De esta manera, los embalses están al 72% de su capacidad, lo que obligará al organismo de cuenca a extremar la gestión de los recursos hídricos para evitar sobresaltos durante el invierno y la primavera, épocas en las que los aportes también son elevados y se pueden producir episodios repentinos como el de estos días. Cabe recordar, que en la primavera pasada, CHD ya realizó sueltas en el embalse de Riaño, el de más capacidad de los leoneses, por el elevado volumen de reservas que presentaba.
Entre los embalses de Riaño, Luna y Porma suman 945 hectómetros cúbicos de agua de los 1.296 que pueden llegar a almacenar, sumando los 20 del embalse de Villameca, que cuenta hoy con 14,6 hectómetros, 6 más que hace un año y 10 por encima de la media de la década. Las reservas están 10 puntos porcentuales por encima del año pasado en estas fechas y 30 sobre la media de la década. En valores absolutos son más de 150 hectómetros más que hace un año, cuando la situación ya se consideraba buena, y cerca de 400 sobre la media de la década.
Las estaciones de medición de León registraron valores de 188 litros por metro cuadrado acumulados de media en noviembre, muy por encima de los habituales 159 En el caso de Riaño, almacena 506 hectómetros de los 641 que puede alcanzar como máximo. Está al 77% de su capacidad, 200 hectómetros cúbicos por encima de la media de los últimos diez años. En la última semana ha recibido aportes medios de 90 metros cúbicos por segundo, lo que ha hecho que la reserva que riega Payuelos y el Páramo Bajo crezca de manera vertiginosa.
El Porma se encuentra al 69%, con 221 hectómetros, unos 40 más que hace un año y casi 100 que la media.La situación se debe a las aportaciones de 40 metros cúbicos por segundo recibidas en la última semana, 44 metros en el caso del Luna, que se encuentra al 65% de su capacidad, con 202 hectómetros cúbicos de los 308 que puede llegar a almacenar, 187 más que el año anterior.
Incluso el embalse de Casares de Arbas, que en principio no está adscrito a ninguna zona regable pero regula el Bernesga, está también al 70%, cuando normalmente está al 40% a estas alturas del año. Actualmente cuenta con 26 hectómetros de los 37 paras los que está previsto.
La parte positiva para el sector agrícola en momentos de gran dificultad por las fuertes riadas es la disponibilidad de recursos. Con el nivel actual de reservas y una gestión se pueden considerar garantizadas las campañas de riego, ya que, como se ha explicado, todavía están por recibirse los aportes del invierno, a lo que hay que sumar las restricciones de dotaciones que marca la Unión Europea para las comunidades de regantes y que hacen que cada año los recursos se optimicen mejor y las reservas al final de la campaña sean más abundantes.
Previsión de Aemet
No obstante, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé un invierno en Castilla y León con temperaturas por encima de lo normal y pocas precipitaciones, después de que haber tenido un otoño cálido y húmedo, sobre todo gracias a las abundantes lluvias registradas en noviembre. No en vano, el delegado autonómico de la Aemet, Juan Pablo Álvarez, ha asegurado este miércoles que noviembre fue un mes "húmedo" o "muy húmedo", con precipitaciones que superaron, prácticamente de forma generalizada y continuada, los 50 litros por metro cuadrado. Las estaciones de medición de León registraron valores de 188 litros por metro cuadrado acumuladosde media, por encima de los 159 habituales en los últimos años.
Álvarez destacó quela variable más sobresaliente fue que hubo precipitación «apreciable» 39 días, 14 más que lo habitual. Hasta el punto que se puede calificar como «extraordinariamente» superior a lo normal, al ser el valor más alto en los últimos cien.