Es importante reseñar que en épocas anteriores, con actividades más integradas en el mundo rural los caminos estaban limpios y expeditos, mientras que en estos momentos la limpieza de los montes ya no se lleva a cabo, y más después de los graves incendios que se llevaron toda la riqueza resinera que tenía la zona, y que hacía que los montes se encontraran limpios para el paso.
En la actualidad tras los incendios la maleza, especialmente el brezo se ha ido apoderando del monte y en algunas zonas resulta difícil andar, y sobre todo si se tiene en cuenta que bajo las ramas suele haber materia quemada todavía del incendio.
Sería un problema añadido que cualquier loco un día pegara fuego a esos materiales, lo que resultaría una nueva catástrofe ecológica que nadie desearía.
El inicio de la ruta se realiza en la fuente de los Campiellos, a casi seis kilómetros de Castrocontrigo por buena pista de tierra, por lo que se puede llegar en un vehículo y dejarlo allí. Otra posibilidad sería comenzar en Castrocontrigo, lo que implicaría añadir más de diez kilómetros al recorrido.
Se sigue por el camino hacia el noroeste, dejando abajo el valle del Eria con las localidades de Torneros y Morla. Caminando un buen rato se pasa por una zona de camino con piedras y después se llega a un gran cortafuegos que viene del pico de la Cruz, que se encuentra enfrente y donde se ven bastantes pinos.
Se sube la fuerte pendiente del cortafuegos hasta llegar a una zona que gira a la derecha y es un poco más llena para terminar en las rocas. A la izquierda del roquedo hay una salida entre el brezo que se sigue hasta llegar a una plataforma con mucho matorral por la que se anda con dificultad, ya que bajo la capa del brezo hay restos de pinos calcinados caídos.
Hay que rodear por mal camino entre rocas y matorral hasta subir a una plataforma desde la que se debe continuar entre las dos cimas Más tarde se sigue en dirección al roquedo más elevado que recibe el nombre de Peñasco de Llamas, con unos contrafuertes verticales y más a la derecha se ve el vértice geodésico del pico de la Llera, a donde hay que dirigirse si se desea ascender esta cumbre. Para ello hay que rodear por mal camino entre rocas y matorral hasta subir a una plataforma desde la que se debe continuar entre las dos cimas bordeando la cumbre de la Llera por su izquierda, ascendiendo a un corredor rocoso y después descender a un pasillo desde donde ya se ataca la cumbre, un lugar estrecho con vistas a las diferentes sierras cubiertas de matorral donde antaño debió haber pinos.
Para bajar se puede descender por el mismo camino hasta la primera plataforma, que sería lo más aconsejable, y desde allí, entre matorral por trochas de animales, bajar al cortafuegos-camino. O bien si se desea arriesgar entre el matorral, se puede bajar por el pasillo hacia el oeste por los senderos de animales, seguir franqueando una primera línea de roquedo al norte, para meterse de nuevo en el matorral, siguiendo, si se encuentran, las trochas de ganado para llegar a otro pasillo donde se ve claramente una senda que va de arriba abajo. Se sube hacia arriba sin perder nunca esa trocha hasta llegar a un paso entre las rocas, bajar más tarde y continuar al lado del roquedo combinando rocas y brezo hasta salir hacia el camino, sin necesidad de fuerte descenso entre la maleza y siguiendo las muchas sendas que hay.
Desde allí se sigue por el cortafuegos-camino pasando después a un camino bastante abandonado y más tarde siguiendo esa ruta que rodea la montaña, tras una pequeña bajada, siempre manteniendo la altura, sin descender al valle, aunque en un momento se sube un poco y al bordear la loma se llega a la fuente de los Campiellos, punto de partida y final de la ruta corta.
Si se ha iniciado en este punto, aquí finaliza la ruta, si no, se regresa por el mismo camino a Castrocontrigo lo que hará más larga la caminata.