Una tarea que embarcó en la lucha por la memoria del conjunto minero a toda una comarca entera, asociaciones de vecinos y al Club Xeitu, entidad sin ánimo de lucro con sede en Villablino cuyo fin primordial es la investigación, recuperación, conservación y revitalización de los valores del Valle de Laciana y la Montaña Occidental Astur-Leonesa.
«En su día (La Recuelga) le pertenecía a Victorino, la perdió cuando se liquidaron las empresas mineras y él, en una subasta, recompró el terreno por unos pocos millones», explica Víctor del Reguero, miembro del Club Xeitu y activo defensor del patrimonio industrial leonés, en declaraciones a La Nueva Crónica. Lo hizo, cuenta, para amortizar el solar y levantar un campo fotovoltaico de 14 hectáreas, que ocuparía prácticamente la totalidad del paraje. Y demolería el conjunto minero, claro.
Cabe destacar, en este momento, que el complejo de La Recuelga está conformado por los apartaderos industriales de la antigua línea de ferrocarril entre Ponferrada y Villablino. Estas instalaciones están asociadas a las estaciones de descarga de los funiculares mineros, lavaderos de carbón y cargaderos ferroviarios. «Se trata de uno de nuestros parajes más importantes, sobre todo en cuanto a la historia del ferrocarril entre Ponferrada y Villablino», comenta para agregar que llegó a ser el más importante de Europa en su momento. «Se conserva íntegro, con sus dos lavaderos de carbón -uno de ellos el de la empresa antracitas de Sabero, el que fuera el más tecnológico de la época- y los restos de los conjuntos mineros en derredor», añade. También el pueblo, Santa Cruz del Sil, fue producto de la industria minera, creciendo a su alrededor, como muchos otros, al trasladarse los trabajadores con sus familias.
Al tener constancia del proyecto de demolición, Xeitu, junto a la Junta vecinal de Santa Cruz del Sil, la UNED de Ponferrada y demás asociaciones con el mismo objetivo, presentaron alegaciones al expediente -que sigue en tramitación- y solicitaron la protección de Bien de Interés Cultural (BIC). «Pedimos el BIC porque la cuenca del Fabero, donde están ubicados los lavaderos, ya cuenta con esa protección institucional y nos parecía lo más lógico», explica.«Comenzamos a protestar y entonces se dijo que vale, que se respetarían los lavaderos pero que se construiría en derredor, todo lleno de placas ¿así como se respeta el conjunto? Imagina cómo quedaría la catedral en medio de una plantación fotovoltaica», bromea del Reguero.«Hace unas semanas salió a la luz el nuevo proyecto del Ponfeblino, pero si quieres hacer un ferrocarril histórico y turístico y quitas los atractivos mineros que tienes, ¿Cómo lo haces?»Tras un pulso contra la empresa, presentar alegaciones y montar una exposición en el municipio bajo el nombre ‘Salvar la Recuelga’, que tuvo una gran acogida entre el público y viajó a Ponferrada, León y Villablino, el 4 de enero de 2023 se publicaba en el BOCYL la incoación del expediente a la espera de que el paraje sea catalogado como BIC o no. «La incoación ya lo protege en la actualidad porque nadie puede ponerle la mano encima mientras dure el proceso», ilustra del Reguero.«La exposición fue una de las iniciativas que se nos ocurrieron para llamar la atención», recuerda. Porque tenían claro que había que hacer ruido. «Creíamos que era importante mostrar a la gente de la zona que lo que estamos pidiendo no era sólo cosa nuestra, que había mucha gente de acuerdo y, además, mostrar que nuestras pretensiones eran lógicas», continúa. Esa era la pretensión de la muestra. La sigue siendo.«Su éxito fue lo que nos puso en el punto de mira», asegura del Reguero, «cuando solicitas estas cosas, si no te mueves, sale la noticia un día y luego acaba en un cajón. Nosotros insistimos y conseguimos que se nos escuchara», apunta para señalar que, en otras ocasiones, no han tenido tanta suerte.Ahora, casi un año después de que pudiera verse en Santa Cruz del Sil, la exposición ‘Salvar La Recuelga’, ha dado el salto al mundo virtual desde la web del Club Xeitu para continuar divulgando la historia de este importante paraje de la minería del carbón y el ferrocarril, y concienciar sobre la necesidad de su salvaguarda y puesta en valor.Cuatro textos, escritos por José Cortizo, Roberto Matías,el propio Víctor del Reguero y María Carro, ponen la lupa en aspectos históricos y sentimentales, complementando el recorrido visual en el que un conjunto de fotografías de distintas épocas refleja los lavaderos, las líneas de baldes, las minas, la presencia del ferrocarril, los trabajadores y el papel de las siempre olvidadas mujeres. Además de la influencia que ese siglo de actividad ha tenido en la conformación del paisaje que ha llegado hasta nuestro presente. Porque sin lo que fuimos, nadie sabrá lo que somos hoy.
Turismo patrimonial
Otro de los temas en los que incide del Reguero, más allá de las consideraciones patrimoniales y el dilema de qué debe ser conservado es el tema del turismo industrial, una veta puntera en la provincia.
«Hace unas semanas salió a la luz el nuevo proyecto del Ponfeblino, pero si quieres hacer un ferrocarril histórico y turístico y quitas los atractivos mineros que tienes ¿Cómo lo haces?», se pregunta mientras asegura que seguirán luchando por la categoría BIC.
Habla por supuesto, de la histórica y ya mencionada línea Ponferrada-Villablino, ‘mal llamada’ (sic) Ponfeblino. Una línea de ferrocarril de carácter minero-industrial que enlazaba las comarcas del Bierzo y Laciana a través del valle del río Sil.
Un proyecto que comenzó a esbozarse a principios de 1900 y comenzó a funcionar pasada la I Guerra Mundial, tras varios problemas durante su construcción, entre los que destaca el azote de la coloquialmente conocida como gripe española.
Ahora, en 2023, los fondos de «Transición Justa» han aprobado la puesta en marcha del Ponfeblino como motor industrial y turístico de la región con un respaldo económico de 4 millones de euros.