así, las personas beneficiarias, hasta un máximo de cinco, desarrollarán una propuesta de intervención con la comunidad que “imaginen infinitos y originales caminos hacia la inclusión y para la integración, y hablen de interdependencia, ayuda mutua o justicia social”.

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