Los datos del Portal de Turismo de la Junta de Castilla y León muestran que de julio a diciembre de 2019 el número de viajeros que se alojaron en viviendas o apartamentos turísticos alcanzó las 38.592 personas. Una subida del 30,4 por ciento si se compara con los 29.588 que lo hicieron en el segundo semestre del año 2018.
En el acumulado de todo el ejercicio 2019, en la provincia leonesa se registraron 65.404 viajeros en los pisos turísticos de la provincia. En cuanto a las pernoctaciones, a lo largo del año se alcanzaron las 171.695.
En este capítulo de los turistas que decidieron hacer noche en León, comparando los segundos semestres de los años 2018 y 2019, las pernoctaciones se dispararon hasta en un 61,1 por ciento. De esta manera, en el conjunto de la provincia se pasó de las 62.939 a las 101.398 del pasado año. Otro dato que prueba el tirón de este tipo de alojamientos entre los viajeros que deciden visitar territorio leonés.
Estadísticas que muestran una clara tendencia al alza en este tipo de alojamientos en León. No obstante, en lo que se refiere número de viajeros acumulados a lo largo de todo el 2019, la provincia se sitúa como la quinta de la comunidad en turistas que optan por pisos turísticos. Los 65.404 viajeros que se hospedaron en León en una vivienda de este tipo quedan lejos de los 160.376 que lo hicieron en Salamanca. Ávila y Segovia, debido a su proximidad con Madrid, y también Burgos superan el volumen de León en estos alojamientos.
Por meses, el mejor para los arrendadores turísticos leoneses fue agosto, rozando los 14.000 viajeros. Solamente en este mes del verano se superaron las 35.000 pernoctaciones en los alojamientos de este tipo en la provincia de León.
Por su parte, el grado de ocupación fue del 16,9 por ciento en las viviendas turísticas (se consideran como unidades residenciales de propiedad individual) y del 22,4 por ciento en los apartamentos (constituidas como empresas, no tienen carácter residencial y se califican por llaves según sus comodidades).
Más de la mitad no están en regla
En los registros de la Junta de Castilla y León tiene dadas de alta un total de 389 viviendas y apartamentos turísticos en la provincia, 141 más de los que había al terminar 2018. En cuanto a las plazas en este tipo de alojamientos, en León han aumentado un 30,4 por ciento en el último año hasta alcanzar las 2.670.
No obstante, permanece abierto el frente de la situación legal de muchos de estos pisos turísticos que se ofrecen a través de plataformas como Airbnb o Booking. De hecho, al consultar los datos que figuran en Airdna, página web especializada en analizar este tipo de alquileres, en la provincia leonesa se mantienen activos más de 800 alquileres. Por lo tanto, ni la mitad de los propietarios que optan por ofrecer una vivienda en alquiler temporal tendrían en regla los permisos.
"La Junta debe controlar a los ilegales"
Leonardo Portillo es uno de los leoneses cuya propiedad aparece en el registro de viviendas de uso turístico de la Junta de Castilla y León, un trámite que no cumplen un gran número de aquellos que se deciden a ofrecer este tipo de alquileres. Por ello, este arrendador con cuatro pisos turísticos en León considera que "lo primero que tiene que hacer la Junta es controlar a los alquileres ilegales", añadiendo que "a los que estamos en regla nos dan caña por todos los lados". Una petición que se justifica en que los que registran su vivienda y los que no lo hacen "no juegan con las mismas cartas" y permiten a los segundos ofrecer su vivienda "a precios ridículos". "La competencia es buena siempre que sea leal. Yo tengo que pagar un seguro, una limpieza y unos servicios por lo que no puedo poner un puso a 10 o 15 euros por noche", argumenta este propietario.
"Me ayuda a mantener los gastos"
El fenómeno de los pisos turísticos no es ajeno al medio rural y cada vez son más los leoneses que se deciden a ofrecer una segunda vivienda para alquileres temporales en plataformas como Airbnb o Booking. Este caso es el de María Victoria San Román que alquila en La Vecilla una vivienda "como complemento, no como negocio". Según confiesa esta arrendadora, el ofrecer en alquiler temporal esta propiedad "le viene bien para mantener los gastos de la casa y poder sacar algo de ella". En cuanto al volumen de alojamiento, la propietaria asegura que cuando más reservas gestiona es durante los fines de semana del invierno, "sobre todo si hay nieve", aunque tampoco tiene problemas en puentes, Semana Santa y verano. "Para tenerla vacía, pues dije arreglo los papeles y la pongo de casa de uso turístico", expone sobre su decisión María Victoria San Román.
"Algunos piensan que las estancias se regalan"
En algunas situaciones, la decisión de poner en alquiler una vivienda es temporal hasta desprenderse de ella. Este es el caso de José Antonio García quien registró un chalé y una finca en La Pola de Gordón como vivienda de uso turístico y lo ofreció en Booking hasta que, finalmente, ha conseguido venderlo. No obstante, asegura que la decisión no salió todo lo bien que pensaba en un principio y que no logró obtener los beneficios esperaba. De esta manera, este propietario asegura que puso unas tarifas para evitar grandes fiestas y despedidas de soltero que desanimaron a muchos de sus clientes. "Me parece muy bien que quieran asaltar una casa pero que, por lo menos, lo paguen. Aquí viene principalmente público de Madrid y Asturias que se va a lo barato. Pides eso en el País Vasco y Navarra y no hay ningún problema", asegura José Antonio García.