"Ver un poco la tele y para la cama, eso es Nochevieja"

"Nadie en Piedrafita, ni en Piornedo, en Campo nosotros", ése es el repaso que hacen en casa de Paulino, en la primera casa habitada de un valle, en el tercer pueblo

Fulgencio Fernández
04/01/2015
 Actualizado a 11/09/2019
En muchos pueblos de la provincia, ni una sola luz de Navidad. | MAURICIO PEÑA
En muchos pueblos de la provincia, ni una sola luz de Navidad. | MAURICIO PEÑA
En ese trajín de la Nochevieja, en ese ir y venir, ahora a comprar uvas y después a llevar atletas a alguna San Silvestre, se te cruza una imagen que te paraliza:Una mujer llora sola, abrazada a una cruz, en el cementerio. En un cementerio, el de Villamanín.

Hay más mundos.

Después de cruzarte con la mujer abrazada a la desesperación descubres muchas imágenes nuevas donde sólo habías visto luces de fiesta. Compruebas que a la entrada de otro pueblo el luminoso de Feliz Navidadtiene tantas letras fundidas como encendidas, reparas en muchos lugares en los que el Felices Fiestas de estos días "tan entrañables" es el mismo 'Felices Fiestas' de las patronales del verano.

El día 31, mientras se preparan las cenas, una mujer sola llora en el cementerio El amanecer del día de Año Nuevo no siempre se escribe con restos de botellas y serpentinas, con matasuegras tirados junto a botellas de champán, con barrenderos de caras largas por lo que se les viene encima. Muchos pueblos de nuestra provincia amanecen vacíos o el humo de las chimeneas avisa de que tan solo en una o dos casas hay calor en las cocinas, vecinos.

El valle alto del Torío podía ser un ejemplo. En la mañana de Año Nuevo nadie anda por las calles de Piedrafita, ninguna chimenea echa humo, nada recuerda que aquí mismo, cuando el bar de José Ramón estaba abierto, se reunían decenas de personas a despedir el año. Que se hablaba de Emilio, el último habitante invernal durante años, un personaje que cuando bajó para León se enfadaba con los cantineros cuando iba a tomar un vino y le daban tapa: "Yo como en mi casa".

¡Y vaya vino toro que tenía!, de los que mancha la mesa. Con una raspa de cecina... como para comer la tapa.Pero no hay nadie.Como no hay nadie en Piornedo, pese a que se anuncia vida de vez en cuando pues los gatos de El Gallego, que en realidad vive en Asturias, buscan el sol y te miran. Nadie por las calles que también recuerdan a su último habitante, AmadorEl Manco, capaz de espalar con la otra mano.En Campo sí hay vida. Es el tercer pueblo del valle. Hay humo en la chimenea de Paulino, el último vecino desde hace muchos años. Ya se ha jubilado pero sigue allí con su hijo, que ajeno a las fiestas anda a las tareas diarias, sacando el abono en carretillo, de la cuadra al prado. "Por la tarde lo voy a esparcir y así me ahorro tener que andar cagando el tractor".- ¿Cuántas vacas tienes?- Trece, pero cagan mucho;bromea, mientras te explica que con el sol que hace estos días las saca algo de la cuadra, "que se despejen". - ¿En Nochevieja?- Nada, estamos solos, cenar, ver un rato la tele...Entre los tres primeros pueblos del valle solo hay un vecino, que el día uno saca el abono Antes Paulino bajaba más, en la moto, "aunque haya algo de nieve, con cuidado", pero se le murió un hijo, muy joven, deportista, había sido ciclista, bueno... "pero el bicho...".- De aquí para arriba no hay nadie, no pasa ni un coche, ahora en Navidad no viene la gente, están las casas muy frías...Es lo que hay. No todas las navidades son de luces y bailes. En tres pueblos, un vecino. Y no mejoran mucho las cosas bajando hacía abajo. Muy cerca, apenas ocho kilómetros más abajo, sale 'el Vallico'. "En Pedrosa no había nadie y en Lavandera estábamos nosotros y creo que Manolo», casi daba un poco de miedo pensarlo, dice Beni Martín, la madre de la única niña que alegra estos pueblos de los que hablamos, Haya. Beni y Rober son dos de los descubridores de los famosos "hombres del Mesolítico de La Braña y Arintero", dos de los que hace años creyeron en aquellas promesas políticas de volcarse con el mundo rural y abrieron un albergue en Lavandera. "Ha sido casi una pesadilla, de lo dicho la mitad de la mitad, y de los problemas el doble de los que puedas esperar". Rober se dedica a los 'trabajos de altura' y pasa buena parte del tiempo trabajando en Francia. Y cuando piensan que prácticamente la misma situación se vive en Genicera, con algún vecino más pero no muchos, uno de ellos, César, siempre dice: "Lo que fue Genicera", ante la sonrisa al biés de su 'hermano' Vitalino. "Ya, lo que fue, también yo fui Papa en la diana del Cristo".

- ¿Nochevieja?Cenar, ver un poco la tele y para la cama.

Y cuando piensan que prácticamente la misma situación se vive en Canseco siempre hay alguien, Víctor por ejemplo, que dice:"Con lo que fue Canseco".
Ya, lo que fue.

Yen Rodillazo y Tabanedo, nadie.

Puede parecer un caso aislado. Pero lo triste es que no lo es, ni mucho menos. Que lo mismo ocurre muy cerca, en el Curueño, en lugares como los citados La Braña y Arintero, Redipuertas, Cerulleda... Y en tantos pueblos de la desperdigada Omaña, desde Andarraso a Fasgar, o tantos otros. Ytantos de esa Cabrera en la que volvieron a arder varias casas viejas en las que las vigas resecas son gasolina para fuegos y braseros.

O en el valle de Dueñas los Ciguera, Valbuena del Roblo... Aunque allí hay uno, casi deshabitado, que ha encontrado una solución para que esta última noche no se vea abocada a esa realidad de "¿Nochevieja?cenar, ver un poco la tele y para la cama". Es Salamón, también con muy pocos vecinos, pero que se reúnen todos los que están y los que van desde León y otras ciudades en una casa (o el teleclub) y cenan todos juntos, lo celebran como si fueran la única familia del lugar, pero numerosa.

- ¿Qué tal la Nochevieja de este año?
- Muy bien, como siempre, vino hasta el pequeño Nicolás y nos va a gestionar una orquesta para el 2015.
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