Cada año se celebran las Jornadas de Geolaciana en las que se habla y divulga la geología de la comarca lacianiega y de otras zonas de la provincia leonesa. Este año los participantes han trabajado no solamente en el valle de Laciana, sino también en Babia y Sabero. El programa, que fue presentado el día 5 de junio en la Diputación de León, era muy completo con actividades desde el dia 2 de junio y la ruta que aquí se presenta se realizó el día 3, impartiendo los conocimientos acerca de los lugares visitados Rodrigo Castaño, Isabel Rodríguez y Sergio Rodríguez quienes han investigado en esta zona el desarrollo de su historia geológica a partir de la información contenida en los estratos extraídos para la explotación de la mina.
Las posibilidades de este recorrido son variadas, por un lado se puede subir al pico Cuesta del Sol, un magnífico mirador a las comarcas de Babia y Luna, o bien, como se hizo en el recorrido de Geolaciana, solamente circular por los restos de la explotación de la mina Rosario, conociendo las maravillas fósiles de un nivel determinado y las conclusiones a las que han llegado los paleontólogos tras el estudio de los signos de vida fijados en la piedra.
La ruta que se propone compagina la actividad de la salida de Geolaciana con la ascensión a la cumbre de la Cuesta del Sol, que no se llevó a cabo durante la mencionada actividad. Además propone tres alternativas para el descenso, por un lado la vuelta por el mismo lugar que se subió, por otro, descender a la charca resultante de las tareas mineras y realizar una ruta corta o, como otra posibilidad, una ruta más larga con bajada directa a Truébano.
Descripción de la ruta
Se inicia en la localidad de Truébano de Babia, donde hay fuentes, en especial el antiguo lavadero que, en el interior de una cueva, mana de las rocas. Se sube calle arriba, porque el pueblo es largo saliendo poco después por un ancho camino siempre en dirección Sur.
Antes de hacer el primer kilómetro se llega a una bifurcación, donde se va a continuar por la izquierda, pues el camino de la derecha irá paralelo al arroyo de los Tacones, que se cruza poco después comenzando ya la subida hacia la parte alta, siempre siguiendo el camino, aunque ahora en dirección Este. En un punto de la subida sale otro camino hacia la izquierda que da un giro para ascender por la parte alta de la ladera, alcanzando un punto desde el que se divisa la charca resultante de las tareas mineras y detrás el macizo de Ubiña. A continuación se comienza a ascender buscando el lugar más adecuado para atacar la cumbre por el Sur, mientras que la ruta de Geolaciana continuaba por el camino en dirección a la cara norte del pico.
Se sube en dirección Este, pero no directamente a los corredores llenos de avellanos que se ven, sino bordeando hacia el Sur, evitando entrar demasiado pronto en terreno rocoso y remontando la cuesta hasta que ya no quede más remedio que acceder a la roca. Allí se va a hacer una ascensión sin necesidad de trepar, solamente andar sobre la roca hasta una llambria bajo una pared vertical, alcanzando a continuación un hombro con hermosas vistas al Norte, donde se va a seguir un tramo corto hacia la derecha para llegar a la cumbre de 1448 metros, desde la que se divisa un paisaje montañoso espectacular, alcanzando a ver las cumbres lacianiegas del Cornón y Muxivén, las babianas de Ubiña, Montihuero, Morronegro y Ferreirúa, así como de la zona de Luna la Filera, la Lastrona y, más alejado, el Cerro Pedroso. En el valle se divisan las localidades de Villasecino y Villafeliz.
Tras haber pasado un tiempo en la cumbre se continúa levemente en dirección Este hasta ver una salida hacia la izquierda, como un corredor que baja transversal hasta llegar al collado entre las dos cumbres. Allí se desciende hacia el avellanal tratando de seguir hacia el Oeste, bajando entre las ramas hasta alcanzar la escombrera y los antiguos caminos de la mina. Este lugar es el espacio elegido por los responsables de la ruta de Geolaciana para explicar los elementos geológicos que se pueden contemplar en un estrato concreto en especial fósiles de crinoideos compactados, corales o espectaculares ejemplos de Hummocky y Zoophycos, lo que ha permitido a los estudiosos, en especial a Isabel Rodríguez, formular la teoría de una gran catástrofe, bien sea un Tsunami o un tifón espectacular que arrastró todos estos elementos marinos hasta este lugar.
La mina Rosario era un yacimiento de carbón de mala calidad y por eso se dejó pronto de explotar, aunque también se pueden ver, además de la zona de explotación, las escombreras con restos de material extraído.
Se regresa por el camino de la mina bajando hacia la parte superior de la charca resultante de la explotación. Allí caben tres posibilidades: volver hacia el camino que se traía en la subida regresando al collado donde comenzó la ascensión al pico; en segundo lugar se puede hacer un camino corto bajando a la charca y descendiendo por caminos de la mina hasta el arroyo de los Tacones, cruzarlo de un salto tras abrir una puerta en la alambrada, o bien por último una ruta más larga siguiendo por senderos en la parte alta hasta llegar al monte sobre Truébano y allí descender hacia una antigua ermita en ruinas, cruzar el arroyo por un puente y volver al punto de partida donde finaliza la ruta.
