Como en el cuento clásico una ratita que está limpiando la puerta de su casa se encuentra una moneda y con ella se compra un lazo para acicalarse. Se produce a continuación el conocido desfile de personajes: un pato, el burro, el perro, el cerdito y el gallo. Todos adulan la Ratita y pretenden casarse con ella, pero la Ratita los rechaza por lo bulliciosos que anuncian ser por la noche. La astucia del gato, que le hace imaginar la respuesta que espera la Ratita, le permite casarse con ella y devorarla después.
En la compañía de los Titiriteros de Binéfar llevan más de 40 años recorriendo caminos con sus moñacos, haciendo títeres y música por las calles, plazas y teatros, como el de San Francisco en el que en funciones a las 18:00 horas el sábado y a las 12:00 horas el domingo con entradas a 6 euros representan el clásico cuento infantil.
«Nuestro teatro queremos que sea siempre para todos: para los niños, tratados como personas sensibles e inteligentes, y para los adultos que aún guardan un hueco para la ternura y para el juego festivo y ritual del teatro», señalan desde la veterana compañía zaragozana, que llevan editados 10 discos, 11 libros y han creado una cuarentena larga de espectáculos cosechando premios y reconocimientos.
En el 2009 fueron distinguidos con el Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud, y el Gobierno de Aragón les concedió la Medalla al Mérito profesional en 2018.
Han visitado 40 países y participado en innumerables festivales y eventos desde las favelas de Sao Paulo al Museo Smithsonian de Washington, desde Casablanca a Finlandia, de Abizanda a Jerez, de Huesca a Japón o la India, y tan viajados como están les sigue apasionando actuar en pueblos pequeños, recibir allí el aplauso y el comentario cercano y amable. «En esas poblaciones cerca del campo y de la tradición popular es dónde nace el folclore que siempre ha alimentado nuestras más celebradas creaciones: El Bandido Cucaracha, Cómicos de la legua, La Fábula de la Raposa, Maricastaña...».