La tradición se remonta al año 1762, cuando las calles neoyorkinas se tiñeron de verde para festejar por el día del patrón de Irlanda debido al alto número de inmigrantes isleños en el continente americano. La costumbre fue trascendiendo divertida las fronteras de la mano de la figura de un pequeño duente portador de un trébol de tres partes iguales, a modo de la alegoría de la Santa Trinidad.
El espíritu religioso fue tomando formas ociosas de la mano de los cientos de miles de personas que, cada 16 y 17 de marzo, salen a la calle para conmemorar la muerte de San Patricio. En Madrid, este sábado será la segunda vez que el folclore irlandés se preste a una puesta de largo de la mano de los quinientos músicos, gaiteros, pandereteros y percusionistas que recorrerán la Gran Vía de la capital española.
De entre todos ellos, no son pocas las agrupaciones procedentes de León o relacionadas con la provincia que acuden a desfilar de la mano de sus banderas. El Grupo de Gaitas de la Escuela Municipal de Música Beatriz Osorio de Bembibre, la Agrupación de Gaitas Virgen del Camino y el Grupo Folclórico Cultural Alegría Berciana se suman a la celebración bajo la dirección de Rafael Busto Ferrero. La formación de gaitas y percusión Zarzagán no falta a la conmemoración por San Patricio, llevando consigo la música de Boñar, Villas Frías y otros himnos históricos que cantan ‘Todos somos de León’.
Zarzagán es sólo uno de los numerosos grupos que se unieron al encuentro de música tradicional deFelechas de León, que contó también con la participación de otras formaciones como Zarrabete Gaiteroak de Pamplona, Espalladorio de Llodio y la banda Alborada, de la Casa de Castilla y León de la comunidad navarra y así lo indican desde el hogar regional. Todas ellas acuden este sábado a la capital madrileña bajo la tutela de Carlos Antón y con el nombre de Gaiteros de Felechas, un conjunto de expedición que agrupa a un total de veintisiete músicos, entre gaiteros y percusionistas que perfilan el carácter leonés en esta festividad irlandesa afincada en Madrid.
De esta forma, las gaitas y ritmos leoneses tienen su representación en el día más verde del año. Todo, a modo de celebración de la cultura de esta isla de origen celta que, cada año, demuestra su riqueza en lugares alrededor de todo el orbe.