Y los luchadores también lo saben. Allí calienta Diego Arce, que hace varios días que no compite.
- ¿Ya estás bien?
- No, pero a Prioro hay que venir.
Estaban todos preparados para «cantar alto» en la Catedral. Y este corro singular propició que en La Catedral se viviera una revolución contra los obispos, que lo son, nadie lo duda, Víctor Llamazares y Moisés Vega en ligeros y medios. Y ninguno de los dos se llevó la victoria en Prioro se rebelaron Adrián Fierro, Fierro II, y Adrián Rodríguez, el de La Sobarriba. Fue la revolución de los Adri...anes.
Sin embargo, en la revolución de ligeros hay que hablar también de Santi, El Míster, pues él fue quien apeó del altar al obispo Víctor Llamazares, con un combate a medio camino entre la calidad que atesora, las mañas de viejo zorro y las ganas... Pero le tocó a Santi esa complicada tarea de «trabajar para empresa ajena» y después de tirar al líder no ganar el corro.
La empresa ajena se llamaba ayer Fierro II, Adrián Fierro el de Cerulleda. Que no era ningún regalo, bien se lo ganó, volvió a ser el ciclón que ganó en Lillo. Lo sufrió gente como Jesús el de La Braña o Fer el de La Sobarriba, a los que no dio ninguna opción.
Pero Santi siempre es un peligro y más si, como ocurrió, se adelantó con una entera El Míster. Pero Fierro estaba ‘desatado’ y Santi reconocía al final: «Se me soltaban las manos, tenía los brazos cargados... ya tenemos una edad».
Y Fierro se puso la mitra.
Un obispo a casa ¿Y La Roca? Pues cayó en semifinales en el combate de ‘los kilopondiómetros’ con Adri el de La Sobarriba, que ya venía de un duro combate con Samuel. Estuvo Adri valiente y poderoso, sorprendiendo al líder con dos enteras... pero corría el peligro de que le pasara como a Santi pues en la final le esperaba Flechina, imprevisible, que venía de una semifinal tremenda con Lixer, otro combate en el que la potencia hacía temblar los cintos.
Pero no le dio Adri demasiadas opciones al judoka de raza de luchadores. Dos enteras de bella factura, una cadrilada a los cables y una mediana al posar a David, después de que se le acurrucara en el pecho, fueron el preludio de un gesto de felicidad de quien tiene claro que ganar en Prioro es una importante muesca en el historial. Y además él no trabajó para ‘empresa ajena’. Otra mitra.
Abuela Tancia ayudó pero Tomás aguantó; Alex dijo «sí quiero»
Había un clima especial en semipesados. Por muchas razones pero, sobre todo, las miradas estaban puestas en Rodri, que siempre cumple en este su pueblo y que ayer tenía un motivo especial, dedicarle el corro a su abuela Tancia, por la que se guardó un minuto de silencio por su reciente fallecimiento.
Impresionó un muy serio Rodri en sus primeros pasos, muy en Perla. Dos mañas de alta escuela, un garabito y un tranque por detrás mandaron a Rubo para Valdorria en pocos segundos y con mucha rabia deportiva. Después dejó un voleo para grabar a Pedro Alvarado.
Parecía que la abuela Tancia empujaba, pero faltaba el señor Obispo de la categoría, Tomasuco el de La Vecilla. Cuando salieron los dos al centro del corro el público les recibió con un espontáneo y cerrado aplauso, como si ya supieran que iban a ver algo guapo. Y lo vieron.
Rodri quería la tarde de Perla. La tarde redonda. Tomasuco sabía que había que dar la cara y la dio, aguantó los empellones de Rodri y Tancia en uno y le dio la vuelta al ataque, mostrándose después de cada caída cercano y cariñoso con el rival. Pero la burra por lo que vale y Tomasuco se llevó el corro y levantó al rival.
Rodri se iba cabizbajo, sin razón, su tarde hará sentirse muy orgullosa a la abuela a la que quería honrar. Y honró.
En pesados se anunció un bretón, grande y con incertidumbre, al que Morín convirtió en una anécdota en pocos segundos. ¿Y El corro? No estaba Cabero, ni Cristian. Y Bulnes se fue tristemente a la camilla con una lesión que parece preocupante. De rodilla.
Quedaba el camino abierto. Parecía querer entrar el potente José Luis, de los Cerezal de Corcos, que tiró a Morín, pero «le cerró la puerta» Alex Fernández, ese chaval que sabe luchar, tiene cuerpo, ha ganado varios corro... pero a veces se apaga.
No se apagó ayer el mejor Alejandro. Remató el corro con solvencia en la final ante Álvaro Quiñones y recibió la mitra que faltaba.
‘La Niña’ Justel fueEl Cid y Bea Riaño y María cumplieron
La femenina sólo tenía una cita en este largo fin de semana, ayer. Y no empezó bien, en ligeros Isa Justel ganó sin salir al corro. Fueron eliminadas Priscila y Sandra por empate a ceroy se llevó Isa el corro «gratis». En medios y pesados ya eran cinco, y cumplieron las favoritas.
La pelirroja de oro, Bea, sigue sumando corros a su tierna edad y nada pudieron hacer ante su buena lucha de caderaAndrea o Ariadna.
En pesados estaba la ‘guadiana’ María, viene cuando puede, y cuando está siempre hay que contar con ella, como comprobaron ayer primero Cecilia, que le plantó cara pero..., y en la final Adriana, que lo intentó pero tuvo que rendirse a la evidencia.