Corro de Liegos: Un oso, un canario y un Junco ‘roto’

Mal remate de un precioso corro con lesión de Clemente en la final con el canario Ledesma, ganador con Ibán, Moisés y Sergio

Fulgencio Fernández
15/08/2015
 Actualizado a 15/09/2019
Moro levanta la mano de Ledesma con Clemente lesionado en su silla.
Moro levanta la mano de Ledesma con Clemente lesionado en su silla.
Pocas veces se empieza la casa por el tejado, pero hay casos. Pocas veces se empieza un corro, la memoria de un corro, por el final, pesados (al menos en los últimos años), pero hay casos. Y ayer, en Liegos, ese lugar diferente, era obligado que fuera así.
Motivos sobraban. Se inscribieron 15 , tantos como en ligeros; apareció un luchador canario de 127 kilos que se quería sumar a la fiesta; por los montes bajó ese tipo que tanto quiere la gente, El Oso de Pallide... Clemente, cuya supremacía discutían, hablaba con Fernando Martínez, El Rubio de Campohermoso.

- Sólo falta que aparezca Avelino.

Y cuando miran para atrás... aparecía Avelino por la puerta de entrada a la pradera del corro. Hasta estaba por allí Ferreras... menos mal que no era El Chopo, era su hija Miriam, que colabora en la preciosa revista que para este corro ha hecho la gente del Club San Pelayo.

Ya eran más de las ocho cuando se presentaron los de pesados. No se había ido ni un espectador, hasta el tiempo se sumó a la fiesta y el frío que se preveía a las cinco de la tarde no se hizo realidad.

La previa quiso que librara el canario Javier Ledesma, de La Laguna, y que los favoritos fueran pasando con un igualado combate entre El Oso y Bulnes en el que el de Pallide pasó por haber dado la primera caída. Curiosamente también pasó en cuartos contra Alvarito por haber dado la primera caída en un combate a cara de perro en el que el de Boñar, buen amigo de Eduardo, llegó a gritar en su desesperación al ver que se salían del corro: "Oso cabrón", entre las risas de los aficionados y las del propio luchador de Pallide, que es un tipo de un carácter impagable.

Al margen de este combate, cuartos tuvo mucha tela. El canario Ledesma debutó con Bahillo y ganó a la cadera; Clemente ganó a Avelino (que dio 141 kilos en báscula) en menos de 10 segundos y cediendo una media que regaló al soltarse para cambiar de mano (se las sabe todas). Y la cuarta semifinal tuvo mucha tensión pues llegaban picados los luchadores, Likete y El Tigre, porque el del Ferral le había recriminado falta de deportividad en el combate anterior con Quiñones. A El Tigre le pierde la bocona. Empataron a cero, también en la caída de oro, y los árbitros levantaron la mano a Likete.

En semifinales ya asustó el canario Ledesma cuando derrotó a El Oso y le dio la primera caída en dos segundos, bien es verdad que Edu resbaló.Pero después le dio otra caída y media, entre anécdotas, bromas y hasta comentarios de Edu que el público celebró. "Es muy ágil", decía El Oso.

Y un detalle, no menor. Clemente, que esperaba para luchar no se perdía detallede lo que pasaba en el combate. Le hablaban y ni miraba.

A las 21.06 se agarraron para la final: El Junco y El Guanche. 95 y 127 kilos. La Sobarriba y Tenerife. Un grande de la lucha y un puntal canario. "Esto no va a ser lo mismo", aventuraban los aficionados pero quedaron sorprendidos cuando en menos de medio minuto el canario le dio una fulminante media caída al retortijón. Ver y no ver.

Silencio.

Se agarraron, de nuevo. El canario se defiende agachándose. Clemente le busca. Los árbitros pitan a El Guanche pasividad dos veces, tarjeta amarilla,hasta que El Junco de la Sobarriba encuentra un hueco, tranca y le da una entera que le pone por delante. Pero ya no está todo tan claro. Queda un minuto.

Se agarran de nuevo. Ahora los dos aseguran más y a falta de medio minuto el canario repite la estrategia de la primer caída. Y le sale bien. Lleva a Clemente, cae encima, se escucha un chasquido y el grito de Clemente. Hay lesión. Seguro. En el hombro.

con alguien de otro deporte y que me saca tantos kilos me lesiono, seguro El canario coloca las manos en posición de rezo. Mira al cielo.Sabe que hubo polémica con su llegada y que, además, Clemente había argumentado que "con alguien de otro deporte y que me saca tantos kilos me lesiono, seguro".

Y ocurrió. Ledesma se arrodilla a su lado y Clemente es contundente: "No es culpa tuya". Lo escucha todo el corro pues se había hecho un silencio sepulcral.

Mal final. Muy malo.

Sergio, ‘el silencioso’ sin ruido


Es una pena el final. Había sido una tarde de buena lucha. Aún estaba reciente el recuerdo de un semipesados en estado puro, con muchos aspirantes. Primero Rodri ejerció de ‘Perla’ y tiró a el líder, El Rubio de Campohermoso.

- No sé bien qué maña es la que te hizo en la última caída; le dicen.

- Ni yo tampoco; dice el de Campohermoso, que nunca se mosquea.

Rodri fue a la final. Allí estaba Sergio, que ganó en semis a su hermano Samuel. Y El Silencioso de Alija parece que los duerme, se coloca, se atraviesa, espera, tranca, aprieta... y caen.

Javi Oblanca, ¡qué paisano!

En ligeros vivimos en semifinales la batalla entre ‘los señores’ y ‘la quinta del botellón’. Filín y Adrián Fierro con Oblanca e Ibán.

Javi Oblanca dio un curso acelerado de cómo se aprovechan los recursosNo hubo color, fueron los dos ‘señores mayores’ a la final y en ella Javi Oblancadio un curso acelerado de cómo se aprovechan los recursos.Se adelantó con media, aguantó carros y carretas, esperó a que Ibán se desesperara y cuando esto ocurre es un maestro. ¡Qué pena de espacio para contar lo que la lucha leonesa debe a tipos como Javi Oblanca!

Y en medios se cumplió la tradición de que cuando Moisés pierde un corro está intratable en el siguiente. Le creó muchos problemas en la final un ejemplar Víctor, con la costilla muy tocada, pero Moisés le dio media caída y fue al grano, como había ido en la previa con Tomasín, que volvió a arriesgarlo todo, aunque le salga mal, como en Liegos.
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