Los dos momentos tienen un denominador común: dos luchadores que logran el más difícil todavía: superarse a sí mismos y no es fácil si sabemos que son dos tipos como Javier Oblanca, La Cátedra Ambulante de Villabalter (en corto La Cátedra) y Tomás González, de La Vecilla, Tomás el de Uco, Tomasuco. Los dos vencieron.
Javier Oblanca batió su propio récord. Había establecido en Riaño el del luchador que ha ganado un corro con más edad, con 48 años y casi medio año, pues ayer le quitó el casi y se hizo campeón con 48 años y medio, derrotando en la final al mismo rival, a David Riaño, que en Riaño era el líder y en Mansilla ya era el campeón.
Y Tomasuco nos había ofrecido junto a Rubo una semifinal de esas para el recuerdo. Estuvieron dándose cera hasta que quedaban 7 segundos, en una sucesión ininterrumpida de ataques, contraataques, mañas, falseos... manteniéndose en pie. A falta de 7 segundos hay caída, quedan los dos extenuados en el suelo, ni miran a ver qué ocurrió y los árbitros dan la solución: Media caída para Rubo. Tomás en un gesto muy de luchador antiguo da vueltas al corro con la cabeza agachada. Se le escuchan los pensamientos, le da vueltas a qué hacer. Rubo mira al biés, no se fía aunque sólo son siete segundos, también piensa qué hacer, ¿soltarse? ¿aguantar?...
A luchar. La gente rompe en un aplauso, sube la tensión, Rubo decide aguantar y cuando el último segundo encara el final, a falta de nueve décimas Tomasuco le arranca una entera, el combate, la final y la gloria. Quedan en el suelo y les levanta el aplauso cerrado de un público que necesitaba pasar el mal trago de un susto de un aficionado que sufrió un golpe de calor.
Ya solo le quedaba a Uco rematar en la final —en la previa había tirado a Rodri— y lo hizo ante Sansón. Se acababa de superar a sí mismo, difícil pero siempre posible en el de La Vecilla.
La Cátedra justifica su apodo
Cuando este momento de tensión y disfrute ocurrió ya se había producido la otra ráfaga, en ligeros. Javi Oblanca repitió la táctica de ir dando a cada rival (El Halconero, Pablo Larrea y Daniel Pinto) distinta medicina. Quedaba David, que en la previa también salvó los muebles a falta de siete segundos frente a Jorge Iglesias. Fer y Florián fueron los otros rivales antes de sentarse al lado de Javi para medirse a él en la final.
La Cátedra sabe que la resistencia es fundamental y se anima recordando una historia de alguien a quien admira: Cayo de Celis. «Me contó una vez que aquí, en Mansilla, estuvo una vez 25 minutos a cara de perro con Felipe León... y acabó ganando».
En conclusión. Todo es posible. Y lo fue. De nuevo diferente medicina a cada momento. Primero aguantó un ataque en tromba de David y le esperó con una dedilla eficaz. Una cadrilada muy suya le da otra media que le pone al borde de la gloria, del abismo y de la épica pues se le sube el gemelo y tiene que pasar por el taller del doctor Asdrúbal. Regresa cojeando pero remató la faena. Récord sobre récord, hasta el legendario Cayo lo firmaría.
Unai cumple, Pedro gana
Aunque las dos ráfagas para la historia del año fueron en otras categorías pesados sigue teniendo su gracia, hay batalla, lucha y hasta ese clima de ambientillo que crea gente como Unai, que sabe convivir con la grada y ésta le responde. Le sorprendieron cuando se agarró a Edgar en el primer combate suyo y le cantaron a coro el «cumpleaños feliz» pues hacía 27 años. Lo quería celebrar con una victoria, que además necesita para no desengancharse de la lucha por la victoria pero nuevamente fue Pedro Alvarado quien se le atragantó en una final que lo intentó todo pero el de Cistierna está de dulce. Tan solo le arrancó media caída que, eso sí, fue arrancada, en otro de esos combates que obligan a los aficionados a permanecer en la grada hasta el final del corro pues, además de esta final, hubo tela que cortar en las semifinales entre Pedro y el juvenil Jorge que cada día crece más y le dio una entera; y supo nuevamente Unai solventar la diferencia de peso con Víctor J. con raza y lucha.
Medios sigue con la depresión de la ausencia de Moisés. Su primo Samuel ya anunciaba que «se acabó, no regresa». Lo va a sentir la lucha y una categoría que domina Adri y ayer ambientó Chelín en un combate que tuvo al de Villavente con caída y media frente a una y en la hora de la verdad, cuando arrancó con fuerza resbaló y cayo solo. Las manos a la cabeza de su hermana Edi, y hasta sus lágrimas, lo decían todo.
En la final se metió Carlos el de Velilla de la Reina, que lleva con honor el pendón de una tierra de tradiciones y es sin duda, el mejor de Velilla.
Y, además, un buen tipo.
Priscila ya es campeona de liga al ganar con Luzma y la otra invicta, Cecilia
Las invictas ganaron, las tres líderes se llevaron el corro, de lo que se deduce que la victoria fue para Priscila, Luzma Carcedo y Cecilia ‘La Ciclón’ de Yugueros.
- Y tú Priscila, ¿ya eres campeona?
- No lo sé, lo de los números no lo tengo muy claro.
Pues sí la ha ganado. Quedan cuatro corros, 40 puntos, y Priscila le saca 43 a Sandra. Cecilia está a punto, lo será en La Virgen. Este domingo ganaron, a Laura Prieto y Paola en la final y su reto tiene otra ambición, finalizar la liga invictas. Priscila ya tiene una liga que unir a sus 2 provinciales desde que en 2019 se lo tomó en serio.
Medios sigue su carrusel. Edi le dio caída y media a Bea, se mareó y la de Cistierna remontó a una gemela a la que se le saltaban las lágrimas después de lo suyo y lo de Chelín unos minutos antes. Después fue Luzma la que tiró nuevamente de raza en la final, derrotó a Bea y se escapa algo, pero la batalla sigue, son 7 puntos.