Sorriba recupera el Pozo de hielo, su "nevera comunal"

Cuando se pusieron de moda (ya hace más de una década) aquellos foros de los pueblos en Internet —acompañados casi siempre de viejas fotos de vecinos, costumbres y tradiciones —también Sorriba del Esla tenía el suyo, lleno de críticas e ideas y un vecino escribió: «Yo lo que propongo recuperar es la ‘nevera’. Algo poco conocido en la zona y que necesita explicación. Se trata de una construcción de fecha indeterminada con la finalidad de servirse de un congelador comunal para la matanza. Recogiendo la nieve de la cuesta en el pozo, al congelarse se convierte en hielo del que después se aprovechaba todo el pueblo. Con poca inversión en prepararlo y cercarlo. Así se podría poner en valor nuestra propia historia».

Era 2009. Ha tardado pero el vecino —y otros que se sumaron a su idea— acaban de recibir una alegría en forma de noticia cercana vinculada a una ayuda de la Consejería de Cultura de la Junta. La noticia dice que «la Consejería,a través de fondos desconcentrados en la Delegación Territorial de León por importe de 28.679,40 euros, pondrá en marcha las obras de señalización y restauración del Pozo de Hielo, ubicado en una parcela de la Junta Vecinal de Sorriba del Esla». No hacía falta, como se ve, tanto dinero para recuperar una parte de la historia reciente y un ejemplo del ingenio de los pueblos para arreglarse en sus necesidades, pera tener «una nevera comunal» sobre todo para las matanzas, que ya sería triste que faltara el hielo en la montaña.

Los pozos de hielo existieron en diversos pueblos de la montaña, en huecos como el de Sorriba, o en cuevas, como ocurre en el cercano pueblo de Argovejo, con el mismo nombre, en este caso con el nombre de Pozo de nieve. Una historia vinculada a la montaña y León con larga historia, como recupera José Vicente Pascual en su novela‘La hermandad de la nieve’ que recuerda la curiosa historia de tres generaciones de leoneses —los de la hermandad— que en el siglo XVI se hicieron ricos en Granada dedicados «al oficio del hielo y de transportar nieve desde ‘los pozos de hielo y nieve del Muley Hacén (Mulacén) a Granada».

Le llamamos la nevera y su finalidad era servir como congelador comunal para la matanzaLa misma historia que late en Sorriba en forma de olvidado pozo que ahora se va a recuperar pues, explica el informe de la restauración: «La intervención consistirá en la consolidación del cerramiento del pozo de hielo, tanto en sus paños como en la coronación, la retirada de escombros hasta el fondo del pozo y la protección del riesgo de caídas a distinto nivel mediante cerramiento ligero de piezas de madera hincadas en el terreno. También se dotará de señalización y una mesa explicativa sobre el uso tradicional del mismo». Añade que los lugareños datan su origen en el año 1714.

Y sobre el estado que presenta en la actualidad señala el citado informe, base de la ayuda recibida, que «los restos de los paramentos del edificio se difuminan con el terreno circundante en su coronación, de manera que resulta difícil establecer su cota más elevada. La construcción presenta el aspecto de un socavón o agujero de forma cilíndrica, de unos tres metros de diámetro aproximadamente».

Pronto un aliciente más para acercarse a Sorriba... Y si la luz sigue subiendo, una nevera de nulo gasto.