En el Campus Tecnológico que durante las cuatro semanas del mes de julio se celebra en el Colegio Internacional Peñacorada y alcanza este año su tercera edición, tratan de acercar a los alumnos los secretos de la informática y de todo lo que la rodea.
Todos los niños de 8 a 18 años que lo deseen pueden participar en este programa –no es necesario que sean alumnos del Colegio Peñacorada durante el resto del año– que en esta ocasión se ha dividido por semanas temáticas. La primera fue sobre programación de videojuegos, la segunda, que se desarrolla hasta el viernes 15 de julio, se trata el ‘Hacking ético’, la tercera estará centrada en robótica y, para la cuarta, los drones serán los protagonistas.
Más de una decena de alumnos atendían ayer con mucho interés las lecciones de Jorge Pérez Cordero, el directo del campus y docente del colegio, que respondía con paciencia a las inquietudes de los pequeños. El ‘hacking ético’, la principal novedad del programa de este año y que busca que los alumnos aprendan los principios básicos de funcionamiento de un sistema operativo, creen sus pequeños programas ejecutables o configuren y utilicen el minicomputador Raspberry Pi-3, un aparato al que prestan especial atención.
Pérez Cordero destacó la importancia de la temática de esta semana dentro del campus, ya que «es una actividad que no se hace en ningún otro sitio» y que es «totalmente diferente», por lo que «les está gustando mucho», confesó, mientras instalaba un nuevo programa a los alumnos. Con el ‘hacking ético’, explicó, no se pretende que los alumnos pongan en marcha el concepto de general de ‘hacking’ que la sociedad tiene en mente a menudo, si no que aprenden a hackear un ordenador «de una manera buena», además de conocer y controlar nuevos sistemas operativos más allá del Windows o desarrollar aplicaciones que pueden ser incluso personalizadas.
Buscamos que los alumnos sean los protagonistas y que aprendar a hacer cosas nuevas En definitiva, el campus trata de «ir un paso por delante» en lo que a las temáticas se refiere para convertirse en un auténtico referente de la enseñanza tecnológica.
Entre los alumnos, lo que no faltan son ganas de aprender y de divertirse. Javier Martínez es uno de los alumnos que durante esta semana pasa las mañanas en el Colegio Peñacorada –el campus se desarrolla de 9:30 a 14:30 horas–. Él participa en la semana del ‘hacking ético’ y será uno de los niños que esté también en el de robótica, en el que construirán un luchador arduino y que se celebrará durante la próxima semana, del 18 al 22 de julio. A Javier le gustan por igual las dos temáticas y, pese a su corta edad, tiene muy claro que las nuevas tecnologías son el futuro: «vamos a acabar usando todos esto», explicó, mientras contaba a este medio qué era lo que estaban haciendo durante esta semana, «estamos aprendiendo a hackear cosas, a tomar el control de determinados objeto del ordenador y también a controlar la Raspberry Pi-3».
Otro de los alumnos de esta semana es Darío Rúa, tan inquieto como interesado en todo lo que tiene que ver con los ordenadores. Es de los más pequeños, pero sabía explicar a la perfección todo lo que había aprendido durante el campus. Su afán es «personalizar programas» y apoyó a Javier en que todo lo que están aprendiendo es el futuro, «a lo mejor dentro de mucho tiempo todos usaremos esta tecnología», destacó.
Robótica y drones
La semana del ‘hacking ético’ finalizará con un acercamiento al Linux, el sistema más universal de los ordenadores, la programación en ‘C’ y el manejo de ordenadores desde las consolas y «como antes», que impartirá José María Farfán, un joven que estudia ingeniería y es un apasionado de la informática. Destaca que los alumnos se interesan porque ven «resultados inmediatos» y que se trabaja con ellos «de manera interactiva y dinámica». Además, Farfán pone en valor la «capacidad increíble» de los alumnos para absorber todo lo que se les enseña.El próximo viernes despedirán todo lo aprendido en torno al ‘hacking ético’, pero aún queda mucho más. A partir del lunes 18, la robótica será la protagonista y los participantes podrán aprender a construir su propio luchador arduino. Una forma de «ir un poco más allá» en la robótica, remarcó Pérez Cordero y de «ofrecer alternativas a lo que hay», el principal objetivo de este campus.
Ya en la última semana, los drones, sobre los que llevan trabajando en el colegio tres años, serán la temática central. Los alumnos podrán disfrutar del proceso completo, desde su diseño hasta su puesta en funcionamiento, pasando por el montaje, algo que «no se hace en ningún otro tipo de campus», destacó el director.
El ambiente distendido en el que trabajan para descubrir muchos de los secretos de la informática en este programa ayuda además a que el hecho de estar en un aula no impida la diversión de todos los participantes.