La única hija de Francisco Franco y Carmen Polo nació en Oviedo el 14 de septiembre de 1926 como María del Carmen Ramona Felipa María de la Cruz, nombres que muy pocos utilizaron, ya que desde su infancia recibió los sobrenombres de Nenuca, Carmelilla, Carmencita o Cotota. Pero la carrera militar de su padre le llevó a vivir en varios lugares. Fue en 1935 cuando se trasladó a Madrid después de que Franco fuese nombrado jefe del Estado Mayor Central.
Poco duró su estancia en la capital. Un año más tarde, en julio de 1936, al comienzo del alzamiento, su padre encargó al coronel Martínez Fuset que embarquese a su mujer y a su hija bajo nombres falsos en el vapor de bandera alemana «Waldi», que atracaba en Francia. Tuvieron que vivir como exiliadas hasta su regreso a Madrid en 1939, donde se alojaron, primero en el castillo de Viñuelas, y después en El Pardo, su hogar hasta la muerte de Franco en 1975.
Casada el 10 de abril de 1950 con el cirujano Cristóbal Martínez-Bordiú, X marqués de Villaverde -un hombre del que nunca se separó, pese a su conocida vida de conquistador-, Carmen Franco tuvo siete hijos: Carmen, María de la O, Francisco, María del Mar, José Cristóbal, María de Aranzazu y Jaime. Tras el fallecimiento de su marido, se convirtió en la marquesa viuda de Villaverde, y a la muerte de su padre, el Rey Juan Carlos I le concedió el título de duquesa de Franco con Grandeza de España.
Apartada de la gestión patrimonial
La duquesa de Franco no dejó de disfrutar de la vida hasta los últimos momentos. Ejemplo de ello es el viaje con su hija Carmen Martínez-Bordiú a Irán el pasado mes de octubre, o su presencia en diferentes actos sociales o culturales hasta que la enfermedad le obligó a parar.
Para evitarle disgustos en la recta final, sus hijos decidieron el pasado mes de septiembre que era momento de alejar a la duquesa de la gestión del patrimonio familiar. Una larga lista de propiedades entre las que se incluye el polémico pazo de Meirás, que le proporcionó más de un disgusto. Fueron muchos las disputas que le trajo, de hecho varios grupos políticos denunciaron que la familia no cumple con los acuerdos de visitas tras considerarse Bien de Interés Cultural (BIC) en 2008.