El jurado del ‘XXII Premio de la Crítica de Castilla y León’ que convoca el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua ha fallado este miércoles, en el Palacio de la Isla de Burgos, conceder con carácter ex aequoel Premio de la Crítica de Castilla y León a la novela 'Arde la sangre' (Menoscuarto), del vallisoletano Rubén Abella y al poemario 'Tampoco yo soy un robot' (Vaso Roto), de la palentina Amalia Iglesias. La presidenta del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Mar Sancho ha anunciado el fallo de este premio compartido al finalizar las deliberaciones del jurado, integrado por críticos, periodistas y profesores de universidad.
Mar Sancho ha destacado "la calidad de la cosecha literaria del año 2024 en Castilla y León, con un elevado nivel en los libros finalistas, lo que ha dificultado la decisión del jurado". Asimismo, ha afirmado “que conviven en el momento actual varias generaciones de escritores castellanos y leoneses de referencia tanto en el ámbito nacional como internacional. A ello se suma el buen hacer de las editoriales de Castilla y León, con varios libros entre los finalistas y uno ganador, publicado por la editorial palentina Menoscuarto, que difunden la literatura de nuestra tierra y además internacionalizan la obra de nuestros escritores".
La concesión con carácter ex aequo ha reconocido a dos obras en dos géneros distintos, la novela y la poesía, que abordan temáticas de actualidad como la contraposición entre lo urbano y lo rural o la inquietud antes las máquinas y la inteligencia artificial. Los leoneses Óscar García Sierra, Noemí Sabugal y Tomás Sánchez Santiago se quedan a las puertas del premio con sus respectivas obras 'Ropa tendida', 'Laberinto mar' y 'El que menos sabe'.