Corro de Camposagrado: 'Tranquilidad en el día de la tormenta II'

Triunfo para los más ‘habituales’, con el intratable Víctor en su victoria 13; Moisés, Rubo y un Cristian que sigue impresionando

Fulgencio Fernández
18/08/2018
 Actualizado a 17/09/2019
Víctro Llamazares sumó su victoria número 13 en esta temporada, en esta ocasión contra Dani Del Blanco. | MAURICIO PEÑA
Víctro Llamazares sumó su victoria número 13 en esta temporada, en esta ocasión contra Dani Del Blanco. | MAURICIO PEÑA
La megafonía repetía con frecuencia al anunciar los corros; «y el día 18 en Camposagrado, para recuperar el corro suspendido a principios de temporada por la tormenta perfecta», en referencia a aquel día de agua que resolvió las tensas jornadas previas.

Ha pasado poco más de un mes, el agua dejó paso al sol, la tensión viró a esa calma que llega cuando la competición es la protagonista y ayer Camposagrado se coló en ese maratón semanal que nos llevó a diversos escenarios de la montaña... y ayer nueva bajada a la ribera para volver a ascender este domingo hasta la montaña, emblemática, Riaño.

Y el corro de la tormenta todo discurrió con tranquilidad en los primeros pesos, con victorias para los líderes: Víctor Llamazares, Moisés y Tomasuco.

A Víctor Llamazares no le afectó que fuera la victoria 13 el día del homenaje a Ángel Nieto, él a lo suyo Lo de Víctor Llamazares, trece victorias de trece corros, empieza a parecerse a aquel dicho del fútbol antiguo en el que los demás países se lamentaban: «El fútbol es un deporte en el que juegan once para once y al final siempre gana Alemania». Pues ligeros podría apuntarse a algo parecido: «Es una categoría en la que se apuntan catorce (este sábado) y al final siempre gana Víctor Llamazares». No pareció importarle que fuera la victoria 13 el día que se homenajeaba en La Bañeza a Ángel Nieto.

Y muchas veces aquella Alemania ganaba en el último minuto. O de penalty. Pero estaba tocada por la varita de la victoria. Y Víctor, que ayer sólo logró darle media caída a Oblanca en la semifinal pero fue suficiente para que la cátedra ambulante se fuera de vacío.

Con la duda mayor resuelta quedan asuntos «no menores»; por ejemplo, los Del Blanco lucharon una semifinal «y al final gana Dani, que nada pudo hacer frente a Víctor en la final.  

Y otro asunto nada menor, el corro de Camposagrado, organizado por tres ayuntamientos le dio un premio especial a Ángel Pérez, el maestro, un luchador tan veterano como ejemplar y buena gente, uno de esos que no ganan corros pero sí hacen buen corro. Anduvieron finos los de su tierra para premiarle.  

Moisés y Rubo y Tomasuco y Rodri protagonizaron lasfinales más repetidas... con los líderes como vencedores Casi el mismo «refrán» vale para Moisés, pero casi, pues no ha ganado todos los corros y Rubo le planta cara... Volvieron a verse en la final. Estuvieron empatados a caídas pero La Roca remató la tarde como suele.

- ¿Qué pasó Rubo?
- Qué ganó Moisés. Ganó y ganó, no pasó nada.
- ¿Esta muy fuerte?
- Sí, claro, siempre, y parece que ya está bien del tobillo pues no hizo ningún gesto de dolor. Hice lo que pude, no pasa nada.

Y no le falta razón. También en cuartos el joven Adri le había dado una caída a Moisés, pero como en los concursos de la tele «hasta ahí se puede llegar».

En semipesados los espectadores se mueven en los asientos y se frotan las manos, saben que puede haber un combate que «paga el viaje». El Tomasuco frente a Rodri, La Perla. Y lo hubo. Fue la final (Tomasuco había tirado antes al tercero en discordia, Diego Arce).

Y nuevamente «pagó el viaje» pues volvió a ser una final vibrante, variada, con dos luchadores muy igualados dentro de la diferencia. De Rodri puedes esperar lo inesperado, para bien, puede sacar una cadrilada desde una galería subterránea, puede sacarla con  las dos piernas, puede inventar... pero cuando Tomasín se pone en modo Nuevo Turbo, cuando enchufa el torbellino a la corriente eléctrica todo puede pasar, pero resulta absolutamente imparable pues se te sales de una maña ya está encadenando otra. Si huele la sangre de la victoria ya no hay nada que hacer.

- ¿Qué te pareció el combate?; preguntan a quien ha visto muchas batallas, Javi Oblanca.
- Acojonante.

Más corto y conciso imposible, bien parece el heredero de Miguelín, en el asunto de las definiciones, claro.

Cuando se presentaron  los 10 de pesados se abrió el debate pues allí estaba Andrés Mínguez, el judoka errante, el valenciano que pasó el año pasado grabando un documental de luchas del mundo y  apareció en el corro de Boñar... y ganó.

- ¿Otra vez?
- ¿Aquí en pesados cada vez que viene uno se lleva tajada?

Víctor J. Hernández evitó que ‘el judoka errante’, el valenciano Andrés Mínguez, sumara la segunda victoria Otro que regresaban era Víctor J. Hernández, el pescador, que va y viene. Y les tocó medirse. A Víctor J. otra cosa le podrás decir, pero no que no es valiente. Cogió a Mínguez, lo subió a su barriga y hasta pareció fácil cómo le derrotó, que no lo fue. No le pudo brindar Mínguez la victoria al amigo cuyo nombre luce en la camiseta, Barreñada, ayer presente en las gradas.

Tampoco Víctor acabó el corro como le gustaría pues en la lucha por la tercera plaza tuvo que abandonar por una mancadura. Ya había hecho faena y librado el honor de la lucha.

¿Y ahora? Pues los gallos  de este peso y Víctor, que se había ganado el protagonismo de la tarde. Allí estaban los Cristian, Liquete, el Nuevo Quiñones...

Nuevamente Cristian, el de Boñar, se mostró como el más fuerte, aunque Liquete sigue como líder sólido Y nuevamente Cristian impuso su ley, la de casi todos los corros que ha luchado, la de un deportista de una tremenda potencia, entrenado, serio... que ha encontrado en pesados el caldo de cultivo para sus tremendas posibilidades. Y Liquete contento también pues sigue sumando puntos y le siguen saliendo las cuentas para el título, que es donde tiene puesto el periscopio.

Y hoy cita de altura. En las alturas. En Riaño, en su corro cerrado, pero  sería todo un detalle que quienes puedan se acerquen hasta Nava de los Caballeros por la mañana para rendirle  honores a un caballero que todo lo que se le haga bien se lo ganado: Eutiquiano Urdialdes, Nano El Caballero de Nava.

Dicho está. Una exposición para recordar a un caballero y uno de los   más grandes luchadores de la historia.

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