Viaje al rico patrimonio de El Bierzo

Desde la prehistoria hasta la actualidad, pasando por el esplendor romano de Las Médulas, las explotaciones mineras en El Bierzo han sido yacimientos económicos esenciales y actualmente constituyen un importante recurso turístico

Javier Revilla
24/07/2017
 Actualizado a 08/09/2019
El Museo del Ferrocarril, de carácter municipal, fue inaugurado en mayo de 1999. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
El Museo del Ferrocarril, de carácter municipal, fue inaugurado en mayo de 1999. | CÉSAR SÁNCHEZ (ICAL)
El Bierzo tiene tantas cosas para ver, que no serían suficientes las páginas de este periódico para comentarlas. Nos vamos a detener por ello en su patrimonio minero o relacionado con él, como lo es el ferroviario o el energético, el cual es interesantísimo.

Empezaremos por una de las minerías más desconocidas, la del tungsteno o wolframio. Sobre ella tengo ya en mi mesa una voluminosa tesis doctoral realizada por el historiador Diego Castro, que defenderá en septiembre. En esta investigación se estudia a fondo la importancia que dicho mineral tuvo en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Se explotó entonces la Peña del Seo, cerca de Cadafresnas y casi en el límite con Galicia, un yacimiento tungsténico del que hoy quedan las ruinas de los edificios industriales, las bocaminas e incluso parte del poblado minero (La Piela) construido exprofeso para tal actividad. El bello entorno natural engrandece una ruta muy sugerente para conocer la gran importancia estratégica y militar que el wolframio tuvo en las década de 1940. Sirva decir que tal ambiente inspiró en su día a Raúl Guerra Garrido para escribir su premiada novela “El año del wolfram”.

Si las rutas del tungsteno en El Bierzo son actualmente poco conocidas y requieren un desarrollo futuro para sacar todo su potencial, todo lo contrario sucede con las del oro en el entorno de Las Médulas. Miles de visitantes recorren al año los vestigios y los centros museísticos relacionados con este antiguo complejo minero explotado en época romana e incluso antes. La declaración como Patrimonio de la Humanidad hace 20 años (1997), ha catapultado universalmente a esta que es una de las grandes minas de oro de la antigüedad. Además, sus enormes ruinas arcillosas en medio de los castaños centenarios son de una espectacularidad absolutamente cautivadora, un paisaje cultural de una gran belleza plástica creado por los seres humanos.Siempre que nos sea posible, debemos procurar plantear una visita amplia a Las Médulas y no quedarnos con la simple parada para tomar unas estupendas fotografías desde alguno de sus miradores. Existen numerosas rutas señalizadas, en cuyo recorrido comprenderemos muy bien el funcionamiento de la mina y su evolución posterior hasta la actualidad. Los yacimientos, las aulas arqueológicas y los centros de interpretación completan una magnífica oferta cultural en Las Médulas, con la que lograremos el máximo disfrute.Dando un nuevo salto en el tiempo, la época contemporánea ofreció a El Bierzo una revitalización económica fruto de sus importantes yacimientos mineros, tanto de carbón como de hierro. La presencia del carbón berciano fue constatada ya en el siglo XVIII por el ingeniero Carlos Lemaur, al trazar el Camino Real de Galicia tras su cese en las obras del Canal de Castilla. Fue por tanto la fortuna la que trajo hasta tierras leonesas a este erudito, que supo ver el gran potencial minero de sus comarcas e incluso dejó por escrito los primeros estudios serios sobre arqueología. Si les interesa conocer más sobre dicho personaje, les recomiendo la lectura del libro escrito por Manuel Olano.Pero, pese a su temprano descubrimiento, la gran explotación carbonífera de El Bierzo y la inmediata Laciana se retrasaría bastantes décadas y no alcanzaría su esplendor hasta el contexto de la Primera Guerra Mundial. Entonces, la riqueza minera berciana llevó a creer en que esta comarca podría terminar siendo una "Nueva Vizcaya", como soñó en 1918 Julio de Lazúrtegui ante el boom de la minería del carbón y la gran posibilidad de combinarlo con los yacimientos ferríferos, aunque el despegue de estos últimos –los cotos Wagner y Vivaldi– no sería nunca el deseado.La Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP) fue la gran empresa explotadora de dichos recursos. En cuanto a lo que a nosotros nos interesa, gran parte del patrimonio industrial que hoy podemos visitar en El Bierzo se debe directa o indirectamente a la MSP, pues suya fue la construcción del ferrocarril entre Ponferrada y Villablino que puso en conexión la cuenca carbonífera de Laciana con la Central Térmica de Ponferrada, también iniciativa de dicha sociedad.

Hoy día esa Fábrica de Luz de la MSP es ya visitable gracias a su apertura como museo en julio de 2011, dentro del contexto de la llamada 'Ciudad de la Energía' de Ponferrada. Se trata de un museo nacional, ni más ni menos (el único de la provincia con tal categoría). Su recorrido nos relata el aprovechamiento del carbón como fuente de energía, en concreto para la generación de electricidad en esta antigua central térmica, que entró en funcionamiento en 1920 y que pese a su cese en la década de 1970 conservó sus edificios y maquinaria original.

Gracias al transporte del carbón por trenes de vapor, Ponferrada también goza hoy día de un interesante Museo del Ferrocarril, de carácter municipal. Inaugurado en mayo de 1999, se ubica en la antigua estación ponferradina de la línea de MSP. Las instalaciones cuentan con un importante material ferroviario dado el enclave donde se ubica, ya que Ponferrada fue la principal conexión con Galicia desde finales del siglo XIX y un centro minero-energético desde comienzos del XX como venimos describiendo. Si lo visitan disfrutarán especialmente de las locomotoras de vapor del Ponferrada-Villablino, trazado que por cierto está parcialmente recuperado como Vía Verde en la comarca de Laciana (entre Villablino y Caboalles) y que por tanto también podemos recorrer como cicloturistas o senderistas.

Volviendo para terminar al gran proyecto de la Ciuden en Ponferrada o Museo Nacional de la Energía, este sumará en el futuro el espacio de la gran central térmica Compostilla I, inaugurada en 1949 y primer proyecto de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA). De hacerse realidad algún día, la comarca de El Bierzo completará con él un importantísimo conjunto de elementos patrimoniales vinculados a la minería y a la energía, reforzando lo que ya es hoy por hoy un importante recurso turístico en esta zona.

Sea como fuere, El Bierzo ya nos espera con numerosas rutas y museos relacionados con la minería. Aprovéchenlos.
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