- Jefe, ¿dónde es el corro de lucha?
- Aquí no hay de eso; será en Matadeón, que creo que había...
La primera en la frente. Y al inicio del corro poco más que amigos y familiares de los luchadores, pero según avanzaba la tarde se van sumando más coyantinos que llenan el graderío del templete de la música, en el que se colocó la mesa de la megafonía, aunque los fotógrafos lamentaban que no estuviera más cerca del castillo para que sirviera de telón de fondo a las imágenes.
Con buen ambiente y un público agradecido hizo historia, más bien la siguió haciendo, Moisés Vega, La Roca de Cistierna. Ganó el corro y ganó la Liga. La sexta consecutiva.
Y eso que no las tenía todas consigo al llegar. Estuvo es esas fiestas gastronómicas y singulares que son las de Sotillos de Sabero y a sus esguinces de noche sumó uno de barriga probando las tortillas con jijas. Nada más entrar en el peso se tuvo que meter un bocata para entonar. Y después... a rematar el año. Fue deteniendo embates del mar contra su Roca que le enviaron su paisano Sergio El Ingeniero; después Flechina... y en la final le esperaba el reaparecido Arce, que había impresionado antes derrotando a Adri y a Samuel...
Los coyantinos se fijaban, y admiraban, cómo se ponían en tensión los brazos de los dos, Arce y Moisés, al agarrarse. «Acero», decían.
Se las prometían felices y se quedó en un suspiro, como si La Roca no quisiera sombra de dudas en el día del título la final duró 5 segundos, en dos dio la primera caída y en otros tres remató la final. De récord, como su propia trayectoria desde que empezó siendo el hermanode Ángel... hasta La Roca.
Unos minutos antes había certificado una nueva victoria quien ya es campeón de Liga en ligeros: Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo de Valderrueda, que este año no pagó la resaca del título, como en 2018.
Ganó con solvencia en una tarde en la que quien se quiso asomar a la ventana de quienes vienen pegando fuerte fue Fer Rodríguez, de Villavente, que certificó un gran corro ganando la tercera plaza a Jesús después de dar la sorpresa de la tarde mandando de vuelta a casa a Adrián Fierro, Fierro II.
Y volvió a estar en la final El Míster, de Cistierna. Sólo le falta ganar un corro para certificar este feliz regreso a ligeros, a sus 37 años cargados de vieja lucha. Pero este viernes no estaba Víctor para bromas.
Una 'Perla' lo es en cualquier peso
«Una Perla es una Perla, aquí y en Lima, en semipesados o en pesados»; lo dice Rafa, el del Valle de las Casas, después de ver la exhibición de Rodrigo Fuentes, La Perla de Cistierna, ganando el título de pesados.Decidió Rodri subir a pesados en ese experimento que en la recta final suelen practicar los de semipesados. Y ganó, con solvencia y sin la ‘caridad’ del bombo, que en la fase previa ya le emparejó con el líder, Caberín. La mediana que le dio dejó claro que no había subido para no dejar huella de su paso. Ganó a Abel Isaí, también al Tigre y se vio con Josele en la semifinal. La fuerza de la naturaleza de Corcos, que venía de tirar a Alex Fernández, tampoco pudo hacer nada ante quien es la esperanza del Club para pesados.
- Tendrás que empezar a ganar corros, Josele.
- Y qué hago con tipos como Rodri.
Pues aplaudir, que fue lo mismo que hizo Víctor J. en la final, con más de 120 kilos frente a 87. «¿Qué pasó?, nada, que es muy bueno». Y la prueba es el recitalde mañas que había ofrecido en los cuatro combates en el peso superior.
Una Perla lo es en cualquier parte. Y si hay algo parecido a Rodri en semipesados ése es Rubo, el de Valdorria, otro que cuando está en modo perla es muy complicado aguantarle el aluvión de fuerza y mañas que despliega.
Para quienes este viernes lamentaban no poder disfrutar del Tomasuco-Rodri allí estaba él para regalarnos una impresionante final: Tomasuco-Rubo.
Fue un ciclón. Tomasuco lo intentó, no se le puede negar pero si Rubo está desatado... pues déjalo.
Llegaba el líder, Tomás. ‘tocado’ después de un terrible combate con Omar Liquete, que ayer ejercía de local pues es el monitor de la escuela de lucha coyantina y allí estaban sus chavales animándole desaforados. No les decepcionó el profe, que le dio caída y media al de La Vecilla y no paraba de darle vueltas a esa media que debía «amachambrado» para entera, pero perdonar ante un grande es muy peligroso y él aún lo estará lamentando. No se si se volverá a ver otra vez así.
María sonríe la victoria y La Niña Ciclón "llora" la Liga
Cualquiera que viera el desenlace de pesados este viernes no entendería lo que acababa de ocurrir. María Rubiera había ganado el corro y abandonaba el círculo con la misma sonrisa tranquila que una semana antes, cuando perdió. «Vengo desde Madrid para luchar, y disfruto, luchando, si ganó algo más... o no». Cecilia García, La Niña Ciclón de Yugueros, pasa llorando pese a que acaba de proclamarse campeona de Liga... pero ha perdido la final.Tal vez tenga explicación, que María lleva casi tantos años luchando como tiene Cecilia (17 años), que ha llegado y besado el santo. «Es que mis padres me mandaban lejos de León en verano y no podía luchar».
Venía Cecilia de otro combate tenso, con la ‘local’ (de San Justo) Carla Sofía, a la que le dolió mucho la derrota y lo expresó.
En los otros dos pesos ganaron las líderes y futuras campeonas: Bea Riaño, que le basta con ir para ser campeona y este viernes derrotó a las dos aspirantes: Edi y Ariadna, ahora en una bonita batalla por el subcampeonato.
Y en la batalla a tres de ligeros volvió a triunfar la tirillas Isa La Niña Justel, tan inquieta dentro como fuera del corro y que dará mucho que hablar.