Y la Catedral quisieron mandar, cómo no, los obispos de cada peso, no en vano hace unos cuantos años un ganador, de la tierra, dijo cuando le levantaron como ganador: «No es esta tierra propicia para monaguillos, habiendo obispos». Este domingo , otro ganador lo cambió por otra expresión, pero la idea es la misma: «No es país para medias misas».
Anima la Catedral pero también que va avanzando la temporada, crecen las ganas (deportivas y necesarias) que se tienen unos a otros, van cogiendo forma, están más luchados y así nacen esos esperados momentos mágicos.
Uno de los momentos más bellos de la tarde lo ofreció ‘la niña’ Ainoha con dos medianas de alta escuelaCuriosamente, o no, uno de los primeros momentos, tal vez el más comentado, llegó en femenina y por partida doble, con una Fierro, Ainoha., que sacó dos medianas antiguas, al cielo, seguidas, una para cada lado. La segunda la trabó hacía un lado y como no la sacaba pues la finalizó hacia el lado contrario. Su pariente Rubo sonreía cuando le decían «aprende».
La verdad es que bien parecía que anduviera por el corro el recordado ‘Rey de la Mediana’ de Corcos. La foto de la maña de Ainoha está en la primera página de este suplemento, merece le pena mirarla.
En ligeros el obispo no es de chispazos. Dice la misa de primera hora de la mañana y siempre cumple sin fisuras. Víctor Llamazares no dio opciones, una vez más, en una tierra que a él le gusta, no solo para la lucha. El Hombre Tranquilo también se apunta a subir el mayo y otras gestas que suelen ir parejas a la condición de luchador. La pregunta ya comienza a ser si será capaz de ganar todos los corros de Liga, lo que no es nuevo para él.
En medios Moisés es cierto que está cogiendo la senda de otros años, cada día más intratable, en obispo La Roca pero... el momento lo propició ese veterano que también impresiona con su lucha, Diego Arce. Fue en la final. «Mira que cuatro brazos», decía el público con razón. Y después de adelantarse Moisés, a puro güevo, llegó el momento. Diego trabó una gocha terrible, retumbó el suelo, y lo había hecho arriba, con la cadera. Hay que tener mucha fuerza y mucha valentía para intentarlo... ante Moisés. Acabó perdiendo El Balilla, que lamentaba: «No puede ser. Entreno a pulso, estoy bien, pero en Astorga no me puedo agarrar con nadie a la lucha y me estanco, no mejoro. Y con 40 años no puedo dar ventajas».
Ya sé que en semipesados siempre se piensa en el Rodri-Tomasuco, y más en Prioro, la tierra de La Perla. Fue la final y no decepcionó, pero antes Sansón Cabero sembró el terror al darle caída y media a Tomasuco, que se recuperó, como él hace, con raza y siendo el luchador que mejor enlaza una maña con otra.
¿Y la final? Se volvió a adelantar Rodri, con clase, pero ya se ha dicho que cuando Tomasuco saca se le puede parar un golpe, pero lanza otro y remata con un tercero si hace falta. Lo hizo. Prioro lo merece. Otro obispo.
Y Pedro Alvarado, en pesados, estaba al borde de la desesperación ante un Álvaro Quiñones eficaz cuando lanzó casi a lo loco otra gocha, la maña del día, que fue eficaz y desesperó al bueno de Álvaro. No sospechaba que el 0-0 ya citado le daría la victoria en la Catedral y, de paso, le hacía obispo.
Sandra, Bea y su abuela, un ciclón y dos medianas de lujo
La categoría femenina arrancó con una alegría largamente esperada, una participación cuando menos digna e, incluso, numerosa en medios con 8 luchadoras (4 en ligeros, que al fin llenó el cuadro de honor, sin contar a La niña Justel que luchó en medios, y 4 en pesados).
Y ya en ligeros llegó la primera ‘alegría’ de la tarde con dos medias de las de póster que le dio Ainoha Fierro a Andrea González. Se lo agradeció el público, fue uno de los momentos más bellos de la tarde,pero en la final la esperaba la rocosa Sandra, a la que no resulta nada fácil luchar ‘por abajo’ y la de Valdesogo supo esperar , evitar el tranque de nuevas medianas y llevarla a tierra, sumando Sandra su segundo corro... de dos.
En medios, con 8 luchadoras e Isa que dio mucho juego, se impuso la líder, Bea Riaño. La pelirroja, dice Nacho, «es la que lucha con más sentido» y eso se nota. Se llevó el corro incluso con facilidad, derrotando en la final a una nerviosa Priscila y marchó feliz a darle el y trofeo a su abuela, «que dice que nunca gano cuando viene ella».
Y en pesados ganó ‘La Ciclón’ como un ciclón, arrasó en sus combates con la ‘pena’ de que en la final se lesionó Yasmina Ferreira, que no pudo acabar el combate definitivo.