El protagonista de esta Gala era un leonés, Jesús Vidal, con discapacidad visual, licenciado en Filología, máster en Periodismo para conocer así el mundo del periodista en prácticas, apasionado del deporte, actor de teatro y ahora de cine, escritor, productor... y leonés: «Claro, de un barrio de esos que llaman humildes, entre San Esteban y las Ventas, y añoro muchas de las cosas que allí viví. Aquellas noches en las que los vecinos salían a la calle a hablar, las conversaciones, conocernos todos, la comunión que había entre los que nos sentíamos del mismo lugar, leoneses de barrio».
- ¿Por eso dijiste en el discurso aquella frase y ahora me voy para León...?
- La verdad es que se trataba de un simple recurso estilístico, pero me encanta la repercusión que ha tenido, cómo la habéis acogido los leoneses.
- Por cierto, ¿el discurso lo llevabas preparado?
- No. A ver. Los finalistas son excelentes actores y sinceramente no esperaba ganar, pero era finalista, había una posibilidad y tenía pensadas las lineas claves de mis palabras. Comencé a hablar y sobre él fui armando el discurso.
- Y la armaste.
- Bueno. Eso parece. La verdad es que de toda la repercusión que ha tenido lo que más me alegra es comprobar que ha supuesto una visibilidad de la gente con alguna discapacidad pero con talento. Me llamó la atención la sensibilización y el reconocimiento; y en ese sentido también va a ayudar mucho ser el premio a la Mejor Película, pues no olvidemos que hay 10 actores con diversas discapacidades.
- ¿Una sensación que haya primado sobre todas ahora que ya ha pasado un día?
- Con sinceridad, cansancio, ha sido un día precioso, pero muy cansado.
En el emotivo discurso de Jesús estuvo muy presente su familia —«ellos son el centro de todo, sobre la familia gira todo», insiste— pero también aparecieron otros nombres que marcaron sus inicios en este mundo de la interpretación, en este caso en el teatro, como fue citar a Pepe Tabernero. «Pepe apostó por mi sin dudarlo. Se atrevió a programar mi primera obra en las mismas condiciones que lo hacía con cualquier compañía profesional. Y se trataba de mi primera obra, que la había escrito yo, la producía yo y la interpretaba, junto a otras actrices de la Escuela, aquí en León.
Fue ese un momento que marcó la carrera de Jesús Vidal, después de hacer muchas cosas en el campo amateur hace cinco años decide que es el momento de dar el salto. «Claro, es que parece que soy nuevo, que salí de la gala del sábado, pero antes de llegar al cine he hecho muchas cosas. Ya desde niño me imaginaba delante del público en un escenario y a partir de ahí hice muchas cosas como amateur, hasta que hace cinco años decidí ser profesional. De un lado supone una crisis de vida, un cambio radical, pero escribes, creas, interpretas, luchas por las ideas...
- ¿Qué prefieres, escribir, producir, interpretar...?
- Me siento más cómodo interpretando, salgo yo más a flote... Y ahora todavía más.
- De verdad, ¿no creías que pudieras ganar el Goya?
- De verdad, pensaba que podía hacer un buen papel, que se trataba de un buen trabajo, pues la posibilidad de interpretar a una persona muy diferente a mí, desde mis rasgos físicos y mi ceguera, me hacía ver que podía tener un debut muy bueno en el cine... pero ha resultado maravilloso, de ahí ese enamoramiento del que hablé en la gala.
Un amor con mucho futuro.
