La producción, no obstante, se espera inferior a la anterior campaña, lo que ha estado motivado por las bajas precipitaciones debido al ciclo actual de sequía prolongada en el que nos encontramos, y a siembras de última hora en terrenos poco propicios para el cultivo, alentadas por la situación de precios excepcionalmente elevados en los primeros meses de la invasión rusa en Ucrania.
«No olvidemos que ambos países son los dos mayores productores de girasol a nivel mundial», recuerda el presidente de la AEG, Juan Fernández.
España es un país deficitario en la producción de aceite de girasol, siendo necesaria la importación de aceite para cubrir la demanda interna. Esta importación procede principalmente de los países del este de Europa. La experiencia de esta campaña pasada, en la que el conflicto bélico en Ucrania ha provocado fuertes distorsiones en los mercados y riesgo de desabastecimiento, plantea claramente la necesidad de aumentar la superficie de girasol cultivada en España.
«Estamos ante un cultivo rentable, con bajo nivel de insumos, y que tiene un impacto muy positivo en el medio ambiente, principalmente por la escasa aplicación de agroquímicos en comparación con otros cultivos, y por ser un cultivo que favorece el desarrollo de insectos polinizadores, claves para el mantenimiento de nuestros ecosistemas», resalta Fernández.
Oportunidad para España
Ante una campaña marcada por la inestabilidad en los dos países con mayor producción mundial de semilla de girasol, precios elevados de los principales insumos agrícolas, y una situación de sequía continuada que afecta seriamente a las producciones agrarias, el girasol es ahora más que nunca un cultivo particularmente atractivo para el agricultor español, porque le ofrece unos importantesbajos costes de producción y un buen precio estimado de la cosecha.
«No podemos dejar atrás el riesgo de recesión que nos amenaza, que podría afectar al consumo y a los precios –reconoce el responsable de la asociación–, pero las perspectivas que actualmente ofrece el cultivo de girasol al agricultor español, y a la agricultura española en su conjunto, son excelentes en comparación con otros cultivos. Una oportunidad que debemos aprovechar para acercarnos al autoabastecimiento de aceite de girasol, y potenciar al mismo tiempo nuestra industria de extracción de este aceite con excelentes propiedades nutricionales, tan apreciado en los hogares españoles».