“Un recuerdo que mitiga su ausencia, que pesa”

El tan nutrido como diverso grupo de gente que se congregó para la inauguración de la calle Luis García Zurdo y arropar a su familia es una muestra más del cariño y admiración que cosechó el maestro vidriero y completo artista, nacido en el leonés barrio del Mercado y afincado en la casona de San Feliz de Torío.Pocas veces una decisión municipal tendrá tan poca contestación, más bien nula pues, como el propio alcalde José Antonio Díez dijo en su discurso: “Lo merece, sin ninguna duda”.

Su hermana, su viuda y sus dos hijas pudieron sentir el calor y la cercanía que Zurdo cosechó. Desde el jefe de estación de San Feliz, Jesús, o las gentes del bar Robles,a representantes del obispado; más de una decena de profesores de la Universidad encabezados por el propio rector, García Marín; artistas como Juan Carlos Uriarte o Conrado Zurdo; admiradores como el doctor Cosamalón; hosteleros (Marquitos y Resti); los colegas de la Gremial Paisano (Pepe Muñiz, Eduardo L. Casado, Mures, Vicente Rutas, Casares), Leoneses del Año (Margarita Morais) y amigosde Zurdo que hablaban de su cercanía y su sosegada conversación en la tranquilidad de la casona familiar.

Recordó el alcalde los incontables méritos artísticos y humanos de quien calificó como el mejor vitralista de España, de sólida formación y que, por suerte, ha dejado numerosa obra repartida por toda la ciudad y la provincia.

En nombre de la familia tomó la palabra la portavoz oficiosa y habitual, Graciela García Robles, que sigue los pasos de su padre. Expresó “el inmenso honor que para la familia supone que una calle de la ciudad, en la zona universitaria, lleve el nombre de nuestro padre; es una manera de que de alguna manera siga entre nosotros, de recordarle, pero, sobre todo, estos reconocimientos mitigan su ausencia, que pesa”.

Recordó su hija una anécdota que habla de la personalidad de Luis García Zurdo, cuando ella le comentó: “Papá, siempre has hecho lo que has querido. Y él me dijo, la verdad es que sí; pero lo pensó un instante y se corrigió: No, no he hecho lo que he querido, he hecho lo que en cada momento creía que tenía que hacer”.

También ayer su ciudad y su universidad hicieron lo que teníanque hacer: Perpetuar la memoria de artista humano y hombre bueno que fue Luis García Zurdo, el maestro Zurdo.