El papel de los puentes en el Camino de Santiago y en especial del que desde la Edad Media facilitó el cruce del río Órbigo, entre Santa Marina y Benavides de Órbigo, fue el protagonista del encuentro celebrado el pasado viernes en Santa Marina del Rey.
En el evento intervinieron el presidente de la Asociación de Municipios del Camino de Künig a Santiago, Francisco Javier Álvarez; el de la Asociación de Amigos del Camino de Künig, Tomás Álvarez, y el Trío Scherzo, que cerró la tarde con un recital de música.
El encuentro forma parte del IV ciclo cultural que organiza la Asociación de Amigos del Camino de Künig, con el apoyo de la de Benavides por ser villa y los ayuntamientos de Santa Marina del Rey y Benavides de Órbigo, y que se desarrolla durante los meses de julio, agosto y septiembre en las dos poblaciones leonesas.
Abrió el encuentro Francisco Javier Álvarez, quien explicó que la referencia a los puentes tenía una lógica especial, porque el ciclo está orientado este año a difundir el Memorial de Benavides al rey Carlos I, en el que se pide apoyo real para mejorar diversas infraestructuras de la Ribera del Órbigo, entre ellas el puente sobre el río que une a la villa con Santa Marina del Rey, y por el que “vienen y van” a Santiago los peregrinos y romeros.
Francisco Javier Álvarez, que une a su cargo de titular de la Asociación de Municipios de Künig el de alcalde de Santa Marina, confirmó que este otoño se iniciará la señalización de la senda que recomendó el monje Hermann Künig para hacer el recorrido entre León y Ponferrada.
A continuación, Tomás Álvarez, presidente de la Asociación de Amigos de Künig, pronunció una conferencia en la que recordó el recorrido del monje alemán, desde su convento de Vacha, en Turingia, Alemania, y que le permitió elaborar la primera guía para peregrinos santiagueños escrita en la historia.
Por primera vez en la historia, Künig tuvo la feliz idea de hacer un texto con distancias, caminos, puentes, peajes, cambios de divisas, tratos en los centros de hospitalidad, etc. en lo que no sólo constituyó la primera guía escrita para el peregrinaje, sino también la primera guía de viajes con concepción moderna.
A esta innovación se unió el momento histórico, cuando empezaba a popularizarse el uso de la imprenta, lo que posibilitó que se tenga conocimiento de la existencia de al menos cinco ediciones entre 1495 y 1521, fecha clave en la que se consolida la Reforma protestante, que pondría fin a la edad dorada de la peregrinación centroeuropea.
A la salida de León, Künig recomienda al peregrino que tome el Camino de Santa Marina del Rey, villa del centro geográfico de la actual provincia de León, que entonces contaba con dos centros de atención al peregrinaje. El itinerario continuaba por única senda que permite el paso de la Montes de León “sin subir montañas”; vía que discurre a través de la Cepeda para alcanzar el valle del río Tremor en Cerezal, donde había un convento franciscano y un centro de hospitalidad.