Una tradición centenaria y sabrosa con mucho sabor a ajo

Una feria centenaria que deja un buen sabor de boca. Santa Marina del Rey rindió este miércoles su acostumbrado homenaje al ajo. Miles y miles de personas recorrieron el bullicioso mercado, abarrotado ya desde primera hora de la mañana de fieles seguidores de esta festividad, que todos los años supera los 200 expositores. La mayoría de estos puestos son de su ingrediente estrella, pero la feria de Santa Marina cuenta con una oferta multisectorial e ilimitada entre la que se incluyen los productos de alimentación, ropa y complementos, artesanía, etcétera, sin olvidarse tampoco de las propuestas gastronómicas de las pulperías y el escabeche de Tino, todo un clásico en estas fiestas.

La tradicional feria de Santa Marina, que cuenta con un número incontable de ediciones, es una gran «dinamizadora» del municipio, según relató el alcalde de Santa Marina, Francisco Javier Álvarez, que esperó poder superar las 20.000 visitas en vista de la gran afluencia que obtuvo desde muy temprano.

Al acto también acudieron otras autoridades provinciales y autonómicas como el diputado José Miguel Nieto, el recién nombrado subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, o la directora de Telecomunicaciones de la Junta, María Victoria Seco, para la que esta feria es toda una «institución. León es rural y desde la administración que represento tenemos una gran preocupación por el medio rural, y en lo que me compete, decir que estamos intentando que la banda llegue a todos los pueblos, grandes y pequeños, porque entendemos que ni la agricultura ni ninguna otra profesión se concibe ya sin una buena conexión a internet. Por eso se ha subvencionado en un 90% la financiar la extensión de la banda ancha. Hemos llegado a más de 220 pueblos y la próxima semana saldrá la convocatoria de 2018 para poder llegar a todos».

La provincia leonesa disfrutó ayer también de un sinfín de oportunidades de ocio y diversión con los talleres, degustaciones, exposiciones y demás atractivos de la feria, que culminó con la actuación estelar de Olympus y Garibaldi. La guinda del pastel la pusieron los fuegos artificiales en el río.