Sol y libros

El pregón del crítico y profesor José Enrique Martínez abrió la XXXVIII edición de la Feria del Libro de León que, un año más, no ha tirado la casa por la ventana y recurre a autores locales que, por suerte, son muchos e interesantes

Fulgencio Fernández
10/05/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Una de las casetas de la Feria del Libro de León que este sábado comenzó sus actividades en la plaza de San Marcelo, hasta el domingo 17. | MAURICIO PEÑA
Una de las casetas de la Feria del Libro de León que este sábado comenzó sus actividades en la plaza de San Marcelo, hasta el domingo 17. | MAURICIO PEÑA
Los responsables de laFeria del Libro de León —no se si lo hacen— deberían hacer como los agricultores de la provincia, que el único programa de la tele que no perdonan es el tiempo. En ello les va la cosecha.

Y la cosecha de la Feria del Libro también está en manos del Mario Picazo de turno. En una jornada como la de ayer el sol es su tabla de salvación pues el programa, una vez más, otro año más, no es un prodigio de imaginación ni, por supuesto, de tirar la casa por la ventana. Parece que se ha instalado el conformismo y los libreros montanlas carpas, las administraciones tiran de una racanería impropia y, otra vez, los escritores locales —muchos y buenos—muestran su generosidad, acuden a las firmas y presentaciones, llevan a amigos y colegas...

Y todo esto en una tierra que si hay una industria «potente y puntera»es precisamente la de la literatura. Tal vez se lo podían comentar hoy al candidato Silván, que ha anunciado que va a visitar la Feria. Él, que ha vivido en Valladolid, sabe bien lo que es apostar por una Feria del Libro en condiciones.

Pregón optimista


La Feria arrancó en la mañana de ayer, unas horas después de dar a conocer el programa. El encargado de pronunciar el pregón fue el profesor de la Universidad de León y crítico literario José Enrique Martínez, quien estuvo arropado por el concejal de Cultura, Juan Pablo G. Valadés, y el diputado del área, Teodoro Martínez.

Ante el escaso público congregado el profesor Martínez ofreció un pregón optimista, cimentado precisamente en la realidad incuestionable de que León es una tierra privilegiada en el campo de la literatura. No se refirió solamente a los nombres ya consagrados, en la mente de todos, quiso hacer especial referencia a «un importante plantel de literatura joven que es realmente interesante».

Otros aspectos que abordó fueron los de la lectura y la investigación o estudio. El título de su pregón, ‘La memoria de nuestra historia’, se refería precisamente a los estudiosos de la literatura, a los investigadores. «Un reconocimiento a las personas que están detrás de los estudios y a los investigadores que buscan para contar y dar sentido a los hechos», argumentó el profesor José Enrique Martínez.

También fue optimista su mensaje en referencia a la costumbre o no de leer. Es de sobra conocido que, a bote pronto, se repite que se lee poco y se añade que «entre los jóvenes aún menos». No lo compartió en su pregón y explicó, como punto final a un lúcido repaso a la historia del libro, que «niego eso que se suele decir que de los jóvenes hoy no leen». Habría que matizar que sí lo hacen, pero «de otra manera y en otros formatos», en referencia fundamentalmente a los nuevos formatos digitales.

Se mostró convencido de que el libro tradicional «no ha desaparecido ni desaparecerá, pero no podemos pasar por alto la ‘competición’ que existe con el libro electrónico, que va a ser enorme en el futuro, porque con este formato todo es más fácil para los lectores» e, incluso, reconoció que muchos de losescritores «se están adaptando», a pesar de que muchos de ellos habían mostrado muchas reticencias a hacerlo.

Y después del pregón, con las casetas de libros ya abiertas, los descuentos que corresponden a estas fechas, un sol que invita a pasear, bares cerca de la feria... comienza la actividad. Jesús Díez con un nuevo libro en el que prima la fotografía, ‘Miradas en lo invisible’, y Emilio Gancedo con su catálogo de personajes son los primeros en sumarse a la fiesta.

Gregorio Fernández Castañón ejerce de padrino de Jesús Díez Fernández, como viejo amigo, como ribereños del Curueño, una cercanía que hace que Jesús «celebrara cómo Gregorio ha entendido perfectamente la filosofía del libro, ha sabido mirar dentro de él».

Jesús Díez Fernández reconocía, (ver entrevista en la última página), que son los escritores los que más hacen por esta feria y echaba de menos algo más de atención.

Y Emilio Gancedo siguió corroborando la excelente acogida que están teniendo sus ‘Palabras mayores’ y agradecía, sobre todo, las palabras de algunos mayores que se han visto perfectamente reflejados en este volumen que recoge un reportaje con ilustres y anónimos personajes de todo el país, uno por comunidad.

El día grande


Habitualmente el ‘día grande’ de la Feria del Libro es el primer domingo (no quiero insistir en lo del tiempo). Son muchos los leoneses que hacen pasar el itinerario de su paseo por la plaza de San Marcelo. También la organización ha apostado por esta jornada y en la mañana de hoy presenta otro libro que está teniendo una excelente acogida, el de relatos de David Rubio, ‘Los cuatro palos del tiempo’, que además estará apadrinado por uno de esos escritores leoneses con evidente gancho entre los lectores, Julio Llamazares.

El escritor de Vegamián tendrá un domingo de ‘dobletes’. Hará doblete presentando por la mañana el libro de Rubio y firmando ejemplares por la tarde de sus nuevas obras. Yahí también hace doblete pues están recientes dos, ‘Diversas formas de mirar el agua’ y la reedición ilustrada por Antonio Santos ‘El entierro de Genarín’.

Las ‘nanas’ de Teyo Prado, el libro de poemas del editor editado (Joaquín Alegre)con su ‘Cuaderno de arena’ y la presencia del ilustrador de ‘El entierro de Genarín’ ,dentro del proyecto Ilumina (que es la exigua colaboración de la Junta)son otros alicientes de esta jornada destinada a ayudar a que esta XXXVIIIedición de la Feria del Libro intente levantar el vuelo.
Lo más leído