"Al suelo, al suelo Uco al suelo"

Un motivado Tomasuco, ante los suyos, suma una nueva victoria tras otra gran final ante La Perla

Fulgencio Fernández
17/08/2019
 Actualizado a 19/09/2019
La grada de Boñar le pone un color diferente a este corro. | SAÚL ARÉN
La grada de Boñar le pone un color diferente a este corro. | SAÚL ARÉN
Cada vez que Tomasuco salía al corro, a presentarse o a recoger un cinto que se le había caído, el sector de la grada de la peña, este viernes de su peña, rugía: "Al suelo, al suelo, al suelo Uco al suelo", en un estribillo que ya traían del año pasado y que les dio suerte.

Y se la volvió a dar. El aludido Uco, que no es otro que Tomasuco, estaba también muy motivado, se le veía al salir y, sobre todo, se le veía en la decisión con la que se agarraba. Eran ocho en pesados pero, como decía Farruquín, "menudos barbos".

El primero en tocarle en suerte fue Sergio Panita, famoso por aquel DNI tan singular, por lo que la grada pedía: "¡Con el palillo, con el palillo!". Ni con él ni sin él. Para La Vecilla, que también es el pueblo de Tomasuco, Boñar es el segundo.

Mientras esperaba a su segundo rival vió cómo se batieron el cobre sus dos rivales, Rubo y Rodri La Perla. Se llevó el gato al agua Rodri, su rival en la final en Prioro.

Salvó "Uco al suelo Uco" el escollo de Guiller el de Valdeón, que no es nada fácil, como le demostró en una primera caída complicada, y ya estaba camino de la final esperada y la que se convirtió en real. Nuevamente Tomasuco contra La Perla, quienes no la habían visto suspiraban por la repetición  de lo que les habían contado en Prioro, a los que la habían visto seguro que no les importaba nada ver la repetición de aquella final de saltar chispas, caídas y tapines.

No fue tan espectacular. Mereció la pena pero Rodri daba la impresión de no ser el mismo e hizo algo que no es habitual en él, una lucha previsible, buscó su fulminante cadrilada, trancar al posar... pero eso Tomasuco ya lo sabe y se la jugó como cuando quiere ganar por lo civil o lo militar... La grada tiraba con él, "arriba Uco arriba" y aunque Rodri paró con un gesto técnico precioso la primera cadrilada Tomasuco repitió en segundos. La grada vibró. Tomasuco sonrió. Ramiro, su padre, en la grada, no movía un músculo pero levantó el dedo.

Y la última luchadora de la saga Uco, la más pequeña de la casa, Sofía de Uco, salió imparable a entregarle el trofeo.
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