Con solo dieciséis años y "por casualidad" Diego García, natural de la localidad leonesa de Villar de Mazarife, cantó por primera vez sobre el escenario de una orquesta, una profesión a la que ahora se dedica "en cuerpo y alma" y que le ocupa todo el año, aunque los meses de verano siempre son de la máxima intensidad.
"Yo en el mundo de la verbena empecé por casualidad", asegura. Por entonces, el dueño del grupo con el que empezó y en el que estuvo los tres primeros años de su carrera era amigos de sus padres y en las fiestas de invierno de su pueblo, un "no te atreves" acabó con él cantando sobre el escenario y, a los quince días se quedaron sin cantante "y se acordó de mí y me llamó", recuerda.
Solo tres años después llegó a la entonces recién nacida orquesta Cañón, y con ella sigue tras diecisiete años para celebrar este 2019 la mayoría de edad del grupo de Santa María del Páramo.
«Lo más duro es separarte de la familia y los viajes, pero tenemos la suerte de ser una piñaA pesar de que trabaja con Cañón durante todo el año, reconoce que la época que comienza este fin de semana y finalizará en septiembre es la más intensa. "Durante todo el año prepara todo el repertorio, los arreglos musicales, las voces del resto, escogemos la música y preparamos el show", explica, y ya el verano "es la muerte", ironiza. Sin tiempo ni siquiera para pasar por el local de ensayos, los quince integrantes del Grupo Cañón –diez en el escenario y otros cinco entre montaje, técnicos y chóferes– "no tenemos vida, solamente estamos por y para la orquesta", asegura. Desde este mismo fin de semana hasta mediados de septiembre, empieza una etapa en la que apenas tendrán un día de descanso a la semana, a lo que se suman los viajes, "lo peor de esta profesión".
Las más de 90 actuaciones que esta temporada realizará junto al Grupo Cañón –de abril que empieza la temporada a octubre, aunque la mayor parte está concentrada en julio, agosto y septiembre– recorrerán varias localidades de Castilla y León, Cantabria, Asturias y Galicia, aunque él reconoce que en todos estos años junto a la orquesta ha recorrido prácticamente todas las comunidades del país.
Desde la oficina en la que gestionan el calendario de actuaciones "intentan no matarnos a viajes", asegura, "pero hay veces que es inevitable". "Igual estás un día en Cáceres y al día siguiente te tienes que ir a Asturias, o estás en Galicia y tienes que viajar a Guadalajara... cosas así", ejemplifica. Por eso "lo más duro es separarte de la familia y cuando estás de viaje", aunque "tenemos la suerte de que el grupo humano, a parte del profesional, es muy buen, llevamos tres años trabajando todos juntos sin cambiar los integrantes y eso se nota, somos una piña", confiesa, y "la segunda familia la tienes en el trabajo".
Con muchos de ellos ha vivido grandes cambios en las verbenas. "Cuando yo empecé era otro mundo totalmente diferente, muchas veces ibas a una fiesta y estabas dos o tres días en el mismo pueblo, viajabas mucho menos, los montajes no tenían nada que ver..." En la actualidad, "se valora menos lo musical", asegura, aunque "nosotros intentamos no dejar de lado ese tema, es inevitable que el público se fije también en la infraestructura que llevas". Actualmente, el Grupo Cañón actúa en un escenario de 25 metros y "es una cosa inevitable que la gente se quede mirando también para el montaje". Eso sí, asegura que "nosotros lo primero que intentamos ofrecer es calidad musical" y en la actualidad "un espectáculo que abarque a todos los públicos". Porque tras una época en la que "la gente joven huía de las verbenas", las fiestas con orquesta vuelven a enganchar a todos, también en León.
De un año para otro, las localidades cierran la contratación de una orquesta que, asegura, "es la más demandada que hay aquí en León". Tras dieciocho años de trayectoria, el Grupo Cañón tiene, además, su propio ‘ejército’ de seguidores, que les acompañan en muchas de las localidades en las que actúan. "Llegas a hacer amigos entre el público", confiesa Diego.
De su vida sobre los escenarios, no podría quedarse con un solo momento o una sola anécdota, aunque si tiene que citar alguna se queda con "la primera vez que fui a tocar a mi pueblo" como algo "muy especial" o "cuando va tu familia verte", una actuación "diferente" con más nervios y motivación.
"Me ha pasado de todo", confirma. Y aunque también hay momentos malos y "hay una tendencia de poco respecto a la gente que se sube al escenario, sobre todo hacia las chicas", asegura que en su caso "hemos tenido mucha suerte en ese sentido". "Son cuatro, pero siempre meten mucho ruido", lamenta.
Otra de las máximas es adaptarse al público de la localidad en la que se encuentran. "Tienes que pensar que eres un entretenimiento, vas para que la gente se lo pase bien, son las fiestas y quieren divertirse", subraya. Y cambian mucho las verbenas de algunas zonas como Asturias y Galicia a otras como en León, aunque celebra que cada vez el número de asistentes es mayor. Por eso, recordando la "impresionante" actuación de la pasada Noche de San Juan en Segovia, remarca que "uno de los deberes" de León capital es apostar más por las orquesta durante las fiestas, "una carencia que hemos tenido durante muchos años".
Veranos sobre el escenario
Diego García, del Grupo Cañón, cuenta el ajetreado ritmo de actuaciones que lleva durante estos meses
14/07/2019
Actualizado a
17/09/2019
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