La tarde era espectacular, buen ambiente en la grada, el dinero de los luchadores presente —no siempre ha sido así— y la recta final de la Liga que propicia el paso de los últimos trenes. En ligeros hay dos que tienen pendientes a los aficionados, el de Santi El Míster, que pese a hacer una buena temporada aún no ha ganado ningún corro este año; y el de Javi Oblanca que lleva 25 años seguidos ganando algún corro y en esta Liga aún no lo ha hecho. Es evidente que La Catedral Ambulante ya anda en otra batallas pero este último tren es muy apetecible.
Y Busi subió a medios, uno menos. Pero quedan 17. León es León.
Y está El Hombre Tranquilo de Valderrueda, que está haciendo una recta final apabullante, pero más que en resultados, que también, en mañas, en lucha, en poderío.
Víctor le lanzó una especie de zancajo de la cobra; La Cátedra miró a la Catedral, ¿porqué no el milagro hoy? A ver. Javi Oblanca va salvando escollos de jóvenes con ganas de mandarlo para casa: Junior, Javi Sancho y Adrián Fierro, en semifinales. La Cátedra ejerció de cátedra, a cada rival la pócima que pide la lucha... y el veterano luchador de Villabalter ya está en la final.
El milagro está pedido. La Catedral allí al lado y la puerta abierta... Y Víctor Llamazares detrás de ella.
El Míster también va cumpliendo. Tiró a Pinto, a Florián Yugueros... El Míster entiende a los chavales como nadie y les asusta un poco cuando aprieta elcinto hasta que casi sacan la lengua. Pero en semifinal estaba Víctor y ahí se acabó el sueño del bueno de Santi, aunque remató la tarde con otro buen combate para la tercera plaza. Queda untren, el de Boñar, que es de Feve...
Y ya estamos en la final ¿Hay milagro? Javi sale como siempre, pensativo y con sonrisa al biés, como tramando algo pero, ¿qué? Se agarran. Le aguanta Javi. Pasa una paloma que anuncia algo. La Cátedra busca su décima de segundo. Víctor le mueve, Javi se recompone y, de repente, el zancajo de la cobra de Víctor. Traba. Tranca con un poderíotipo Faraón, mete el pecho y paisano con la espalda mirando al cielo y los ojos a la Catedralcomo pidiendo una explicación de porqué no era hoy el día del milagro.
Pero no lo era. Estaba El Tranquilo.
Capitán Tomás de la artillería pesada y dos perlas en la reserva
La Catedral, dicho está, invita a milagros, gestas o similares. Los milagros esta vez no llegaron, las gestas casi sí y en similares caben los momentos emotivos. Uno de ellos, seguramente el mayor de la tarde, lo vivimos en la final de medios, con un Adri que volvía a ser el gran favorito ante la ausencia de Moisés, y cumplió, va a llegar el día que el abuelo no se emocione pero hay que darle tiempo que el de La Sobarriba sólo tiene 20 años. Pero no estaban puestos en Adri los ojos, sino en su rival, otro joven de su quinta, José Luis García, Chelín de Puente Almuhey, el hermano pequeño de las gemelas García ¿Miraban hacia él porque no es un habitual finalista? En parte sí, pero la lucha leonesa tiene memoria y muchos aficionados todavía recordaban cuando hace exactamente un año, en este mismo corro, en este mismo lugar, se nos congeló el alma ante una gravísima lesión en la mandíbula de larga y dura recuperación e, incluso, el peligro de retirada. Menos mal que Chelín tiene una afición a prueba de bombas...
Igual no hacia falta que ganara, la alegría de verlo allí fue suficiente y, de paso, Adri sigue creciendo como aspirante a mover La Roca, Moisés Vega de nombre.
Tomasuco subió a pesados y ganó un nuevo corro, mientras Adri y Rodri se afianzan en medios y ‘semi’ En semipesados Tomasuco decidió apuntarse a gesta, y subió a pesados, como ya hiciera alguna otra vez.
Así las cosas las miradas se ponían en Rodrigo Fuentes, La Perla de Cistierna, el que despertó tarde y nunca sabremos que hubiera hecho de despertar pronto.
La alternativa más clara era evidente que se llamaba Rubén Fierro, el también imprevisible Rubo y otro de los que cuenta con el favor del público. Se fueron directos los dos a la final, el de Cistierna después de tirar a Sansón y el de Valdorria a Guiller.
¿Qué harán? ¿Qué tarde tendrán? ¿Nos harán olvidar los Rodri-Tomasuco? La Perla respondió pronto, con un garabito en dos segundos que dejaba clara una cosa. La Perla viene en Perla. Y lo fue. Y se llevó el corro.
Emotiva fue la presencia de Chelín en la final en el mismo lugar donde sufrió la grave lesión hace un año Tomasuco miraba desde la grada, dándole vueltas a cómo le vendrían a él los de pesados, pero también supimos pronto que el soldado Tomasuco quería ser el luchador Capitán Tomás. Lo fue. Pasó bien con el joven Sergio Corral pero el bombo ya le anunció un hueso, Bulnes, que venía de levantarle caída y media a Víctor J., campeón en Sahechores. Pero el de La Vecilla se mostró intratable.
Y en la final le esperaba el ya campeón, Abel Isaí Cabero, quien ya pronóstico que el futuro pasa por los que vienen de abajo. Lo comprobó, dos golpes de cadera colocaron a Tomasuco en su cuello la medalla de otra gesta.
Aunque la verdad, en Tomasuco no cabe decir gesta pues cualquier cosa que haga resulta esperada. Como en León.
La Niña, Ariadna y La Ciclón, para cerrar la Liga
La categoría femenina bajaba hoy la trapa; y lo hizo con victoria para dos de las campeonas: Isabel La Niña Justel y Cecilia La Ciclón, en ligeros y pesados. No estuvo Bea en medios y se llevó la victoria nuevamente Ariadna Morán, otra alegría para la de Canales, una fiel de la competición que seguramente merece más de lo que recibe y será una inyección de moral cerrar la Liga con victoria y subcampeona.
Triste nuevamente lo de ligeros, con solo dos luchadoras, y nueva lección de raza de ambas con victoria para La Niña, curiosamente la más veterana.
Y en pesados se cerró con doblete —corro y Liga— para la irrupción de Cecilia La Ciclón, una alegría de lucha y raza para una liga femenina que la necesita. Sólo le falta saber sobrellevar mejor las derrotas, que no es fácil pero...