Málaga 1 - Ponferradina 0: 'Entrenador nuevo, costumbres antiguas'

La Ponferradina pierde con el colista en el debut de Gallego víctima de un gol en propia de Erik en un córner / Con 0-0 el VAR anuló un gol de Agus y Makaridze paró un penalti

J.C.
26/11/2022
 Actualizado a 26/11/2022
Portero y defensores de la Ponferradina se lamentan mientras Escassi celebra el gol del Málaga. | LALIGA
Portero y defensores de la Ponferradina se lamentan mientras Escassi celebra el gol del Málaga. | LALIGA
Otra vez el balón parado. Otra vez un saque de esquina. Uno de los grandes debes de la Ponferradina durante toda la temporada volvió a condenarle a una dolorosa derrota, pues llegó frente a un colista que aunque le tumbó demostró el porqué de su mala situación en la tabla.

1-0 cayeron los bercianos frente al Málaga en el debut en el banquillo de David Gallego, en cuyo estreno no se pudo aplicar precisamente el dicho de ‘victoria segura’. Más bien esta vez fue ‘a entrenador nuevo, viejas costumbres’, porque la acción que marcó el partido es un calco de las que han provocado muchas de las derrotas.

Fue en el arranque de la segunda mitad, cuando el 0-0 seguía presente pese a que la Ponferradina había creado más peligro aprovechando las dudas y errores en defensa del Málaga, pero los locales habían tenido la mejor ocasión en un penalti que detuvo Makaridze.

Entonces en el minuto 58, en un saque de esquina, llegó el que sería el único gol del partido. La puso Fran Villalba, arrastraron los atacantes al primer palo y en boca de gol, con Makaridze inmóvil bajo palos, Erik Morán se metía el balón en propia al intentar despejar.

El VAR anuló por mano el gol con el que Agus Medina había aprovechado un grave error defensivo Había mucho tiempo por delante para reaccionar, pero nunca lo haría la Deportiva, que con el marcador en contra mostró su peor versión, sin generar peligro, agobiar al rival ni rehacerse de sus dos minutos fatídicos.

Porque no fue sólo el gol, sino que en la acción anterior se había lesionado el que había sido el mejor jugador de la Ponferradina en la primera parte, Nwakali, tras una dura entrada que se saldó sin tarjeta.

Sin el nigeriano el centro del campo desapareció, con su sustituto Sabit especialmente desastroso y Agus siendo otra vez la sombra del que maravilló el año pasado, y los minutos pasaron sin que la Deportiva probara a la defensa que tantas dudas había dejado y, por si el castigo de la derrota fuera poco severo, con Diéguez y Pascanu viendo su quinta amarilla y dejando a Amo como único central para la semana que viene en El Toralín ante el Burgos.

Sólo una ocasión real tuvo la Ponferradina para el empate. A cinco minutos para el final, en un córner que primero Morán remataba en situación clara y daba en un defensa, y después Yuri en el segundo palo cruzaba demasiado. No acertaba el delantero brasileño ahí y tampoco en la última acción del choque, con el meta Makaridze subiendo a la desesperada a rematar un saque de esquina y peinando el balón, pues su disparo libre de marca lo sacaba con una buena parada Yáñez y además habría sido anulado por fuera de juego.

Makaridze hizo un claro penalti al medir mal una salida, pero se rehízo al parar el penalti a Rubén Castro El 1-0 era inamovible. Un mazazo decidía un partido que podría haber sido completamente distinto sin VAR, pues la revisión impidió que a los 13 minutos la Ponferradina se hubiese puesto ya por delante en el marcador.

En una acción de errores groseros encadenados de los centrales y el portero del Málaga, un centro de Paris cuyo despeje volvía al área tras dar en Espiau, acababa metiéndolo al fondo de la red Agus Medina entre Yáñez y Burgos, pero con una mano que se observaba en la revisión y anulaba el gol.

Se le escapaba a la escuadra berciana la oportunidad de adelantarse en el marcador ahí, así como en un tiro en posición clara de Edu Espiau que tocaba en un defensa y se iba ligeramente cruzado, pero acababa dando por bueno el empate al descanso.

Nwakali se lesionó y Pascanu y Diéguez vieron su quinta amarilla. La Deportiva bajó su nivel y no apretó tras el 1-0 Porque a diez minutos para el final Haitam le cogía la espalda a Ale Díez, que debutó como titular y estuvo completamente superado como lateral izquierdo en la primera parte. Tras el descanso Paris se puso ahí y él se fue a la derecha, pero antes de eso el interior le cogió la espalda, pisó área y en la salida muy lejos de su portería Makaridze medía mal y se lo llevaba por delante, golpeándole con el puño en la cabeza.

De cometer un error grave a realizar una intervención salvadora pasó el georgiano en un minuto, pues le detuvo el penalti a Rubén Castro tras adivinarle la intención y repeler su tiro potente y raso pese a ir pegado al palo.

Pero al final, de nada sirvió. La Deportiva sigue fuera de descenso a la espera de lo que haga el Lugo, pero un rival directo se acerca... y sobre todo las sensaciones no mejoran.
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