La muestra iniciará su recorrido el próximo 2 de julio en la Casa Botines de León, donde se podrá ver hasta el 19 de julio, y viajará luego a Astorga, Villafranca del Bierzo, Madrid y Ponferrada, para finalizar en octubre próximo en el Parlamento Europeo de Bruselas. Se trata de una iniciativa presentada por el eurodiputado leonés Ibán García del Blanco, con apoyo de los ayuntamientos de Astorga, León, Ponferrada y Villafranca del Bierzo, Fundación Antonio Pereira, Fundación Monteleón, Fundación Fundos y el Archivo Histórico Nacional. La exposición ha sido comisariada por el periodista y escritor Valentín Carrera, director de Biblioteca Enrique Gil y editor de las Obras Completas del romántico leonés, con producción gráfica de Campus na nube. La nueva imagen de Enrique Gil es una aportación de Juan Carlos Suñén.
José María Viejo se encargó de abrir el turno de intervenciones señalando que la exposición temporal ‘Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa’ sirve de pistoletazo de salida a lo que va a ser la nueva andadura del Museo Gaudí Casa Botines después de tres meses de cierre como consecuencia del estado de alarma provocado por la crisis del Covid-19.
El director general de Fundos explicó que esta muestra inaugura el nuevo espacio del museo destinado a exposiciones temporales, que viene a complementar el existente en la planta semisótano del edificio diseñado por Gaudí, y el resto de las plantas que acogen la exposición permanente.
El alcalde de León, José Antonio Diez, mostró su satisfacción por poder asistir «a un encuentro con la literatura y una muestra de la colaboración público-privada que permite acercar la cultura a toda la ciudadanía», destacó Diez, quien hizo alusión a la amplia nómina de autores leoneses «que son referencia de la literatura universal y que han conseguido tener un nombre conocido y reconocido internacionalmente por la calidad de sus obras. «Es un punto más para el orgullo de este reino, que ha creado territorios mágicos para la literatura y que atesora un listado de autores y obras de gran calidad».

A través de 27 paneles y una decena de manuscritos, la exposición desmonta las ‘fakenews’ sobre Gil ―que nunca firmó ni fue conocido en su tiempo como Gil y Carrasco―, revelando su ideología progresista, su relación con la masonería o su homosexualidad. Frente a la imagen falsa de un rostro envejecido (Enrique Gil murió con 30 años), Carrera y Suñén proponen una nueva lectura icónica: la de un joven de 28 años, elegante, atractivo y dulce de carácter, camino de Berlín, donde trabó amistad con Alexander von Humboldt.
Además de los paneles, la muestra se completa con diez manuscritos originales de Enrique Gil, que serán exhibidos en público por primera vez en Madrid, el próximo mes de septiembre, en el propio Archivo Histórico Nacional, donde se conserva el Expediente Gil. En las demás salas se exhibirán reproducciones facsímiles de alta calidad, por razones de seguridad. «La exposición abarca una época apasionante, de la que Gil fue testigo y protagonista ―explica Valentín Carrera, comisario de ‘Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa’―, la Europa posterior al Congreso de Viena y el fin del absolutismo en España, hundida por la Guerra de la Independencia. Desde un origen humilde, Enrique llega a la corte de Federico Guillermo IV de Prusia en apenas diez años de vida pública. Culto, políglota, humanista, afectuoso, dotado de una prodigiosa inteligencia y memoria, el Enrique Gil admirador de Lord Byron forma parte de las vanguardias románticas y del movimiento europeísta. Y en esto radica la importancia de que el Parlamento Europeo, junto con las ciudades donde vivió y escribió, acojan y pongan en valor la figura del padre de las letras leonesas, un berciano universal».
Valentín Carrera avanzó la intención de llevar la exposición a la Feria del Libro de Frankfurt y la próxima traducción de ‘El señor de Bembibre’ al alemán y al chino, sumándose de esta manera al francés y al inglés.