Los afectados, según el escrito remitido a Educación por las familias, serían niños y niñas de 13 y 14 años que estudian en el Colegio Virgen Blanca de la capital. Entre los hechos denunciados en el documento figuran empujones por las escaleras, un manotazo a la abuela de una compañera, amenazas a la madre de otro, la fractura de dos dedos a otra alumna de su clase y una larga lista de insultos y agresiones a profesores y estudiantes.
Los afectados están entrando en la adolescencia y ya "se revuelven ante los insultos, amenazas y agresiones"Según la versión de las familias que han denunciado estos hechos ante Educación, el comportamiento del alumno que estaría provocando estos incidentes "no se debe directamente al TDAH y no se le está ayudando de la manera que debería hacerse". En este sentido, aseguran "no ir contra el chaval" y reclaman que "desde arriba se le ponga la atención que requiere" para que pueda ser "reinsertado dentro de una convivencia normal" en el aula. "Queremos que pongan a alguien que ayude al chico o le lleven a un sitio en el que le puedan ayudar. Hace un par de años pusieron a un profesor para que no estuviera solo, pero duró dos días", manifiesta uno de los padres que han firmado el documento elevado a Educación.
Estas familias, al margen de lo expuesto en la denuncia, también aseguran que en este curso se han producido "robos, amenazas y agresiones con material escolar". Por ello, reclaman que desde instancias superiores se busque una solución para reconducir la conducta del alumno. "Ha clavado la punta del compás a un niño y a otro le ha dado golpes con la regla en la cabeza. Todas las semanas o cada 15 días es expulsado", comenta otra de las madres afectadas por la situación que se vive en este aula de Secundaria.
La versión del centro educativo
Por su parte, desde el centro educativo aseguran que "no pueden hacer más" y que siempre han mantenido una "actitud colaboradora" con ambas partes del conflicto. "Las familias están informadas diariamente de lo que sucede. Les hacemos caso y mantenemos reuniones periódicas. Se ha hecho todo lo que se puede hacer", apuntan fuentes de este colegio de León.
Inspección ha dado el visto bueno a las actuaciones del colegio, desde donde creen que "no pueden hacer más" De hecho, desde la Inspección Educativa han dado el visto bueno a las actuaciones que está realizando el colegio en este conflicto de convivencia escolar. "Se está atendiendo al alumno con los recursos de los que disponen, sin que exista discriminación alguna. Comprobadas las actuaciones llevadas a cabo, la actuación del equipo directivo es correcta", cita textualmente la respuesta de Educación a la que ha tenido acceso este periódico.
Por ello, las familias de los alumnos que estarían sufriendo los abusos consideran que el problema sigue sin resolverse y piden un esfuerzo «desde arriba para ayudar al colegio», al que también califican como "víctima" de la situación. "No estamos pidiendo que expulsen al niño. Queremos ayudarle a él y también al centro y lo mejor es que pongan recursos para poder atenderle y que la convivencia con el resto mejore, porque ahora es insostenible", apuntan las familias sobre las posibles salidas a un conflicto que se prolonga en el tiempo.
El centro educativo reconoce que existen "conflictos que se repiten a lo largo del curso", pero aseguran que las medidas que toman se basan en el programa de atención a la diversidad que fija el orientador del centro. El diagnóstico de TDAH complicaría, en este sentido, las decisiones que pudieran tomarse para poner fin a la situación.
Los denunciantes aseguran que solo dos familias, a mayores de la del alumno que está causando estos problemas, no firmaron el documento dirigido a la Dirección Provincial de Educación. Igualmente, afirman que ahora que "están entrando en la adolescencia, la situación se está volviendo más difícil cada día" y temen que se agrave aún más. "Antes se dejaban pegar, pero ahora nuestros hijos se revuelven y se defienden. Dicen que ese niño tiene derechos, ¿pero el resto no los tienen?", afirma uno de los padres denunciantes.
Por ello, "antes de que la situación se vaya de las manos o haya que lamentar males mayores" piden que se pongan soluciones "a la altura de la gravedad de lo que está pasando". Medidas que, tal vez, puedan ayudar a todas las partes implicadas: familias y alumnos de ambos lados del conflicto, así como al propio colegio.