Cuando en 2015 Francisco González Ferreras fue nombrado Socio de Honor de Pro Monumenta —por su labor de divulgación del patrimonio a través de sus cuidadas y artísticas maquetas— se popularizó un apodo que el gran artesano tenía en el mundillo artístico: San Francisco del Nogal, que hacía referencia a varias características del homenajeado: Mantener su nombre de Francisco pero con el añadido del San por su paciencia franciscana a la hora de realizar las maquetas y su predilección por la madera de nogal. En una entrevista con aquel motivo Francisco reconocía que eran muchas las horas y mucha la paciencia que había puesto en su trabajo: "Cuando los veo juntos, en el taller o en una exposición, miro y casi me da miedo pensar en la cantidad de horas que le entregado a esta afición, que me ha obligado a pasar muchas horas en los tejados de muchos de estos edificios". No se atrevía a señalar el tiempo que tardaba, de media, en cada uno de los monumentos: "Nunca menos de treinta y tantas o cuarenta horas, depende de lo complejo del edificio, lo bien que se te de, las ganas que tengas, etc".
En el nombramiento de Pro Monumenta se hacía especial hincapié en su dedicación a los monumentos del Camino de Santiago. Y precisamente un municipio del Camino de Santiago, Villadangos del Páramo, ha dado un importante paso para que el legado de Francisco González Ferreras —fallecido en 2021— no caiga en el olvido pues, como comunican desde el propio consistorio, "hemos puesto la primera piedra de un nuevo Museo que albergará gran parte de la obra artística del leonés Francisco González Ferreras. Sus herederos han llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Villadangos del Páramo para musealizar la mayoría de maquetas talladas por Francisco González Ferreras, Paco para los amigos. Más de treinta y cinco reproducciones de catedrales, iglesias, torres y castillos relacionadas con los distintos caminos de Santiago".
Una excelente noticia que recupera y podrá hacer visitable las maquetas de monumentos "desde obras maestras del prerromanico asturiano a monumentos emblemáticos de la ciudad de León como San Marcos, San Isidoro o el Palacio de los Guzmanes; o la imponente Catedral de Santiago de Compostela, pasando por monumentos de Navarra, Palencia, Burgos, entre otros muchos lugares".
Excelentes reproducciones en nogal, claro, a exacta escala 1:1000 —"me gusta utilizar la vara como medida, como hacían los antiguos artesanos"— que cuidan hasta los más mínimos detalles, que permiten a su vez desmontarlos, ver las piezas, la cuidada iluminación, fruto de un minucioso trabajo de este gran artesano nacido en Cistierna en 1931 y fallecido con 90 años, que con sólo 14 años ya trabajaba la madera con maestría para convertirse en un gran ebanista y artesano. "Con 16 años hice la primera maqueta que fue del monumento que más admiro y que ha vuelto a hacer con el tiempo, cuando comencé a trabajar de manera más profesional: la Catedral de León. Siento admiración por el templo leonés, hasta le he dedicado poemas", explicaba al recibir el citado galardón.
Excelentes trabajos que ahora el Ayuntamiento de Villadangos del Páramo rescata del olvido en el que permanecían en su casa familiar desde su fallecimiento y que ya ofrece ‘la primera piedra’ del futuro museo al haber colocado temporalmente la maqueta de la Catedral de León, su gran obra, en el vestíbulo principal de la Casa Consistorial.