Alex Cooper, como uno de los fundadores del festival a finales de los ochenta y presidente de la Fundación Club 45, propuso la colaboración entre ambos para el asesoramiento cultural, artístico y técnico para esta edición. Un acuerdo que se recogió en un convenio entre Centro León Gótico y la propia fundación para trabajar conjuntamente en la elección de grupos, DJ’s y organización de horarios, espacios y potenciando la oferta cultural de un evento que busca ser un ejemplo de festival ciudad y uno de los eventos musicales más importante s del invierno en España.
Exposiciones en El Palacín
‘Visca el pop’ reúne el trabajo de tres fotógrafos catalanes clave de la fotografía española del siglo XX. Joana Biarnés, Leopoldo Pomés y Oriol Maspons fueron protagonistas del cambio que experimentó Barcelona en esa década a través de sus objetivos que reformularon el código fotográfico establecido hasta el momento mezclando técnicas e influencias europeas de las vanguardias de principios de siglo con un toque personal, sincero y fresco.
Una selección que refleja los vientos de cambio que agitaban a la sociedad de principios de la década de 1960. Música que sonaba vertiginosa y electrizante, faldas cortas y melenas largas, las reglas en pintura, cine o literatura comenzaban a difuminarse y se conquistaban derechos. Una transformación global en la que Barcelona no se quedó atrás con una nueva generación de músicos, escritores y artistas plásticos para convertirse en el centro del movimiento pop del país.
Joana Biarnés, como primera fotoperiodista española no lo tuvo fácil por su condición femenina, pero su carácter decidido y su talento terminaron por derribar los obstáculos que encontró a su paso. Apasionada de todo lo moderno, no dudó en viajar allí donde estaba la acción, retratando a los Beatles y los Kinks, socializando con Los Bravos o Juan y Junior y visitando boîtes, emisoras y estudios de grabación. Moda, beat y sociedad. Sus reportajes ocuparon las páginas de un buen número de publicaciones gráficas y musicales de la época. Llegó incluso a ser fotógrafa oficial de Raphael, acompañándole en sus giras por todo el mundo. Joana Biarnés simboliza el cóctel perfecto de aptitud, intuición y técnica en sus dosis adecuadas en un tiempo en el que el fotoperiodismo comenzaba a redefinirse. Por delante de su objetivo pasaron las más significativas personalidades de la crónica social y cultural de los años 60 y 70, y sus instantáneas son una precisa radiografía de los cambios en una España que, según sus propias palabras, «empezaba a respirar y sonreír».
Leopoldo Pomés fue el mejor capturando miradas. Artista total, desarrolla su labor en distintas disciplinas: fotografía, cine, dibujo, literatura… Muy influido por las vanguardias y las nuevas corrientes artísticas (colaboró con Dau al Set y también con la asociación AFAL), Pomés crea un lenguaje nuevo en el terreno de la imagen y sobre todo en el de la publicidad, donde destaca muy notablemente. Su trabajo en este campo ha sido tan prolífico como innovador: Meyba, Terry, Freixenet… y un buen número más de firmas, cuyas campañas permanecen en la memoria de todos, llevan su sello. Por su parte, Oriol Maspons se inició en la fotografía fotografía como amateur, pero pronto se profesionalizó y, a raíz de su estancia en París y de su ingreso en la conocida AFAL, revolucionó la fotografía catalana con un lenguaje transgresor y una perspectiva propia e independiente, bajo la idea de que la imagen ha de tener un fin no estético sino aplicado, útil.
La siguiente exposición es ‘Foto Alfredo, mensaje en una botella’ de Félix Martínez, una interesante muestra de pósteres de grupos de los años 60 que Félix Martínez lleva décadas coleccionando además de discos, revistas y objetos de papel relacionados con escena pop española. Lo más destacado es un lote de posters editados en los años sesenta en Cataluña con tipografías imposibles y una característica particular, en todos ellos aparecía la misma firma: Foto Alfredo. Pero, ¿Quién era Alfredo? Félix recordó haber leído algo en ‘Es la Edad’, el libro de Delfín Fernández, batería de Los Salvajes. Contaba Delfín que Alfredo tenía su estudio fotográfico en Barcelona, en la calle Conde de Asalto, hoy conocida como Nou de la Rambla. Allí retrató al grupo, editó los rostros y los combinó imitando las portadas de los discos de Dave Clark 5 y los Beatles, realizó una impresión a gran tamaño y colocó a Los Salvajes en el escaparate. Debía de ser práctica habitual en él, pues Delfín recuerda carteles de otros grupos locales tras el cristal y cómo aquello llamaba enormemente la atención de los transeúntes. Profundizando en sus pesquisas, Félix descubre que Alfredo trabajó para el pequeño sello barcelonés Victoria, donde tiene acreditadas numerosas portadas así como varias fotografías míticas de Tony Ronald y sus Kroners. Pero… poco más. Ni una pista de su paradero. Ni siquiera su apellido.


Alejandro Diez Garín finaliza adelantando que «habrá más actividades» y mostró su convencimiento de que el programa cultural, que considera, «muy importante para el Purple, va a emocionar a mucha gente y despertar mucha expectativa a nivel nacional».