Alumnado y docentes del colegio Marista Champagnat se han desplegado en una calurosa bienvenida a Fulgencio Fernández, que se sienta al otro lado de la mesa donde ha visto ofrecer sus conferencias a admirados y amigos autores como Luis Mateo Díez, Julio Llamazares, José María Merino, Elena Santiago, Antonio Gamoneda y tantos más. A su lado izquierdo, su hija Lucía le mira con devoción. Al derecho, de mismo rasgo es la mirada de Juan José Seoane, director del centro que hace ya casi cuatro décadas puso en marcha el Día de las Letras Leonesas.
"Fulgencio tiene mucha relación con nosotros por varias razones: la priemera, él estudió en el colegio marista San José; y la segunda, él estuvo el primer año de letras leonesas, en el año 1987", explica el director del centro académico: "Yo estaba de estudiante en el San José en aquella época y él ya estuvo en la primera época con el hermano Pedro, que vino de Galicia e instauró esto aquí, después ha estado muchas veces con nosotros haciendo semblanzas de autores y demás". No tarda en tachar de "honor" esta visita: "Me decían los alumnos que le habían estado viendo en el 'videoblog' y se notaba que era un hombre llano, de pueblo, que iban a estar muy agusto con él y, efectivamente, estar con él es un torrente de información"
Seoane admite haber pensado en el periodista de Cármenes como posible homenajeado en ediciones pasadas. Fulgencio le mira contento en un aula a la que se llega por pasillos repletos de copias dibujadas de su rostro. También de recortes de prensa sobre los protagonistas en años anteriores. Y no pasa por alto que muchos de ellos son fruto de la pluma del propio Ful, que este viernes, en algún sentido, cierra ese círculo que -dicen- es la vida.
El de Cármenes recuerda su paso por el colegio, en calidad de alumno y de periodista, realizando cuadernillos de cada uno de los escritores, cuando todavía no había Internet. "Digo que cierra a lo mejor esa etapa, pero creo que también abre otra", señala: "Yo creo que lo que han querido aquí en el Champagnat es reconocer al periodismo leonés... Se hace buen periodismo en esta ciudad, sobre todo, se hace buen periodismo cultural, al margen de la parte que me toque y yo creo que eso es lo que han querido reconocer".
"Es un honor estar aquí", termina diciendo el tío Ful. Un honor para él y para todos los que le reciben, que se entregan a una puesta de largo del trabajo de Fulgencio; uno que pasa por descubrir las historias que parecen más escondidas y por crear las suyas propias, que siempre desborda la inconmensurable imaginación. Así, poesía, filandones, y unos pupilos emocionados que aclaman al homenajeado autor en pleno salón de actos acogen al periodista en un día especial y único para la historia de las letras leonesas.