Alcalde, delegado territorial, viceconsejera de Acción Cultural de la Junta, presidente de la Diputación y otros cargos institucionales dejan su firma como ya es habitual. Niños y niñas esperan ansiosos. Se alborotan ante la luz de las cámaras; contentos, porque están a punto de presenciar un espectáculo lleno de magia. El Teatro de San Francisco se tiñe de los colores de la ilusión, adornado con carteles que cuentan la historia de este arte que sube a escena las hazañas y gestos más insólitos.
Y es que, este año, León Vive La Magia cumple veinte desde su primera edición. Lo hace con algunas sorpresas que, como indica el organizador Juan Mayoral, deben guardarse, a la espera del disfrute de leoneses y gentes de toda la comunidad. Una ruta de la magia, gala internacional y unipersonal, escuela de magos y magia en la calle suman a su programa una exposición filatélica y una conferencia de Ramón Mayrata como novedades por este vigésimo aniversario.
“Es mágico que cumplamos veinte años”, señala Mayoral, que parece tener la fórmula para este éxito de dimensiones mágicas. “El público se va reciclando, se va cambiando y hay una nueva generación que nos sigue ahora y que no había nacido cuando empezamos, entonces para ellos todo es nuevo, todo es sorpresa y la capacidad de asombro no la podemos perder nunca porque es lo más bonito que existe; el sorprendernos de algo y el no saber cómo es”, añade: “Hay que creer en la magia y en los Reyes Magos y en Papá Noel porque son de verdad”.
Un conejo gigante guía a los colegiales por el teatro. Ellos se sientan en sus butacas, atentos a la función que ya quiere comenzar. El telón ya está abierto y una señora teje al ritmo del ‘Volver’ de Gardel, que recuerda que veinte años no son nada, antes de la actuación de un joven mago que enloquece al público a base de chocolatinas. Y es que el tiempo no pasa por este festival, asentado ya como uno de los grandes reclamos de ocio de León. Como una forma liviana de disfrutar del fin de año.
“Todos tenemos muchos problemas, todos tenemos preocupaciones y nosotros se las vamos a liberar, se las vamos a hacer desaparecer por un ratito, pero ellos van a viajar a un mundo de ilusión, de sueños y de fantasía”, dice el organizador, que zanja: “Ese es nuestro objetivo y eso no puede faltar nunca”. Y no faltará, pues no son pocos los viejos y nuevos maestros que traerán sus trucos, desde el 25 de diciembre y hasta el 1 de enero, dispuestos a vestir los rostros de sonrisas y mandíbulas batientes. Dispuestos, una vez más, a conseguir que León viva la magia.