Sentirse seguro

Por José Javier Carrasco

24/04/2024
 Actualizado a 24/04/2024
‘El buey desollado’, cuadro de Rembrandt. | MUSEO DEL LOUVRE
‘El buey desollado’, cuadro de Rembrandt. | MUSEO DEL LOUVRE

En la década de los 50 una enfermedad de la tribu Fore de Papúa Nueva Guinea, el «kuru», atrajo la atención de la comunidad científica. La afección, una de las encefalopatías espongiformes transmisible, había causado la muerte de la mitad de las mujeres y niños de la tribu. Se creyó en un principio hereditaria, pero el examen del tejido de los cerebros de los fallecidos reveló cavidades espongiformes. El médico estadounidense Carleton Gajdusek dedujo que eran las señales evidentes de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob, y logró establecer que la patología la causaba un prion. Otra variante de encefalopatía espongiforme es la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), la enfermedad de las vacas locas, causada por priones de proteínas renegadas o infecciosas. El primer caso se observó en una granja al sur de Inglaterra en 1985. El año 2000 hacía su aparición en España en la localidad de Carballedo (Lugo). La EEB se trasmite a los humanos al consumir carne de vacuno intoxicada y no existe para ella cura, tratamiento ni vacuna. Los síntomas se manifiestan con señales de ansiedad e insomnio, además de dificultades motoras, del habla o trastornos de la visión. El largo periodo de incubación, entre cinco y diez años, añadía una nota literaria de muerte aplazada a una epidemia que llevó a muchos a prescindir de comer carne y hacerse vegetarianos. 


De las aproximadamente dos millones y medio de vacas que se sacrifican anualmente como media en España, una de ellas es la protagonista de ‘Sacrificada’, relato de Victor Fuertes Caballero aparecido en La Nueva Crónica el 4 de septiembre de 2022, y que me permito invitarles a leer porque creo que merece la pena. Nuestra vaca no es una de esas reses de las cerca de 70.000 granjas con vacas nodrizas (destinadas a la cría de terneros) repartidas por España (de las más de 3.000 con un número superior a 100 nodrizas, unas 1.200 se encuentran en Castilla y León), responsables junto al resto de ganado bovino del 3, 69% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país, sino una criatura de otro tiempo, cuando las vacas trabajaban el campo: «Reconozco que he pasado toda mi vida haciendo lo que se esperaba de mí. Nunca dije no a nada de lo que me pidieron. O quizá no tuve opción. Me utilizaron, humillaron, vendieron, pase de mano en mano y nunca levanté la cabeza. Me partí el lomo trabajando para que ellos pudieran comer y, ahora que las fuerzas ya no me acompañan, ¿es este el justo pago que merezco?». ‘Sacrificada’ es una hábil metáfora del destino de muchos seres humanos contado por quien sabe que va a morir. 


Lo que le espera a la vaca de ‘Sacrificada’ una vez se cumpla su destino es lo que muestra el cuadro de Rembrandt ‘El buey desollado’, que cuelga de una de las paredes del Museo del Louvre. Un buey abierto en canal, crudo y elocuentemente real, suspendido de un travesaño de madera en una habitación en penumbra con una figura de una mujer asomando al fondo por una puerta, como constatación de la separación infranqueable entre dos miradas, la del espectador del cuadro y la del personaje retratado. Esa naturaleza muerta está muy lejos del clima idílico de los bodegones con frutas (la mayoría de la crítica lo considera una pintura de género debido a esa presencia femenina). Pintado en 1655, poco antes de la bancarrota del artista, parece presagiarla, denunciar el mundo sin concesiones, violento y descarnado, que se le viene encima. Como comenta Hauser en su ‘Historia social de la literatura y el arte’: «Hay artistas que únicamente se sienten seguros en libertad, pero los hay que solo pueden respirar libremente en seguridad. Del ideal de unir libertad y seguridad estaba en todo caso muy lejos el siglo XVII». Rembrandt al dejar de contar con el apoyo de la burguesía opta por una libertad expresiva que le condena. Anticipa la pintura por venir a costa de sacrificar su seguridad material. 
 

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