Posteriormente se dedicó también a los anuncios y trabajó como actriz en el teatro, compaginando ambas actividades, pero al final buscó lo que más le gustaba que era pintar, abandonando las otras tareas para dedicarse a la pintura. Para plasmar su visión de la realidad eligió la acuarela, una técnica difícil, pero muy versátil y adecuada a sus intereses y deseos, y fue perfeccionando su técnica y su estilo para llegar a las obras que se pueden contemplar en la galería Alemi.

Es una pintura figurativa, pero anclada en ese impresionismo que dan las acuarelas que hacen al autor mostrar la realidad de un modo sugerente pero eficaz.
Así, Magdalena España presenta retratos muy elaborados y bien definidos, salones repletos de gente con grandes reflejos, escenas de Semana Santa, habitaciones, paisajes urbanos con una excelente iluminación, paisajes exóticos o cotidianos, todo ello con una sencillez y dominio del medio que hace a los cuadros maravillosas obras de arte.
Y eso es lo que ha conseguido la autora en esa su dilatada carrera, en la que además de mostrar sus pinturas ha sabido transmitir sus conocimientos pictóricos a las generaciones venideras y también ha logrado un hueco en el panorama pictórico del país a base de un trabajo que ha generado numerosos premios, como los que ha conseguido en el Reina Sofía en los tres últimos años, o su participación en numerosas citas internacionales en Corea, en Bélgica, Suecia, Francia… un historial plagado de exposiciones y muestras nacionales en internacionales que en estos momentos se presenta en nuestra ciudad hasta el próximo 24 de agosto.
Es una exposición para no perdérsela y conocer de primera mano la obra de esta artista que no solamente utiliza la acuarela, sino que integra en sus obras otros materiales como las telas o gasas, lo que los convierte en collages especiales y únicos.