Jorge Contreras lo tiene muy claro cuando le preguntas qué es lo que más le ha llamado la atención de su convivencia con los pastores del puerto leonés de Pandetrave: "Su sabiduría, cómo conocen su oficio".
Jorge Contreras es un joven fotoperiodista burgalés que ha convivido, "las 24 horas del día", con dos pastores extremeños —José Morgado Galet y José Rodríguez Durán— que suben con sus ganados a un puerto leonés, el de Pandetrave. "Hice primero con ellos la trasterminancia hasta Prioro, para que su rebaño participara en la fiesta de las trashumancia de este pueblo, y después conviví con ellos un buen número de jornadas de sus estancias los años 2022 y 2023. Fue una experiencia para mí muy enriquecedora; es cierto que los primeros días me recibieron como con cierta prevención pero todo rodó muy bien después y hoy diría que son dos buenos amigos".
Contreras, de solo 25 años de edad, explica el proceso que le llevó hasta la majada y en cuyo inicio tiene bastante que ver el barrio en el que vive, el burgalés de Gamonal, famoso por las protestas y disturbios del año 2014, cuando Jorge aún era un adolescente. "Algo antes de estos hechos comencé ‘a tocar’, por así decirlo, una cámara de fotos —pues tenía un tío que se dedicaba a la foto y el vídeo y un colega fotoperiodista— pero es cierto que aquellas movilizaciones de mi barrio fueron el detonante para dedicarme al mundo del fotoperiodismo, sentí como una necesidad de contar aquello desde dentro".
Y de ahí saltó al mundo rural, otra necesidad personal. «Mis padres son de pueblos de Burgos, mi padre estuvo más tiempo en el pueblo y formaba parte de sus conversaciones, de mis recuerdos; y en la pandemia me di cuenta de que siempre se contaba todo lo que ocurría desde las ciudades y me decidí a hacerlo desde los pueblos, desde el mundo rural, sus oficios... Y desarrollé una especie de fijación por esa visión rural y por contarla pues dreo que esta profesión de fotoperiodista no es más que un medio, un instrumento, para exponer otras realidades más allá de las evidentes".
Buscando por redes cómo entrar en contacto con el mundo de los pastores "pues mi abuelo materno había sido pastor y además yo saqué una revista, Enraiza, en la que entrevistaba a gentes del mundo rural, a proyectos en este ámbito y descubrí la trashumancia", llegó Jorge Contreras a conocer la estancia de los pastores en puertos de montaña leoneses. "Ví que había bastante literatura sobre el tema, bastante escrito pero mucho menos documentación fotográfica y menos aún realizada desde dentro, con tanta profundidad, conviviendo las 24 horas del día con los pastores".
Y ya en 2022 subió con los ‘dos José’ a su estancia leonesa, primero en la trasterminancia hasta Prioro y después en las visitas a lo largo de 2022, 2023 y 2024.
- ¿Y la idea de llevarlo a un libro, en el que estás trabajando y con un micromecenazgo abierto en Verkami?
- Se va a llamar ‘Los guardianes del Puerto de Pandetrave’ y sentí esta necesidad al ver que tenía mucho material y creo que muy bueno en el aspecto de documentos. Cierto que vivimos en la era de las redes sociales y precisamente por eso, para que las imágenes no quedaran perdidas en esa maraña de millones de fotos que cada día se suben a las redes sociales sentí la necesidad de llevarlo a un libro, sumando el texto con la experiencia vivida.
- ¿Y cómo fue la experiencia?
- Lo primero, fue un choque. Era algo absolutamente nuevo para mí, sin ninguna experiencia previa y ningún conocimiento de esta realidad. Yo hice la trasterminancia de cuatro días por lo que resultaba inevitable pensar en esos pastores que lo hacen durante cuarenta días para subir desde Extremadura a los puertos de León o Palencia, por ejemplo. Me pareció importante poner en valor estas cosas, la trashumancia, el pastoreo y todo lo que rodea a este mundo, a esta forma de vida.
José Morgado y José Rodríguez, cacereños ambos, fueron unos magníficos anfitriones para conocer el mundo de los pastores. "Ellos se conocían hace muchos años y conocen su oficio como pocos. Generé un vínculo intenso con ellos".
- Siempre se habla de los pastores como seres solitarios.
- Estos dos lo eran, pese a ir juntos. El Puerto de Pandetrave es muy extenso y al inicio de la faena cada uno se iba a una punta distinta del terreno para poder controlar a todo el rebaño, con sus perros, y realmente se ven casi únicamente al levantarse y al acostarse. Por ello, está muy claro que para ser pastor es evidente que te tiene que gustar y que tienes que tener verdadera pasión por el oficio. Lo vi en más pastores con los que estuve pero en el caso de estos dos de Pandetrave era una evidencia.
- Hablabas de su sabiduría.
- Cierto, es de las cosas que más gratamente me sorprendió, su saber, su conocimiento del oficio. Lo han mamado y se nota, ellos solventan cada dificultad con sabiduría.
- Por ejemplo.
- Pues cómo conocen a los animales y sus costumbres, el reparto exacto del pasto, están en el puerto cuatro meses y las van moviendo con gran precisión.
- ¿Y la pasión por un oficio tan duro como este de pastor?
- Es evidente, y su enorme capacidad de resiliencia. Conviven con el calor, con el frío, viven en una tienda de campaña, se bajan a duchar una o dos veces a la semana a un camping, si llueve resisten igual, se acuestan mojados... o están muy convencidos o no lo resitirían.