De Wamba al lago Ubales

Un recorrido entre León y Asturias en un entorno espectacular con llegada a un lago encantador

Vicente García y Marce Fernández
05/04/2024
 Actualizado a 05/04/2024
Bajando por Wamba. | VICENTE GARCÍA
Bajando por Wamba. | VICENTE GARCÍA

La senda del Camino de Wamba puede tener su origen en un antiguo paso entre León y Asturias, cuyo nombre evoca a Wamba, un monarca visigodo que reinó entre los años 672 y 680, sucesor del rey Recesvinto, y en cuyo reinado tuvo que sofocar distintas rebeliones que se producían en el norte de la Cordillera Cantábrica. Los historiadores consideran posible que este paso de montaña fuese utilizado por sus tropas para acceder a alguna de las zonas donde combatiría alguna de esas revueltas.

El antiguo camino de Wamba se adentraba en Asturias a través de lo que es hoy el Parque Natural de Redes, para bajar por Caleao y La Felguerina al Valle del Nalón, donde conectaría con otros caminos históricos.

La denominación técnica de la senda es PR-LE 46 y está señalizada desde el denominado puente de Wamba, en la carretera que lleva al puerto de San Isidro, donde comienza una ruta lineal que llevará al límite con el Principado de Asturias, en el Collado El Acebal, y que se va a seguir en este caso un poco más, a través de una senda que se abre entre brezos y arandaneras, para llegar al cercano lago Ubales, y posteriormente regresar por el mismo camino hasta el punto de salida, recorriendo un total de 11´3 kilómetros con unos 376 metros de desnivel positivo.

La ruta es accesible en su totalidad para personas ciegas o con discapacidad visual y en el caso de utilizar la silla Joëlette, con personas con movilidad reducida, no se van a encontrar dificultades hasta El Acebal, en el límite con Asturias, ya que se transita por un ancho camino de tierra, salvo que este se encuentre con nieve e imposibilite su ruedabilidad.

Es recomendable llevar agua suficiente, ya que, aunque existen manantiales, no son fáciles de descubrir.

Barra llegando al collado del Acebal. | MARCE FERNÁNDEZ
Barra llegando al collado del Acebal. | MARCE FERNÁNDEZ

 

Desarrollo de la ruta

En la carretera del Puerto de San Isidro, tras pasar el área recreativa y antes de llegar a la urbanización inmediata a la estación de esquí, hay una curva donde el resto de una antigua carretera permite estacionar vehículos, donde también se puede ver el panel explicativo de la ruta del Camino de Wamba, que precisamente comienza allí. El camino es ancho y al poco de empezar se deja a la derecha unos invernales, cabañas ganaderas que servían para cobijo de los pastores.
El camino, aunque en continuo ascenso, permite su progresión sin que la fatiga se acuse en exceso, ya que el paisaje permite disfrutar de la compañía del arroyo de Los Fornos, que fluye a la derecha, a través de un ancho valle de pastizales de montaña y donde los tintineos de los cencerros de las yeguas son la sintonía musical que amenizará el caminar.

En un punto superior se cruzan los arroyos que forman en la pradera unos serpenteantes meandros, en una llanura kárstica, para dejarlos atrás a medida que se remonta a algo más de altura, dejando a la derecha las peñas que encabezan el valle de Los Fornos, y que darán paso a un terreno más rocoso y de matorral de altura, llegando así al límite de provincia, bien definido por un cercado ganadero y algún antiguo mojón, y que en algún descanso en la subida se aprovechará para echar un vistazo al oeste, donde se puede contemplar el Pico Ausente y la Peña Requejines, sobre la estación de esquí de San Isidro.

Finaliza ese repecho en el Collado del Acebal, donde se encuentra un refugio bien conservado y un profundo valle presenta unas estupendas vistas del Parque de Redes y de varias cimas, en la cabecera de una frondosa ladera, donde se conjugan abedules y acebos.

Lago Ubales. | VICENTE GARCÍA
Lago Ubales. | VICENTE GARCÍA

Bordeando el refugio del Acebal, llamado también de La Raya, hay un sendero más estrecho que ascenderá hasta la cercana Collaina de la Xara o de la Xarrona, que es el nombre de la sierra que separa el refugio del cercano lago Ubales.  
Llegar al menos hasta esa collada va a permitir al caminante disfrutar de unas magníficas vistas de los Montes de Redes, viendo desde allí cumbres como Peña Ten, el característico Espiguete, el Remelende, varias cumbres de los Mampodres, o los ya más cercanos Peña del Viento, La Rapaína o el Cascayón, entre otros.

La vereda que hay entre el collado de La Xarrona y el lago transcurre en descenso, entre rocas, brezos y arandaneras, con la compañía curiosa de los rebecos, y ofrece alguna dificultad porque exige atención y, si se lleve la silla, sólo se hace posible si se cuenta con un equipo de enérgicos voluntarios, ya que en algún punto hay que suspenderla en el aire para sortear algún obstáculo de vegetación o bloques de cuarcita.

El lago Ubales, aunque de pequeño tamaño, es muy bonito, especialmente en el comienzo del otoño por el color rojizo de las arandaneras que lo circundan, e invita a su contemplación por un buen rato, que se aprovechará también para beber o comer algo antes de volver a encumbrar el ascenso a través de la vereda de la Xarrona, que llevará de vuelta al refugio del Acebal, para descender, ya con tranquilidad, al punto de partida, bajando la vega de Los Fornos hasta el puente de Wamba, ya en la carretera de San Isidro.

rutita

 

Lo más leído