Los exseminaristas exigen de nuevo la excomunión de Ramos Gordón, apartado por pederastia

Un grupo de exseminaristas de La Bañeza y Astorga se ha concentrado este sábado para volver a reclamar la reparación de las víctimas y una "investigación exhaustiva" de lo sucedido

Patricia Ferrero
01/12/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Exseminaristas de La Bañeza y Astorga se concentran para mostrar su repulsa a la pederastia en la iglesia. | ICAL
Exseminaristas de La Bañeza y Astorga se concentran para mostrar su repulsa a la pederastia en la iglesia. | ICAL
La ciudad de Astorga volvió a ser este sábado el enclave en el que los exalumnos del Seminario Menor La Bañeza-Seminario Mayor Diocesano de Astorga mostraron su repulsa por los actos de abusos a menores de los que se le acusa al sacerdoteJosé Manuel Ramos Gordón, que tras una investigación por parte la propia Iglesia ha sido apartado de sus funciones y obligado a vivir en un convento fuera de la Diócesis durante diez años. Para los exalumnos tanto del Seminario de La Bañeza como para los del colegio de Puebla de Sanabria, donde también se habrían producido abusos, esta medida es insuficiente –de hecho la definen como «vacaciones»– dada la gravedad de los hechos. Así lo manifestaron este sábado una treintena de personas vinculadas a estos centros, que, pancartas en mano y a las puertas del Seminario astorgano, pidieron «justicia» y reivindicaron una vez más la excomunión de este sacerdote, así como una condena para los encubridores de estos delitos, cometidos hace casi tres décadas y para los que la justicia civil ordinaria ya han prescrito.

Los asistentes leyeron un manifiesto en el que en el que recordaron que han pasado ya casi dos años desde que el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, se comprometió a escuchar sus testimonios para tenerlos en cuenta en las causas abiertas contra el que fuera párroco de Tábara (Zamora), pero la realidad es que todavía «no se ha hecho nada», es decir, «ni se ha escuchado ni se ha reparado a las víctimas». «20 de nosotros nos ofrecimos a testificar lo que vimos, pero a día de hoy no se nos ha notificado nada. Es más, el obispo dijo que no nos habíamos puesto más en contacto con él y no es verdad. Nos hemos ofrecido y no hemos tenido respuesta», relató Tomás García, uno de los afectados por esta situación. Asimismo, acusan al prelado asturicense de «tapar y encubrir, durante todo el proceso, todos estos casos. No interesa que se esclarezcan los hechos». Por todo ello manifestaron que el obispo «debería haber dimitido o haber sido cesado».

De la misma manera, trasladaron sus críticas a la Conferencia Episcopal Española por haber tomado la decisión de poner al frente de la Comisión contra los abusos sexuales en la Iglesia a Menéndez, ya que desconfían de que «se sigan ocultando estos casos», puesto que aún sigue pendiente de resolución la denuncia a otro párroco de la diócesis por un abuso producido también en un seminario de La Bañeza (León).

Los alumnos debatirán si volverán a pedir reunión con el obispo o no, pero lo que tienen claro es que «estamos aquí para quedarnos. No vamos a dejar que esto quede impune y que se sepa la verdad. Si piensan que esto es cosa de dos días o una campaña mediática se equivocan, porque esto ha afectado a familias enteras, que han quedado estigmatizadas», sentenciaron.
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