Un grupo de montañeros, sin una organización clara, ni nombre ni bandera, se dan cita todas las nochebuenas con la idea de ascender una cumbre sencilla y rápida y en ella degustar los productos propios del tiempo: peladillas turrones, mazapanes… regados con buenas bebidas similares. Como detalle singular la vuelta del amigo Parrado con el jamón que sube a la cima y enceta para deleite de todos los que han ascendido
Las cumbres suelen ser aquellas más cercanas a la capital leonesa: Peña Galicia, Fontañán, Cueto de San Mateo, Cueto Salón…El pasado año se ascendió Peña Galicia con una fuerte nevada y niebla en la cumbre, afortunadamente este año ha habido sol.
La ascensión al Fontañán ya ha aparecido en estas páginas, desde Nocedo, Pola y desde Olleros de Alba. Sin embargo, esta ascensión desde Sorribos le da un sentido diferente a la cumbre.
Quien desee realizar la ruta al Fontañán desde Sorribos debe informarse previamente sobre la posibilidad de que haya voladuras en las canteras por las que discurre, sobre todo si se lleva a cabo en días de diario. En esta ocasión, debido a las fechas de la actividad no ha habido ningún problema y varias de las canteras parecen estar sin actividad.
Desarrollo de la ruta
Antes de entrar en Sorribos hay una amplia zona de aparcamiento, desde donde se sale hacia la carretera cruzando un paso bajo ella para tomar un camino paralelo a la carretera en dirección Oeste hacia Olleros, que sigue por terreno llano en la parte baja del vallejo del Carcabón. Poco a poco se va separando de la carretera y comienza a ascender para internarse en un valle más largo siguiendo en dirección Norte por la zona de la Sentora hasta llegar a una primera explotación en la que se pueden apreciar ruinas de antiguas construcciones de la larga cantera del Calero y se pasa junto a montones de gravilla producto de la extracción.
El camino, siempre ascendente, supera la cantera para llegar a otra más reducida, aunque con tres oquedades para la extracción de la caliza, continuando después en dirección Oeste hasta encontrar un cruce que se debe seguir por la izquierda hasta llegar a un alto y seguir subiendo entre un robledal de jóvenes árboles para llanear hasta llegar a la falda de la montaña, donde hay un abrevadero y una barbacoa.
Aunque a partir de este punto se puede ascender por varios caminos, el más aconsejable es subir en dirección este hacia una zona rocosa por un sendero herboso con aulagas a los lados. El recorrido llega a un alto en el que se debe girar a la izquierda para superar los resaltes rocosos e ir ascendiendo por una senda muy bien marcada, que lleva con calma a la cumbre.
El Fontañán tiene dos cimas, una más baja con bunkers en su parte inferior y otra más elevada que es la cumbre propiamente dicha en la que se pueden apreciar trincheras y una cueva que da a los dos lados.
Desde la cima principal se pueden contemplar picos como la Muezca, Santiago, los Amargones y el Cerro Pedroso. Abajo con una sencilla cresta desde este punto, se puede ver la Miezca, que se ascendió el pasado día 15, con motivo de la celebración del día de las Montañas. Más al norte se pueden ver las tres Marías, el Machacao o Fontún, Sancenas, Polvoreedo, Valdorria, Peña Galicia y más a la derecha, el Peñacorada. En el valle se divisa la localidad de Pola, la Robla, Llombera, los Barrios de Gordón y todas las vegas de Gordón y de Alba.
Tras ver la el panorama desde la cima azotada por el fuerte viento, el grupo se refugió en la parte baja de la cumbre superior para deleitarse con las viandas que traían, comidas y bebidas navideñas y sobre todo con el jamón que subió Parrado en su mochila, junto al cuchillo jamonero con el que fue preparando lonchas para todos los asistentes, quienes comieron y bebieron a placer.
Tras visitar el entorno, el grupo volvió al punto de partida por el mismo camino de la ida.