Los veterinarios hicieron pública su indignación y sorpresa por no formar parte de ese equipo de expertos que reformarán el sistema sanitario de la Comunidad. De hecho, recordaron a Sanidad que “no se puede realizar ninguna reforma del Sistema de Salud sin contar con la visión de una profesión, la veterinaria, que es fundamental en Salud Pública, y más cuando es la Salud Pública la que se pretende y debe potenciar en prevención de futuras pandemias”, señalan fuentes del colectivo.
Como primer paso, los representantes del Foro iniciaron una ronda de contactos con instituciones y representantes políticos que llevó a mantener una reunión con la Consejería de Sanidad. En este encuentro, Casado explicó que la reforma, dada la urgencia actual, se iniciará por la asistencia en Atención Primaria y que posteriormente “sí se contará con los veterinarios” en el comité de expertos que estudie la modificación de la Salud Pública, que es donde el personal veterinario es más numeroso y donde cuenta con más expertos.
Durante el encuentro telemático se pusieron sobre la mesa propuestas para abordar esa futura modificación; entre ellas, mantener actualizado un registro de profesionales y medios sanitarios de la Comunidad, no sólo de aquellos ubicados en Sanidad. El objetivo, agilizar su uso en casos de emergencias, como la pandemia actual, su inclusión en la red de vigilancia epidemiológica, etc. También se ha acordado adelantar desde el Foro una batería de aportaciones para avanzar en su estudio y lograr así una mejora de la Salud Pública en Castilla y León.
Actividades de control
En este sentido, los miembros del Foro adelantaron a Casado que solicitarán que integre en la nueva ‘hoja de ruta’ del Sistema de Salud de Castilla y León todas las actividades de control veterinario oficial de protección de la salud, desde la producción primaria, con especial incidencia en la prevención y lucha contra las enfermedades animales, a la calidad alimentaria y la producción alimentaria postprimaria; la tutela de las acciones preventivas frente a las zoonosis alimentarias y no alimentarias, y en general las de prevención de la enfermedad de las personas frente a peligros procedentes de la vida animal y sus producciones.
Tampoco -advierten- se olvidarán de exigir a Sanidad que todos los lugares de trabajo, oficiales o privados, en los que se desarrollan funciones veterinarias deben clasificarse y registrarse como centros, servicios o establecimientos sanitarios, incorporándolos al Anexo I del Real Decreto 1277/2003, en su adaptación al Decreto 49/2005, de 23 de junio, de Castilla y León, “ya que estos centros veterinarios constituyen una barrera esencial para el mantenimiento de la Salud Pública Comunitaria”.